Camino por los caminos
que mis pasos ya caminaron.
Estos días me he regalado tiempo.
Ayer tarde deambulando sin brújula
por el centro de la ciudad
volví a ver el termómetro gigante.
Marcaba 13 grados.
Y todo se disparó.
Invierno de hace mucho.
El mismo termómetro a dos grados bajo cero.
Mis botas camperas.
Mis tejanos.
Mi barba.
Mis libros y libretas.
Todos caminando y tiritando hacia la biblioteca.
Son poco más de las nueve de la mañana
y mis pasos van en busca de un futuro que no intuyo.
En la biblioteca: mi posible novia y sus dos amigas.
Hace días que compartimos mesa, tiempo, miradas y suspiros.
Me ven.
Cuchichean.
Y mi posible novia se ruboriza.
Al otro lado de la mesa me aposento.
Frente a ellas.
Mirándolas de vez en cuando como por equivocación.
Y el reloj del corazón dando las horas cada vez más rápido.
Qué habrá sido de ellas?
Dónde las habrá llevado la vida?
Habrán sido felices?
Si alguna vez han vuelto a la biblioteca me habrán recordado?
Nunca sabré las respuestas.
Es posible que algún día nos hayamos cruzado invisibles
por las calles ciegas donde caminan los que olvidan los recuerdos.
Son tantas las cosas que quisiera saber.
Volver sobre mis pasos y descifrar los futuros que perdí.
Encontrarme con los sentimientos que me hacían vivir en la luna.
Y abrazarme a ellos.
Y volver a tener futuros.
Y volver a latir por la vida con ojos de hombre por hacer.
El termómetro gigante sigue imperturbable en su trono de tiempo invencible.
Ha visto pasar millones de vidas.
Y no dice nada.
Sigue marcando los grados con absoluta indiferencia.
Lo miro y lo admiro.
Él seguirá aquí cuando yo ya no esté.
Él seguirá aquí cuando mi posible novia y sus amigas también se vayan.
Él seguirá aquí custodiando el eco de recuerdos bonitos que hoy me han besado.
Me despido de él y de ellas.
Sigo caminando por los caminos del ahora.
Sin libros.
Sin libretas.
Sin prisa.
Sin suspiros.
Sin botas camperas.
Ya no hace el frío que entonces hacía.
Ahora camino invisible entre riadas de gente que van de compras.
Quizá de aquí a unos años vuelva a caminar por algún futuro que ahora tampoco intuyo.
Quizás entonces no recuerde al termómetro gigante.
Ni a mi posible novia ni a sus amigas.
No lo sé.
Ni lo quiero saber.
Veo a la gente que me rodea.
La mayoría son jóvenes y tienen risas y grandes entusiasmos.
Aún no han descubierto sus futuros.
Aún caminan por los laberintos del tiempo que acaricia sus ilusiones
Sigo caminando en busca de luces en mi corazón.
De repente oigo un rumor.
Me acerco.
Oigo cantar:
Feliz Navidad...
Feliz Navidad...
Feliz Navidad...
Próspero Año y Felicidad...
Una y otra vez.
Sin parar.
Cada vez más cerca el estribillo me remueve el corazón.
Ahora los veo.
Me planto ante ellos y me hago niño.
Son unos treinta estudiantes de medicina cantando.
Enfundados en sus batas blancas cantan y cantan villancicos sin parar.
Cantan y sonríen.
Sonríen y cantan.
Ahora soy el niño más niño que nunca fui.
Algo se me ha roto por dentro y ya nada lo puede parar.
Ahora soy una lágrima tan gigante como el termómetro de mi juventud.
Han vuelto todos: mis padres, mis amigos, mis recuerdos y el espíritu hermoso de la Navidad.
Qué preciosas magipalabras!
ResponderEliminarBesos para el niño.
Qué bonito, Toro.
ResponderEliminarPrecisamente hoy lo hablaba con una amiga, recordaba las cenas de Navidad de mi infancia, llenas de gente. Como eran antes las familias, abuela, muchas tías, muchos tíos y una patulea de chiquillos primos hermanos. Qué ilusión, cuántas travesuras! Luego, siempre algún adulto se calentaba y terminaban medio picados...eso ya no pasa porque las familias han cambiado. Cenamos un puñado y nos medimos sin pelear. En cierta forma, es hasta triste.
Besitos.
Mi querido XAVI, si sigues practicando estas preciosas centrifugaciones tuyas, en nada te veo con la zambomba brincando por las calles, aunque mientras lo hagas se te escurran esos lagrimones inmeensos que son tan parte de ti.
ResponderEliminarEres un cielo!
Un beso
PD
La que iba a ser tu posible novia, no lo dudes, ahora está calva, tras arrancarse todos los pelos por no haber permanecido a tu lado ; )
Sin palabras me has dejado.
ResponderEliminarOjalá te dure esa sensación y no tengas que volver «por las calles ciegas donde caminan los que olvidan los recuerdos».
Saludos.
Hermosa nostalgia, Torito
ResponderEliminarAbrazo tu alma
Todo lo que fue y lo que fuimos no vuelve más. Queda dentro para bien y para mal. La vida se muestra a partir de una edad y a seguir; a llevarla, a veces bien y otras, pues eso.
ResponderEliminarSi los recuerdos reconfortan, a ellos.
Hoy te abrazo.
Jo,que precioso te quedó!!
ResponderEliminarY lo de ojos de hombre por hacer...
Para enmarcar o tatuárselo
Hola Torito, precioso el poema y lleno de metáforas.
ResponderEliminarQue disfrutes estos días con tus recuerdos y sigue siendo el niño que siempre fuiste. Que te colmen de besos y abrazos tus padres y esa lágrima sea aún más grande para recogeros ahí los tres y seguir amandoos.
