Los domingos por la mañana
son muy aburridos para Justiniano
porque todo está cerrado
pero hoy ha tenido una idea genial
y aprovechando que estos días
está motivado con el baloncesto
porque se juegan los partidos finales de la NBA
ha ido a la misa de las 8 de la mañana
y se ha puesto en el primer banco
y justo en el momento de la consagración
cuando el sacerdote ha levantado el cáliz lleno de vino
Justiniano ha lanzado un hueso de oliva
que guardaba en el bolsillo desde la cena de anoche
y lo ha encestado limpiamente en el cáliz
sin que el hueso tocara el aro
y le ha dado tanta alegría que se ha acercado corriendo
hacia el sacerdote
que no sabe por qué lo mira con tan mala cara
con la finalidad deportiva
de chocar amistosamente las palmas de las manos
pero cuando iba a hacerlo el sacerdote endemoniado
ha empezado a insultar a Justiniano
e incluso le ha agarrado del cuello con malísima intención
por lo que Justiniano no ha tenido más remedio
que darle una patada en el culo para conseguir escaparse
mientras gritaba eufórico saliendo de la iglesia:
OÉEEEEEE, OÉEEEEEEEEEEE, OÉEEEEEEEEEEEE,
QUÉ TRIPLE ACABO DE METER!!!, OÉEEEEE, OÉEEEEE, OÉEEEEEEEEEEE....