Sifones
azules
y verdes
en las mesas
del bar
allá en el pueblo.
Un pueblo pequeño.
Yo era un crío.
Apenas quince años.
Eran las fiestas.
Vermuts alegres
con patatas chips
y olivas rellenas
y berberechos
y también langostillos.
Y orquestas.
Y baile hasta las tantas
y un mundo por descubrir...
Luego
hay un salto
en el oscuro vacío
desde ese tiempo feliz.
Me hice mayor.
Y no sé cómo
me arranqué de ahí.
No supe nada más de todo eso.
Ni del dueño del bar.
Ni de los clientes habituales.
Ni del periódico
que llegaba siempre
con dos o tres días de retraso.
Ni de mis amigos.
Ni de las risas.
Ni de los enamoramientos.
Todo desapareció.
Incluso el crío que fui.
El pueblo es ahora
un lamento de casas vacías
donde los recuerdos amarillean
y los fantasmas no toman el vermut.
Qué rico las orquestas y los bailes hasta las tantas, eso lo echo de menos
ResponderEliminarEn cuanto a los viajes, cada vez me da más pereza también. Nunca pensé que diría esto con lo que disfrutaba viajando. En fin. Porca miseria II
Besitossssss
Buona giornata!Olga
ResponderEliminarEl mejor y más profundo viaje es el que se hace hacia uno mismo.
ResponderEliminarLa juventud se presenta en color sepia y teñida de nostalgia.
Preciosos los dos poemas.
Un beso.
Nel tempo le cose sono cambiate, lasciando un senso di profonda inedia.
ResponderEliminarBuon mercoledì
Me has hecho recordar esos sifones que tenía olvidados.
ResponderEliminarY me ha hecho ilusión.
Besos
Pues yo sigo viendo al niño que fuiste en tus letras, Xavi. Sigue ahí, y provocas una inmensa ternura.
ResponderEliminarHay épocas en las que uno vive con hambre, necesidad de vivir, experimentar, conocer, luego nos llega el receso, la búsqueda de otro cobijo, del silencio contemplativo. La soledad. De recorrer y entender los pasos dados. Y de la nada, la incomprensión, la visceralidad que induce a un continuo duelo entre el ayer y hoy.
Pero, bueno... tampoco estamos tan mal, ¿no? No me digas que sí, que me hundo, ;)
Besos.
Ayyy Xavi, qué nostálgicos estamos tú y yo en estos días. Yo por algo que anunciaré pronto si las cosas salen como las tengo previstas y podrás comprobarlo. No digo más que se rompe el encanto. Jejejej
ResponderEliminarBesicos muchos
Es muy bonito lo que escribes, mucho.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña!
A veces me recuerdo niña, bastantes veces en verdad, y pienso en esa desatención de la infancia hacia la realidad de la muerte o la finitud de las cosas... Quisiera aprender de ella, recuperar un poco de esa desatención, un rato, relajarme… como la niña, pero es imposible… Quizás en esa imposibilidad resida la crueldad de la nostalgia, Toro?
ResponderEliminarMuy triste la España o Cataluña vacíada, pero lo que hay que procurar es que no se vacíen los recuerdos.
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