En la barra del pub
los sueños bailan con la realidad.
Le pido
al camarero
otro whisky
y un paquete
de chicles Bazooka.
Chicles qué, me dice, mirándome raro.
No se da cuenta
de que mi cuerpo está ahí
pero que yo he vuelto a la infancia
y que ahora daría lo que fuera
por volver a masticar esos chicles
y leer con mis amigos
las divertidas historietas
del entrañable Bazooka Joe y su pandilla
que como un premio atesoraba el envoltorio.
El chicle Bazoka es como la magdalena de Proust.
ResponderEliminarUn beso.
Verás como haya algún dentista leyendo...
ResponderEliminarAh , no , que los bazooka eran sin azúcar, ¿ verdad?
Abrazoo
Qué globos magníficos hacía. Luego estaban los Niña de Fiesta que traían recortables pero no estaban tan ricos.
ResponderEliminarBesitos, buen finde!
No tengo idea de los chicles Bazooka. Whisky y chicle una mezcla rara. Besos Toro
ResponderEliminarUn chicle con iniciación a la lectura, je je je. Feliz día
ResponderEliminarNo me acordaba de las historietas.
ResponderEliminarTú en la barra de vuelta a la infancia y yo en casa, al leerte, de vuelta a la mía. Los Bazooka eran especiales.
Bss.
Maravillosos años aquellos.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña!
El envoltorio era lo que más relevancia tenía. Claro! :)
ResponderEliminarBesos.
Això sí que era un xiclet i no totes aquestes porqueries que fan ara. Els podies mastegar hores i hores i feien uns globus enormes, fins i tot després de deixar-los enganxats davall la taula. :-)))
ResponderEliminarPetonets, Xavi.
Bazooka, eran enormes, no?
ResponderEliminarPrecioso recuerdo💙
Besos***
En la red, por alli andan flotando las viñetas.... si recuerdo esos chicles, eran gigantescos, me dolian los maxilares de tanto mascar.
ResponderEliminarSi, hermosos recuerdos de la niñez
ResponderEliminarAhora quiero chicle bazooka
Si es de banana, mucho mejor
Abrazos
Chicles para quitar el olor al whiski... los besos de alcohol son besos sin amor
ResponderEliminarLos mejores años.
ResponderEliminarBesos, buen finde.
Jejeje! El camareo se quedaría a cuadros, pero que ilusión nos daban esos permios...
ResponderEliminarBuen fin de semana Toro
Es lo malo de tener la edad de ese camarero, que no tienes mundo y no has conocido los chicles Bazooka.
ResponderEliminarSaludos.
Ayyy los chicles Bazooka. Ahora mismo tengo su sabor dentro de mi boca. Y a veces, había que compartir una de esas rodajas con los hermanos. Hoy me has devuelto al tranco de la puerta o delante del señor de las chuches que siempre estaba con su carrillo delante de mi casa.
ResponderEliminarMe voy con sabor a fresa.
Besicos muchos.
Cómo me gustaban y qué buenos estaban!
ResponderEliminarTorito, me acuerdo de esos chicles Bazzoka, lo que mas atraía era el premio al abrirlos, yo antes los juntaba en una cajita de fósforo.
ResponderEliminarHoy no fumo, pero cuando era adolescente yo pensaba que me salvaba del olor, pero cuando entraba a casa y mi mamá me decía estuviste fumando, anda y cámbiate la ropa que hueles a cigarro.
Una señorita siempre tienes que oler a perfume jajajaja
Abrazos y besitos Torito, que tengas un feliz día
Volver en el tiempo, que bonito. Justo vengo de la entrada de Lopillas y debo decirte que te admiro , te aprecio y te agradezco la sabiduría que nos compartes. Te dejo un abrazo
ResponderEliminarGracias Jova.
EliminarUn abrazo también para ti.
Eran redondos, rosados y de tres pisos. Aunque he visto que también había rectangulares.
ResponderEliminarPero de las viñetas no me acordaba.
Besos
¿Los Bazookas eran esos que parecían estar separados en discos?
ResponderEliminarRetrocediste un buen puñado de años.
Saludos.
Sí, justo esos eran, y sí, retrocedí una barbaridad de tiempo.
EliminarSaludos.
Bazooka... Qué marketing y qué poco o nada se encandalizaba la gente por nombres así antes, y que hacían directa referencia a la guerra. Si en esos tiempos a un chicle les hubiera puesto Dinamita , seguro que nadie hubiese puesto el grito en el cielo creyendo que a los niños los estamos adoctrinando para la guerra. Va un abrazo, Toro.
ResponderEliminarHola, Xavi.
ResponderEliminarQué ternura.
Hay objetos, olores, chucherías que nos devuelven a nuestra infancia, regalándonos gratitud. Me has hecho volver a la niñez, a casa de mi padrina, cada vez que iba allí olía a suavizante, a ensaimadas. A calor.
Besos.
Querido amigo, me acuerdo de esos chicles, las travesuras que hice con ellos, como pegar uno en el asiento de una profesora que en ves de profesora parecía un militar.
ResponderEliminarCariños y besos
En Argentina en un ínusual acto patriótico empresarial (esas excepciones que se dan cada muerte de obispo) había rebautizado a Joe como "El Pibe" Bazooka.
ResponderEliminarNo se si fue patriotismo o simple estrategia de venta, pero funcionó.
Abrazos, Toro pibito poeta crack