Al son de la trompeta
los gitanos y la cabra
eran los reyes de la calle
hasta la última nota
y cuando los súbditos
de mirada encandilada
echaban algunas monedas
sobre el pañuelo extendido
aparecía majestuoso
de entre las sombras
el respetado patriarca
descubriendo una sonrisa
donde brillaban al sol
las joyas de la corona.
Esto me suena familiar a mí...
ResponderEliminar¿Por qué será?
jajajajajajajajajajajajaja
Petons, Tunero....
(yo, el oso, lo tengo....)
Siii es verdad...jo¡¡¡..que pocas cosas teníamos...y los circos ambulantes jeje...esos que apenas tenían 1 león viejo, unos marabaristas y un payaso, eso sí, siempe un payaso...y UN CARTEL ENORME "GRAN CIRCO MUNDIAL" JEEJ...
ResponderEliminarBesos amigo.
Y es que una sonrisa puede realzar el día mas nublado, el sentir más hundido... eso sí, una sonrisa desde el corazón.
ResponderEliminarPetonets i un somriure.
Ay, Toro...
ResponderEliminarConozco esta escena real. La he vivido.
Desde nuestra terraza en el piso de Leganés, echando unas monedas a la gitana que extiende la pandereta al cielo, mirando a la gente que se ha asomado a ver el numerito de la cabra, mientras el gitano toca la una reluciente trompeta. Qué gracia!!
Te deseo un soportable lunes, Toro!
(y un dulce otoño!!)
Fa
Toro!!! qué maravilla
ResponderEliminarPude ver una sonrisa de dientes de ORO!!!!
io nunca vi una cosa del genere..solo en las peliculas..
ResponderEliminarun beso!
sí, jeje, a mi también me suena esta estampa de cuando era pequeña. Recuerdo todos los vecinos en los balcones mirando la cabra y el tipo del organillo...
ResponderEliminar¡Triste libertad la de los gitanos, dueños de la calle solo mientras suena la trompeta!, pero mas triste aún el destino de la cabra que baila al son que tocan, como tantos hombres y mujeres hoy en día, convertidos en payasos sin saberlo.
ResponderEliminarUn abrazo
María Jesús
Por aqui de vez en cuando, te encuentras a la cabra subiendo a una escalera, y a los gitanos con el organillo. Ya lo se, somos un poco paletos!!!! :)
ResponderEliminarUn beso
Diossss Es verdad el sonido trillado del acordeón, mientras alguien tocas las teclas en un play back musical, el teatrillo de la calle....
ResponderEliminarRecuerdo esa estampa, ajá... en mi barrio llegaban los domingos por la mañana y luego mi hermano y yo móntabamos el jolgorio, imitándoles.
ResponderEliminarAhora, en más de una ocasión, pienso que no me falta más que la cabra. Lo que son las cosas, hay que joerse, jeje.
Besote, Toro, buen lunes...
Que recuerdos me trae esto que escribes, cuando era niña, siempre se ponían en la calle con su cabra, su trompeta y un órgano que las mañanas amenizaban, esperando la recompensa de esas monedas que lloviesen de lo alto..
ResponderEliminarBesos con cariño Toro
Feliz semana Toro!
ResponderEliminarA sonreirle a la vida q el mayor tesoro es verse reflejado en la sonrisa de quienes queremos
Besoteee :D
QUE SUERTE HAS TENIDO EN VIVIR ESTAS COSAS QUE BONITO¡
ResponderEliminarBESOS.
que pena da la pobre cabra,
ResponderEliminarbuen dia Xavi, besos
Me ha recordado a mi infancia, mirando desde el balcón de mi casa, en una de las calles de la barceloneta, un domigo soleado y festivo... jejeje... qué curioso. Luego se dio paso a el organillo y a la cantante, micrófono en mano... Ahora ya nada de nada... Las "tradiciones" van cambiando...
ResponderEliminarPetonets! Cuidate.
Siempre me envuelves en la nostagia
ResponderEliminarTe pareces al tango,y a la palabra
melancolía...
Pero la memoria es así de grata
e ingrata y nos trae a veces
lo que deseamos y que creimos
olvidado...
gracias ♥♥♥besos♥♥♥
Que ha pasado con los gitanos y la cabra?..y el acordeón!, aunque en los últimos tiempos creo recordar que ya iban con un cassette incorporado
ResponderEliminar..la sonrisa que brillaba al sol, era por el diente de oro? :-)
Besitos, Torito
A mi me sucede como a Istharb, por aquí aun suelen pasar con su estampa REAL, recogiendo las monedas que les tiran y sonriendo con el brillo de sus lujosos dientes de oro!
ResponderEliminarMe ha encantado el poema, los describes con una magia única!
Millones de besos...
