Todos mis preciados recuerdos
duermen en el sueño de la casa
allí reposan mis primeras imágenes
mi madre muy joven siempre cerca
mi padre alto lejano delgado
mis abuelas vestidas de posguerra
con el paso del tiempo mi hermana
más tarde dos hermanos gemelos
vecinos animales amigos familia
historias que olvidar no quiero.
Dos lágrimas caen melancólicas
recordando todos aquellos años
mi infancia ya exterminada
mi adolescencia tan añorada
mi juventud tan seca y dura
después la casa se me alejó
con mi ansiada independencia
afortunadamente siempre esperaba
para darme refugio de dolores
con mi madre rigiendo el timón
y mis tres hermanos amaneciendo
al mundo inhóspito e inevitable.
Ahora la casa permanece muerta
abandonada en la indiferencia
solamente habitada por sueños
de todos los que la quisimos
gobernada por la larga ausencia
de ecos de risas y tristezas
de la memoria de todos nosotros
de nuestras fantasías y tinieblas
regida por el espíritu amable
de quien siempre mandó en ella.