En realidad
nunca estoy solo
cuando camino por la vida.
Me acompañan
cientos de personas
que aún deambulan
por el interior de mi cabeza.
Son okupas neuronales.
Son de otras vidas.
Son de otros tiempos.
No sé qué hacen ahí todavía.
No tienen
nada mejor que hacer
que invadir mis pensamientos?
Cuesta tanto vivir en soledad y descansar la mente...No somos dueños ni de nuestros pensamientos.
ResponderEliminarUn beso.
Mira que cabe gente y cosas ahí adentro!
ResponderEliminarViernetes! Hoy sí :)
Besitosssssss
Están y no se van. Por eso hay que vigilar mucho con quién nos relacionamos y no siempre lo hacemos.
ResponderEliminarSaludos.
Abrazo***
ResponderEliminarEsas compañías son las que más cuesta echar. Abrazos
ResponderEliminarHe sentido esto muchas veces, soy aficionada a la genealogía. La vida de mis antepasados ha sido una de las cosas que me ha ocupado la mente en los diez últimos años.
ResponderEliminarTendrás algo pendiente con ellos. Yo tengo la fortuna de ser desmemoriada y me cuesta recordar a los míos como para, encima, recordar a los ajenos.
ResponderEliminarSeguramente no, no tienen nada mejor que hacer.
ResponderEliminarBesos.
Algunos ni a escobazos se van.
ResponderEliminarQué pesadez.
Bss.
Fantasmi che vagano nella mente, per farsi ricordare..
ResponderEliminarBuona giornata