Esta tarde los cadáveres
parecían simpáticos.
Hemos estado hablando
de esto y de lo otro
sin apenas resquemor en las palabras.
Ellos piensan que están vivos.
Qué incautos...
Incluso sonreían los muy muertos.
He notado que me costaba hablar con ellos.
Debe ser la falta de costumbre.
Últimamente apenas hablo.
Escribir escribo bastante
pero cada vez hablo menos
y me parece que mi lengua se está atrofiando.
He dejado a los cadáveres en sus cubículos
y he subido por la escalera
de los espíritus que no encuentran la salida.
Es una escalera poco usada.
Una escalera frecuentada por mí
y por algún alma perdida
que de vez en cuando quiere huir de las miradas.
Los espíritus presos nunca hablan.
Simplemente miran con sus ojos ciegos
a los que de vez en cuando pasamos por su lado.
Yo tampoco les digo nada
pero oigo como suspiran muy apenados.
Algún día incluso he notado lo que sentían
pero claro eso no lo cuento a nadie
porque no me creerían.
La gente sólo hace caso
de lo que le cuentan cada día en la televisión.
No me dan miedo esos espíritus.
Son espíritus de gente mayor
que trabajó allí hace muchísimo tiempo
y que tienen todavía cuentas pendientes por saldar.
Después he llegado a mi limbo cotidiano
y sin saber cómo ni porqué me he venido abajo.
Los duendes invisibles de las emociones rotas
han empezado a dar vueltas a mi alrededor
cantando hermosas canciones mudas
de unos tiempos felices que ya no volverán.
Y claro... uno tiene también su corazoncito....
Para librarme del bajón que prometía ir a más
he dejado mi cuerpo durante un rato
y he viajado por pasados medio olvidados
y también por futuros que seguramente no sucederán.
En todos ellos yo estaba automarginado.
Incluso si me remonto al más tierno origen de mi vida.
En todos los escenarios hay una raya.
A un lado estoy yo y al otro está la marabunta.
Pensándolo bien no sé ni cómo he llegado hasta mi ahora.
Es bastante raro que no hayan conseguido acabar conmigo.
Aunque también es posible que lo hayan conseguido
y que yo esté malviviendo a diario en una ridícula ilusión.
Indicios preocupantes hay por todas partes:
Ahora sólo hablo y cada vez menos con muertos que respiran.
Frecuento escaleras olvidadas donde oigo suspirar a los espíritus.
Escribo poemas que alguien que desconozco me va dictando.
Me miro en el espejo y no estoy nunca.
En el espejo hay un intruso que dice que soy yo...
Indicios malos...
Quizás hace tiempo que fallecí y nadie se atreve a decírmelo.
vivo o muerto si poder discernir así es bueno igual...
ResponderEliminarme hiciste recordar a "Coco" ja... saludos...
No sé qué decirte...
ResponderEliminarBesos.
Quisiera saber si los cuerdos son la marabunda que está al otro lado de la raya o lo eres tú, porque mis dudas tengo. Tienes buena puntería analizando las cosas, no estás equivocado del todo.
ResponderEliminarAunque dudo mucho que vueles al futuro, no tienes maquina del tiempo, nadie sabe lo que sucederá, por lo que debes predisponer tu yo interior a tiempos mejores que de buen seguro te quedan por vivir. Yo sé que tu corazoncito lo desea intensamente.
Nada de bajones.
Besitos muassssssssss
Es curioso, cuanto más hablé en su momento menos escribí.
ResponderEliminarAhora, escribo mas de lo que hablo.
Serán ciclos? será la vida? estaremos muertos de risa?
Besos del más allá.
O nunca naciste y eres una de los millones de ilusiones de una eternidad aburrida de tanto tiempo
ResponderEliminarEs lo que tiene, como no se le de uso a las cosas se atrofian :P
ResponderEliminarUn beso
ResponderEliminarFue leerte... y suspirar...
Desde aquí hasta allá.
Beso... susurro.
Y mi mano en tu mano...
🥀
PD: "...y por ALGÚN alma perdida
que de vez en cuando quiere HUIR de las miradas."
:)
ResponderEliminarGracias.
Yo también he tenido desde pequeña esa sensación de no pertenecer o de estar fuera.
ResponderEliminarTú sigue escribiendo que vivo estás
Besos
No estás solo en lo que dices. Pero sin duda eres el único que lo sabe decir así.
