Ha vuelto la realidad
a resquebrajarme
ha vuelto demoledora
y sin compasión
a robar todos mis sueños
y ahora reina invencible
ahogándome de gris
con sus garras de acero
mientras camino descalzo
sobre mis cristales rotos
con un ramo de palabras
en mi boca cosida
que agonizan de tristeza.