Anoche Justiniano tuvo una gran idea
al ver un vídeo en internet
sobre la berrea del ciervo
en el que los machos
al estar en época de celo
bramaban majestuosamente
y posteriormente montaban a las hembras
con envidiable y mágica naturalidad
y por eso esta mañana
se ha colocado en la boca del metro
y cuando se acerca alguna mujer que le gusta
Justiniano se yergue
poniéndose de puntillas
y levanta sus brazos doblándolos
como si fueran las patas de un ciervo
para después ponerse a cuatro patas
emitiendo desde su sensual garganta
un estruendosos sonido gutural
mientras gira veloz alrededor de ella
guiñándole el ojo sin parar
pero hasta ahora no ha tenido mucho éxito
ya que lo único que ha obtenido
de esas mujeres caprichosas
tan alejadas ya del campo y la naturaleza
han sido insultos y unas cuantas bofetadas.