ResponderEliminarno te saltaste ninguno
ResponderEliminarentes y seres que están en otra dimensión
porción de lo ignorado nuestro mientras el respiro nos oxida
besos
Yo también hablo cada vez menos, de seguir así voy a tener que dejar la radio, porque no voy a saber que decir, (aunque más bien leo) y poco, jajaja. En cuanto a lo del espejo, suelo ver últimamente a una señora que tampoco identifico, aunque procuro darle una palmadita en la espalda por las mañanas para que no se me venga abajo. En fin, hoy se ve que no es nuestro día, Xavi.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Ojo cuando te los encuentres en el ascensor y te pregunten incentemente por el tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Estás en el lado acertado de la raya con un CORAZÓN enorme. Cuando callas tus silencios son elocuentes y hasta los muertos te echan de menos.
ResponderEliminarTus poemas son tan de verdad que una vez leídos se fijan en la mente y nos mantienen meditabundos. El de hoy es de antología.
Necesito tus versos a diario.
Un beso.
Es imposible que estés más vivo a pesar que tú quieras estar muerto...
ResponderEliminarHaces eco dentro del ser...
Un beso enorme.
Como que la TV dice mentiras??!!!
ResponderEliminarEstás muerto
Pero no te dejas matar del todo
Instinto de supervivencia
Le llaman
Los poemas te los dicta tu interior, dudo de que estés muerto.
ResponderEliminaryo tampoco me reconozco.... creo que ya no soy ni muerta, solo una energía que se mueve por inercia
ResponderEliminarbesos
¿Y que importa si estás vivo o muerto...si todo da igual?
ResponderEliminarA lo mejor es tu designio...el no saber
Abrazos
Hola Torito, con los muertos mejor no conversar no te responderán por muertos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo.
Muerta en vida te leo amigo Toro. Saludos
ResponderEliminarQué paseo, amigo, esos muertos te pasan las pelis de tu propia vida.
ResponderEliminarUn beso
“En todos los escenarios hay una raya.”
ResponderEliminarHe visto tantas rayas también...
Eres un muerto muy vivo.
Un beso duende.
Ese que te dicta tiene muchísima imaginación.
ResponderEliminarSaludos.
No creo que estés muerto. De ser así los, muerto que dices, ya te habrían reconocido como uno de los suyos y tendrías tema para hablar :)
ResponderEliminarBss.
Hola Toro, un texto poético que podría convertirse en una película de terror. Realmente la televisión influye mucho en nuestras vidas y nos deja sin poder pensar en nada, ni si es verdad o mentira lo que nos cuentan. Nos imponen y nos dicen que es así y damos por hecho que debe ser así. Creo que al final somos todos muertos vivientes y marionetas de anuncios y de los políticos.
ResponderEliminarEnhorabuena Toro por tus escritos.
Un abrazo
Poe y Lovecraft contados en la generación de "Sálvame", muy interesante poema. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez? Un abrazo, Toro.
ResponderEliminarMirar a los ojos del pasado es seguir haciendo se preguntas... Mirar al futuro es hacerse un guiño, vivir el presente es reconocer nuestros pasos... Simplemente hay que fluir para que los duendes no nos hagan de rabiar.
ResponderEliminarMil besitos con cariño, Poeta.
Esto... tu poema me recuerda a la película: el sexto sentido.
ResponderEliminarUn poemazo!!!
Besoss
Me he identificado muchísimo con este poema.No sé cómo lo haces, pero más allá de la indudable belleza de tus letras, siempre calas hondo.Besos***
ResponderEliminarquizás el mundo sea de los muertos, quizás lo raro se estar vivo... quizás nunca lo sepamos..
ResponderEliminarquizás no queramos saberlo...
Los espejos no parecen el mejor sitio para mirarse.
ResponderEliminarBesos
Sigues caminando ...
ResponderEliminar:)
Un beso, Toro.
Tú no tienes corazoncito, tienes un corazón gigante. Por eso puedes escuchar todo lo que escuchas.
ResponderEliminarAh, y decir que tienes la lengua atrofiada me parece una provocación innecesaria. ;P
Besos
Como también suelo dejar mi cuerpo por un rato, este poema me refleja.
ResponderEliminarTodo llenos de ecos, de fantasmas y estelas.
Y nosotros, nos unimos. A veces vivos, tantas, muertos.
Bss.
Qué maravilla de pensamientos agrupados en poema. Me encantó esto:
ResponderEliminarLos duendes invisibles de las emociones rotas
han empezado a dar vueltas a mi alrededor
cantando hermosas canciones mudas
de unos tiempos felices que ya no volverán.
Creo que pintaste muy bien la realidad de muchos. Besos