Yo tuve lágrimas
que cuando cayeron al suelo
se fundieron con la tierra
y en poco tiempo
brotaron cactus gigantescos.
Con sus pinchos escribí poemas
y uno tras otro
fui exorcizando todos mis pasados.
Ahora no tengo lágrimas.
Ni cactus.
Ni demonios en el pasado.
Ahora soy un niño muy grande
que cada día
pasea por la vida
como si el mundo acabara de nacer.
Soy testigo, yo y muchos de aquí, de tus lágrimas y tus cactus. También de tus sonrisas y de tus carcajadas. Cuánto camino Torito.
ResponderEliminarLos poemas del recién nacido siguen teniendo belleza y fuerza. Otra senda se abre.
Un abrazo niño grande, hoy estoy melancólica (y con muuuuucho sueño)
Un universo secreto de sensibilidad para un niño que conmueve con sus versos.
ResponderEliminarHoy tocas la fibra con tus poemas.
Un beso.
Unas pinceladas tuyas y hay magia.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña.
Bienvenido niño grande !!! Un mundo con gente ciega, sorda y otros con gafas de ver las cosas a su gusto. Besos T.S
ResponderEliminarSe esse menino grande encontrou a serenidade, ainda bem...
ResponderEliminarBesos
Una verdadera bendición poética, vivir siendo niño.
ResponderEliminar¡No dejes de serlo!
Saludos.
Los cactus son hermosos. Muchos de ellos, florecen de entre las afiladas púas. Son férreos y longevos… Pero no dejes de alimentar a ese niño grande.
ResponderEliminarDemasiada ceguera para bancos tan valiosos…
Abrazo grande, querido poeta 💙
Amo ese universo tuyo con sus luces y sus sombras.
ResponderEliminarBesos***
Disfruta de tu paseo por la vida, niño grande.
ResponderEliminarSaludos.
Que bien , es lo mejor 😊
ResponderEliminarBesitos 😽
Una suerte tener esa mirada capaz de sorprenderse.
ResponderEliminarBesos
Le dejo al niño grande, un abrazo y
ResponderEliminarBesicos muchos.
I no deixis de ser-ho, nin poeta.
ResponderEliminarPetonets, Xavi.
Los dos me encantan, pero este de las lágrimas me parece una genialidad.
ResponderEliminarSaludos Toro
Poema hermoso y dolido.
ResponderEliminarSer niño es una gran cosa, obligado no lo sé.
Saludos.
Bueno, es que, como sabían los antiguos, el mundo comienza de nuevo cada dia...
ResponderEliminarUn saludo, amigo
Renaciste a dosis diarias de poesía!!!
ResponderEliminarBesos
:)
ResponderEliminarMe gusta el poema y el niño.
Un beso
Un niño que siempre debe estar contigo y SALIR A PASEAR CON ÉL
ResponderEliminarPor eso hay que llorar, para ser niños grandes que escriben poemas.
ResponderEliminarCreo que pueden volver, los pinchos, de lágrimas usadas... ya para qué ¿no?
ResponderEliminarUn beso
Es bellísimo, Toro. Muy tierno como ese niño grande. Quién volviera atrás o empezara de cero sin miedo, culpa o reserva. Cuando todo era bonito, sencillo, solo nos bastaba el amor para sentir que todo lo teníamos. Libertad absoluta. Sin bagaje, ya quisiera, ya.
ResponderEliminarUn beso.
Es hermoso o que has escrito
ResponderEliminarAbrazo especial por haber escrito algo bello
Precioso poema. A mí me conmueve.
ResponderEliminarEs liberación. De ahí en adelante, serenidad.
Bss.
Y descubrirás cosas fantásticas.
ResponderEliminarBesos.
¿Acaso no es fascinante y esperanzador ver la diminuta flor de un cactus abrirse paso entre sus largas y afiladas espinas?
ResponderEliminarEres un niño travieso todavía.
ResponderEliminar: )
Hace largo tiempo que no pasaba por aquí Toro, me alegra mucho leerte. Ha pasado tanto desde que te descubrí y nunca perdiste ni tu esencia, ni tu genio. Siempre tienes el talento de hacer que mi corazón encuentre en su fondo una emoción distinta para cada uno de tus escritos. Este me ha encantado. Ojala en un punto de la vida, solo nos quedaran lagrimas, pero lagrimas de alegría.
ResponderEliminarUn saludo enorme.
Un niño grandote
ResponderEliminarBesos
Así hay que andar por el mundo, pero siempre aparece alguna cochinilla que suelen enfermar y deborar los cactus
ResponderEliminar