Tengo fama de triste
para los alegres perpetuos
y a veces me pregunto
si alguien me operó los ojos
en el quirófano de la tristeza
o puede que ocurra
que mi realidad es de saldo
de estar por casa escondida
para que no manche
tantas felicidades Disney
o quizás deba ser
que no ando por las nubes
y sólo respiro verdades
dolorosas como puñales
pero no tengo ojos de madera
si miro por la ventana
veo días de sol
y también los de lluvia
sé de algún ángel humano
y de mil egoístas cotidianos
me duelen las personas malas
hasta el tuétano de los huesos
puedo pasar horas en soledad
aunque abrazaría a cada árbol
y por la vida de un niño
daría lo que queda de la mía
y si mi poesía es triste
espero que me perdonéis
no quiero contagiar a nadie
ni desinflarle a versos
su mágica nube de algodón.