Justiniano es un hombre
que sabe encontrar
el lado positivo de las cosas
por ejemplo al hecho
de estar en el paro
y es que en vez de deprimirse
por no tener trabajo
ha sabido dar la vuelta a la tortilla
y ver su situación con optimismo
incluso pasar un rato divertido
con sus graciosas ocurrencias
por eso se pone cada lunes
a primera hora de la mañana
en la boca del metro
y aplaude con entusiasmo
a la vez que corea entre carcajadas
¡¡¡CAMPEONES!!!, ¡¡¡CAMPEONES!!!
OÉ, OÉ, OÉEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!
a todos los trabajadores
que con cara de pocos amigos
se dirigen a su puesto laboral.