Transcurren lentos mis días y horas
contemplando ciego el cruel silencio.
Como tortura insoportable acudo
invariablemente en loca búsqueda
de unas palabras de una intuición
recibiendo como premio más vacío.
El corazón enfermo rige desvariado
en insólita pesquisa de ilusión vana
mientras mueren todas mis horas
suicidadas delante de una pantalla.
Todo daría por una frase iluminada
que me encandilara como pulsera
de diamantes sobre terciopelo azul
extinguiendo rauda este tormento
atroz y despiadado que me cruje
de arriba a abajo con ardor salvaje.
Por fin cuando aparecen las palabras
las recojo con exquisita prudencia
las desmenuzo una a una implacable
buscando significados divergentes
de lo que ellas pobres solo poseen
pero sigo endemoniado explorando
miles de posibilidades que certifiquen
lo que mi esperanzado corazón pide.
Como Quijote observador de molinos
el perturbado proceso me comporta
extrañas ofuscaciones que seducen
despiadadas a mi aturdida razón
llenando el aire de blanca esperanza.
Yo aun espero por dos palabras, y cuando llegan solo al abrirlas me doy de lleno con el vació que en ellas se encierra, quisiera alguna vez oírlas y sentir escalofríos recorrer mi piel
ResponderEliminar08/08/12
ResponderEliminar" Si tú me lo pides...
Saber...
a hierro matar, a hierro morir... herida de amor...
rev/belándo/se/te entre la niebla
su lugar, su...
.G "
("Táctica y Estrategia"/M. Benedetti)
Un beso de "esos"... obediente... T.Q.
:)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar"Las recojo con exquisita prudencia ..."
ResponderEliminarEs que tú eres exquisito.
:)
"Las recojo con exquisita prudencia ..."
ResponderEliminarEs que tú eres exquisito.
:)
Ainsssssss cabecita inteligente, descreído corazón. Te mereces esas palabras no hace falta desmenuzarlas.
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