Yo sé dónde viven las tristezas.
Conozco cada una de sus casas.
Puedo estar viendo una película
o leyendo un libro sobre lo que sea.
Puedo estar callejeando sin rumbo
o escuchando una canción indie modernísima.
Puedo estar acariciando un recuerdo que gemía
o hablando con el mar del futuro amargo y estremecedor
Da igual lo que haga.
Yo sé dónde viven las tristezas
Las noto.
Las siento.
Las sé.
Atravieso sus paredes.
Irrumpo en los fotogramas.
Leo el corazón de los escritores.
Escucho los suspiros de las calles.
Desvisto la música y las voces que cantan.
Disecciono los esqueletos de cualquier recuerdo.
Y escucho cómo el mar me explica la historia del mundo.
Yo sé dónde viven las tristezas.
Y cada vez que las siento nacer y latir en mí
me convierto en eco de melancolías, desconsuelos y nostalgias.