Se acercan las navidades
y con ellas
los rencores ocultos
y malentendidos familiares
tan propios de esas fiestas
y con el fin de ayudar
a salir airosos
de forma discreta y respetuosa
de tanta amargura y resentimiento
resulta del todo aconsejable
llamar por teléfono
a mediados de noviembre
-para que esos canallas no sospechen-
a padres, hermanos, primos, cuñados
abuelos, tíos, suegros, yernos, nueras...
y decirles claramente que dan mucho asco
y que lo mejor para el planeta
sería que sus caras feísimas
y sus cuerpos malolientes y repugnantes
desaparecieran para siempre y no verlos más.
Con esta fina y elegante forma de actuar
desaparecerán mágicamente las tensiones navideñas.
Mira, te libras de la cena de Nochebuena seguro jaja
ResponderEliminarBesitossssss
Oh! Te vas a quedar sin turrones.
ResponderEliminarSaludos.
Vaya, te veo imbuido del auténtico espíritu navideño :D
ResponderEliminarBesos.
Tensioni familiari che si accentuano in prossimità delle feste...grande realtà in versi.
ResponderEliminarBuona domenica
Dios los cría y ellos se juntan, tal cual.
ResponderEliminarMucho mejor seguir el consejo del poema y vivir en paz.
Bss!!!
Entonces... ¿tenemos que olvidarnos de aquello que decía Fofó de: «No hay nada más lindo que la familia unida»?
ResponderEliminarSaludos.
¡Ay, Toro Salvaje! No te veo pasando unas felices navidades.
ResponderEliminarUn abrazo y ánimo.