Iluminado por un hermoso espíritu navideño
Justiniano ha decidido reconciliarse
con todos los vecinos y familiares
que por inexplicables e injustos motivos
llevan muchos años sin hablarle
y para sellar la reanudación de las relaciones
ha decidido sorprenderlos con un obsequio
que los emocionará profundamente
por ello a primera hora de la mañana
Justiniano se ha dirigido al parque
con un saco y varias barras de pan seco
y un par de horas después
ha empezado a recorrer la ruta del amor
llamando a la puerta de cada familiar y vecino
y justo en el momento que sorprendidos
le preguntaban con cara avinagrada
cual era el motivo de su visita
Justiniano con bondadosa sonrisa
les respondía: "LA PAZ SEA CONTIGO"
a la vez que lanzaba con precisión y fuerza
un par de nerviosas e irritadas palomas
al interior de cada domicilio
con toda su buena voluntad.