Incendiaron nuestra aldea.
Me llevaron preso
junto a muchachos
de otras aldeas.
Nos hicieron soldados
a fuerza de amenazas y palizas.
Un cuenco de arroz
y una manta
han sido mis únicas posesiones.
Cruzamos las montañas
donde viven los dragones sagrados.
Vadeamos el río Xianyang.
Luchamos en cien batallas.
Y ahora malherido
por una lanza
del ejército del emperador Wu
agonizo en esta pradera de crisantemos.
A mi alrededor amigos y enemigos muertos.
Ya no veré más a mi madre.
En mi corazón se está haciendo de noche.
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2 de abril de 2019
2 de marzo de 2019
VIDAS OLVIDADAS 1
Es un verano caluroso.
Estoy en el porche
mirando tranquilamente
cómo trabajan los esclavos
en los interminables campos de algodón.
El negro Malcom me sonríe
y educadamente me saluda con la mano.
Le devuelvo el saludo
mientras sigo balanceándome en la mecedora.
Nadie imagina que tres días más tarde lo ahorcarán.
Estoy en el porche
mirando tranquilamente
cómo trabajan los esclavos
en los interminables campos de algodón.
El negro Malcom me sonríe
y educadamente me saluda con la mano.
Le devuelvo el saludo
mientras sigo balanceándome en la mecedora.
Nadie imagina que tres días más tarde lo ahorcarán.
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