Su distante silencio me aturde
como mil orquestas en el oído
gimiendo sinfonías desdichadas
me duele tanto que no respiro
otra cosa que sus ojos alejados
tiernamente cosidos en mi alma
me atormenta los días y noches
como cruel verdugo implacable
inmune a todos mis sentimientos
me hace beber una y otra vez
sus viejas palabras ya gastadas
de tantas lecturas demenciales
mientras confío que se contagie
hasta el tuétano de sus huesos
que sueñe todas estas palabras
cada noche con estrellas y que
siempre que la bella luna brille
en el cielo recuerde mi lamento.
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ResponderEliminarUff que amor fue ese, duele leerlo, que intenso!
ResponderEliminary que te habrá hecho pensar que eso no estaba sucediendo...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar27/08/12
ResponderEliminarTú... o nada...
o
d
o
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Un beso de "esos"...
:)