Un abrazo enorme
😘🌈🌹
Mides como un termómetro los sentimientos. Calor de afectos en el frío silicio.
ResponderEliminarUn beso.
Una belleza absoluta de viaje a partir de ese termómetro que detona tus recuerdos. Ese pasado tan íntimo que solo es tuyo porque además de memoria es sentimiento. Aunque seguro que cada uno ha rememorado su propia navidad.
ResponderEliminarJo, me has hecho llorar😢
ResponderEliminarAbrazo***
Que el espíritu de la Hermosa Navidad
ResponderEliminarllene tu corazón de luz.
Caminar por el tiempo puede ser bonito.
Besos.
Impresionado, TS. Tu relato/poema es de muchos quilates, escribes de maravilla. Has conseguido que me metiera en tu texto como si yo fuera el actor prioncipal.
ResponderEliminar"descifrar los futuros que perdí", una de tus muchas grandes frases, TS.
Enhorabuena y gracias,
Es una preciosidad de poema, un paseo por tu ciudad, tus recuerdos y tus sentimientos.
ResponderEliminarMe ha encantado la escena de la biblioteca :)
Y el final conmovedor.
La Navidad tiene eso de remover las emociones.
Besos
Buahh, me llevaste a tantos sitios que es difícil expresarlo, pero he vuelto a la biblioteca y te aseguro que los libros se acuerdan de ti, y más de alguna posible novia también. El caso es que tienes que hacerte vulnerable para que se acuerden. Gracias Toro.
ResponderEliminarUna caminata muy nutrida de emociones imposibles de evadir, con un sabor agradable, por la mejor imagen de ti del recuerdo en lugar central.
ResponderEliminarBesos de anís.
ese es el milagro de navidad , corazón de niño
ResponderEliminarbesitos :)***
Es muy conmovedor, Toro, y el uso de la imagen del termómetro como metáfora de todo lo que vas "midiendo" a lo largo del poema, excelente.
ResponderEliminarUn beso.
Como me gusta la frase "latir por la vida con ojos de hombre por hacer" la entiendo como un no saber lo que va a pasar, y esperar animado que la vida te sorprenda. Lo he vivido no hace mucho y por eso me gusta tanto.
ResponderEliminarYo creo que el niño/a que fuimos aún está dentro de nosotros, la vida nos hizo arrinconar esa curiosidad por la vida en algún trastero bajo llave, y si por alguna razón se abre el cerrojo, el espíritu de lo que fuimos vuelve a nosotros, y es algo hermoso.
Te he leído con emoción y he escuchado esa musiquilla que tan bien relatas. Muchos besos 🌸
Ay Torito! pues has escrito algo precioso(tan emotivo que me pican los ojos)estos dias que sin duda la belleza emotiva brilla mas que las luces de un arbol majestuoso.Un abrazo inmenso para ti,compañero de letras por tantos años,mejor dos abrazos y besotes multiplicados.
ResponderEliminarEs peligroso cuando el niño que vive dentro, sale. Demasiados sentimientos afloran, de todo hay.
ResponderEliminarBesos
Un gran poema ,Toro. De esos que, cuando salen, rejuveneces años al leerlo y el corazón se vuelve a llenar de todo lo bueno que fuimos dejando atrás por los caminos de la vida. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Me has emocionado, mi querido Poeta... Te dejo un abrazo lleno de emoción porque me has hecho regresar a muchos lugares y ver a muchas personas que pasaron por mi vida y mi mirada... También lo corazón. Gracias infinitas 🙏❤️
ResponderEliminarJoder que pasada Toro
ResponderEliminarPrecioso Xavi. En el fondo seguimos siendo esos niños y si mantenemos esa alegría, seguiremos y disfrutaremos esa feliz Navidad.
ResponderEliminarFelices fiestas y disfrútalas, como el niño que eres.
Besicos muchos.
ResponderEliminarEl tiempo bien disfrutado es un preciado regalo/tesoro.
Y tu poema también lo es.
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano...
🥀 🐾
Qué belleza 👏👏👏
ResponderEliminarTodo lo tenemos archivado.
Besos.
La Navidad siempre está ahí,
ResponderEliminaraunque nosotros no queramos saberlo.
Saludos.
Ayssss te ha dado de lleno el espíritu de la navidad...
ResponderEliminarVes? La vida te da sorpresas,querido Grinch.
Un beso atemperado.
(El Can Cottet se inauguró el día de mi cumpleaños...bueno,pero unos años antes.😉)
Qué hermoso escribes Toro!!!!!!
ResponderEliminarY que real... todos recordamos aquellas otras Navidades y también vienen a visitarnos los que ya no están y enseguida nos hacemos aquellos niños lejanos.
- que
ResponderEliminarhaya
paz
en la
luz
y luz
en la
paz
esta Divina
Navidad ...
para ti Toro Salvaje y toda tu famila , vuestro amigo , un fuerte abrazo .jr.
Me ha encantado. El paseo, los recuerdos, el espíritu navideño y el poema.
ResponderEliminarUn beso
De tant en tant va bé despertar (o que ens despertin) al nen que portem dins...
ResponderEliminarPrecioses paraules.
Petonets, Xavi.
Feliz Noche Buena, Toro! Un apapacho.
ResponderEliminar:)
EliminarFeliz Navidad!!!
Conmovedor hasta la lágrima, esa que no se puede reprimir cuando todo vuelve y todo se va en un pestañear. Te abrazo con cariño. Que tengas unas buenas y amorosas fiestas.
ResponderEliminar¡Quién pudiera! Eso sería una verdadera navidad
ResponderEliminarDespués de algo así, me convierto directamente al Torismo ortodoxo
Me gusta releerte, qué le vas a hacer! Es que tus versos son los que yo no sé escribir. Hermoso
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