Recuerdo a los niños rotos
y sus vidas fracturadas
también a las bestias
disfrazadas de padres
mirando el suelo infinito
con los ojos cobardes
y las manos esposadas
recuerdo la lluvia llorando
el sol colérico
el viento enrabietado
mirando por la ventana
a los niños rotos
que temían al futuro
con temblores de pasado
recuerdo sus miradas diminutas
en la noche gigante
con sus manos de cuento
agarradas a las nuestras
recuerdo aquellos años
con cariño imborrable
cuando para los niños rotos
eramos ángeles de la guarda.