El hielo avanza en mis venas
imparable y estrangulador
otra vez mi vida está helada
un frío agresivo la conquista
sin ninguna resistencia a su paso
el hielo agarrotándome el alma
y todavía me quedaba calor
todavía sentía cosas por vosotros
aún me quedaban lágrimas y sonrisas
y miles de palabras para regalaros
pero ese calor se me va muriendo
mi pobre calor abrazándome en retirada
pequeñas brasas que se atrincheran
alrededor de mi corazón
como una guardia fiel y suicida
para evitar que sucumba
que la muerte no me devuelva
del presente al pasado terrorífico
pero el hielo me va ocupando
cada vez más frío y huraño
cada vez más impune y loco
hasta helarme la mirada
y ya me castañean las lágrimas
tambaleándose en mi despedida
ya me voy apagando en mi soledad
ya pronto estaré tristemente helado
ya pronto seré un recuerdo más.