Justiniano ha tenido una gran idea
para trabajar como autónomo
sin tener que aguantar a ningún jefe
y tras publicitarse en internet
hace dos semanas
que recibió varios pedidos
para realizar el arbol genealógico
de cualquier persona que lo solicitara
previo pago de 150 euros por pedido
y hasta el momento
ha ingresado tres mil euros
correspondientes a veinte clientes
y todo iba muy bien
hasta que han llegado las quejas
con amenazas de denuncias por estafa
cuando los clientes quejicas
han recibido on line
el entrañable árbol genealógico
de sus queridas familias
que se remonta a diez generaciones
donde se ve en las diferentes ramas
una emotiva recopilación de fotografías
dispuestas por parejas
y con un corazoncito rojo sobre sus cabezas
correspondientes a diferentes chimpancés
que Justiniano ha ido encontrando por internet.