Hoy escribo por Alejandra Pizarnik: Extraño desacostumbrarme de la hora en que nací. Extraño no ejercer más oficio de recién llegada. Nunca somos los mismos, pero si el origen, eso no nos la quita nadie. Nos pertenece. Besos.
No busques imposibles, acepta que aquello ya no será. Pero, aférrate a los posibles. Destruye en definitiva a esos que fuiste y erígete mejor con lo eres hoy, en uno solo, que es suficiente y puede llegar a ser mucho y más que todo, ¡pleno! Besitos de anís.
Se me ocurre que después de cada persona que uno ha amado con pasión y luego ese amor se pierde, van quedando dos fantasmas tanto el propio como el del amado, por eso a veces es riesgoso entregar el corazón.
Quien eres en la actualidad es gracias a quienes fuiste. Realmente siguen contigo. En muchas ocasiones los sueños son abstractos... estamos durmiendo y por ello no los podemos controlar. Besos.
Torito, los dos poemas tristes y tiernos a la ves. Están como yo, hoy quiero ser positiva pero estoy triste. Abrazos Torito, estas vivo gracias a Dios y te leemos y nos gusta leerte Un besito
Lo dicho: yo aquí con los primeros calores primaverales, los colores de la Natura, y tú con tus poemas que me empiezan a poner un lastre. Creo que debere lanzarte de esta nave primaveral.
Oye, todas las que fui tampoco se despidieron de mí, serán...
ResponderEliminarBesitossss, buena semana!
Tu corazón late y hace latir. No estás muerto. Vives en los que te leemos y amanecemos con tus versos para sobrevivir en un mundo inhóspito.
ResponderEliminarUn beso.
Arrorró mi niño chico.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña!
No se han ido, están por ahí debajo dando forma a lo que eres.
ResponderEliminarBesos
pero, ese corazón, sigue latiendo... y ese latido se sincroniza con el de otros miles.. quizás no sea tan solitario.
ResponderEliminarEstão ainda contigo e sempre estarão.
ResponderEliminarBeso, amigo mio, boa semana.
Mentre tinguis un cor que batega, no estas mort...
ResponderEliminarPetonets, Xavi.
Hoy escribo por Alejandra Pizarnik:
ResponderEliminarExtraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.
Nunca somos los mismos, pero si el origen, eso no nos la quita nadie. Nos pertenece.
Besos.
Ostras, duros para empezar la semana...
ResponderEliminarDesolación es tremendo
Que triste el primer poema
ResponderEliminarY el otro también
A veces lo imposible sucede...yo lo se
Abrazos
Desolación y pena... Besos y achuchón
ResponderEliminarNo busques imposibles, acepta que aquello ya no será. Pero, aférrate a los posibles.
ResponderEliminarDestruye en definitiva a esos que fuiste y erígete mejor con lo eres hoy, en uno solo, que es suficiente y puede llegar a ser mucho y más que todo, ¡pleno!
Besitos de anís.
Se me ocurre que después de cada persona que uno ha amado con pasión y luego ese amor se pierde, van quedando dos fantasmas tanto el propio como el del amado, por eso a veces es riesgoso entregar el corazón.
ResponderEliminarEstos restos son dolorosos. Un abrazo
ResponderEliminarSi los recuerdas de esa manera, es porque te están acompañando. Al final están a nuestro alrededor!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Leo "Desolación" y la desolación me invade😢
ResponderEliminarBesos***
Qué tierno lo de tu madre.
ResponderEliminarSaludos.
Reo que no los educamos bien porque tampoco los míos se despidieron de mí.
ResponderEliminar¡Cachis!
Quien eres en la actualidad es gracias a quienes fuiste. Realmente siguen contigo.
ResponderEliminarEn muchas ocasiones los sueños son abstractos... estamos durmiendo y por ello no los podemos controlar.
Besos.
Torito, los dos poemas tristes y tiernos a la ves.
ResponderEliminarEstán como yo, hoy quiero ser positiva pero estoy triste.
Abrazos Torito, estas vivo gracias a Dios y te leemos y nos gusta leerte
Un besito
No se despiden porque vuelven. Están.
ResponderEliminarLo que fue... fue.
Bss.
Amigo, aún vivo y te dejó cariños para ti.
ResponderEliminarMar
:)
EliminarEspero que estés bien.
Besos, Mar.
Lo dicho: yo aquí con los primeros calores primaverales, los colores de la Natura, y tú con tus poemas que me empiezan a poner un lastre. Creo que debere lanzarte de esta nave primaveral.
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