Despierto en la noche muerta.
Nada se mueve.
Nada se escucha.
Estaré vivo aún
o soy un espíritu confundido
que vagará
por las horas falsas
de este recién nacido domingo?
Poema 1.
"A veces
en el espejo
veo al muerto que seré.
No hay luz.
No hay tiempo.
Nadie llora por mi ausencia".
Camino por la casa
entre el silencio y las tinieblas.
Oigo cómo laten los muertos
y escucho la agonía
de un mundo que agoniza y se apaga.
Poema 2.
"Yo conocí
un tiempo bonito
donde la gente
era de carne y hueso
y tenían corazones en vez de pantallas".
Esbozo planes
para esta mañana festiva.
Todos acaban en el pozo aburrido.
Solo me queda castigar al cuerpo
con esfuerzo desmedidos
para liberarme en el descanso agotado.
Poema 3.
"Aún intento
luchar contra el tiempo.
Mis músculos y mis huesos
hace mucho que me miran muy mal
y en diversas ocasiones
les oigo cuchichear la palabra "loco"".
Hace un rato
estaba recordando muertos.
No logro imaginarlos inertes.
Siempre los imagino haciendo algo.
Hablando, riendo, moviéndose o respirando.
Mi memoria se niega a aceptar lo inevitable.
Poema 4.
"Hubo otros domingos
donde la luz repiqueteaba campanas.
Mi madre me esperaba al mediodía
luciendo la más dulce de sus sonrisa.
Cuando la besaba hasta el cielo se emocionaba".
Ella se fue
y desapareció la luz.
Poco a poco llegaron las tinieblas.
Y con las tinieblas los futuros malheridos.
Me fui haciendo triste sin apenas darme cuenta.
Poema 5.
"Cada vez amanece más tarde.
El otoño va oscureciendo los días y las vidas.
No importa.
Soy otoño todos los días del año.
El viento de la vida arrancó todas mis alegrías.
Ahora soy un poema triste que lucha en una guerra perdida".