P.D.: Al otro, aunque sólo fuera por un acto de bondad, ya podías haberle eliminado el camioncito!! Aun recuerdo cuando lo leí por primera vez... malvado! que eres un malvado!... jeje... muacksssssss
Ese poema de la derecha me da demasiada risaaaaaaaaaaa. Es demasiado "tu".
ResponderEliminarBuongiorno ♥
y por supuesto, esto me suena muy cotidianooooooooooooooooo!!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEvoco una peli cuyo nombre no recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y acariciador!
Si no digas más: Su dentadura de oror jajajaja. Saludos!
ResponderEliminar¡¡Caramba!! hace mucho no los veo por la calle....años más bien..
ResponderEliminarUn beso endiablado..
Me encantó lo que te dijo Mía que
ResponderEliminar"Te pareces al tango,y a la palabra
melancolía..."
Hasta cuando me hacés reir te sale esa veta.
(Igual te dejo besos, aunque...
:(te estás olvidando de algo...)
Supongo que las "joyas de la corona" serían sus dientes de oro... Besotes, M.
ResponderEliminarBuena forma de mirar, y de ver.
ResponderEliminarbesotes
musa
Pues por mi calles he visto cruzar a la troupe con trompeta, gitana y el patriarca recubierto de orol y joyas que te irritaban la vista de sólo mirarmo, pero ese diente engazado en oro puro siempre me llamó la atención. No podía dejar de mirarlo.
ResponderEliminarUna tribu fascinante.
Maya
Toro!! Anoche, cuando trataba de dormir, me vino a la mente La Esmeralda, la gitana de Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo, que jugaba con una cabra.
ResponderEliminarY ahora vengo y te leo.
:)
Che, qué cosas raras que pienso cuando no puedo dormir...
A mi que sempre m'han fet una mica de por les dentadures d'or... no sé, em fan cosa i em sonen a dolent de peli.
ResponderEliminarBona tarda!
Me acordé de la peli barrio...y me vino hasta la música de la trompeta...
ResponderEliminarPeculiar vida la de los gitanos.
besitos.
Por un momento
ResponderEliminarvolví a mi infancia,
me ví asomada a la ventana
junto a mi madre
viendo el espectáculo!
Y el diente de oro
vuelve a brillar!
Besos Toro:)
gitanos y su lenguaje el romané
ResponderEliminarcuando era nena , en donde vivía siempre habían campamentos de ellos
y siempre me llamó la tención su dialecto, es muy bello y muy melodioso
tengo gratos recuerdos
y también algunos pa'la risa:-)
Muakismuakis
Es un hecho que se repite mucho más de lo que recordamos... los que trabajan, pensando siendo libres y los que los devuelven a la realidad recuperando los beneficios...
ResponderEliminarLos dos o los tres en algún instante del cada día son felices...
un ptó :*
Menos mal que en bolsillo de esos gitanos resplandecerá más esa sonrisa.
ResponderEliminarBesitos Toro.
Quizá en otra vida pueda verlos, en esta creo que perdí la carreta.
ResponderEliminarBesos lejanos
Fina estampa, caballero!
ResponderEliminarPor estos lados no es una escena común, pero las conocemos por las películas!
Debe ser agradable verlos o haberlos visto al menos!
Besitos guapo!
Si lo haces, yo también.
ResponderEliminar:P
hermosa contemplación, un estupendo retrato tan vivo como el presente aunque esta estampa parece que no recobre vida ante nuestros más cuando uno la le escrita por tus manos, un abrazo amigo
ResponderEliminarYo habria seguido joder, te quedas con ganas de mas, en serio, esto esel principio de uan historia, o quizás no, quizas sea mejor así...
ResponderEliminarsaludso brujos
Has conseguido hacernos sonreir a todos, jaja, no será ya una imagen habitual, no, pero que aún se da de vez en cuando. Ahora mismo los tengo yo debajo, sin cabra, pero con palmas.
ResponderEliminarUn abrazo!
cuando se huele el dinero (que han ganado otros con su sudor, por cierto), se les cae la careta a muchos. Es lo que tiene la avaricia.
ResponderEliminarbesos
(quizas me haya ido por las ramas, pero me da que no es un post de gitanos)
Toro, has logrado llevar la postal hasta mis costas, y pude ver cada imagen de las que describes, qué bello inicio de semana. Mil besos
ResponderEliminaraplausos para esta real estampa
ResponderEliminarplas plas plas
besos
Creo que tus palabras son equel rey con acentos y rimas como joyas. Por los comentarios me siento inculto en el tema, no lo logro entender bien, en realidad a que esta referido.
ResponderEliminarUn abrazo Toro, cuidate mucho.
Nicolas.
Era bastante impresionante ver estampas como ésta por las calles... todo un affaire turístico.
ResponderEliminarBesos,
Que bien escribes Xavi, que hermoso leerte siempre.
ResponderEliminarUn beso.
Y ahora, más dificil todavía:
ResponderEliminarLa silla encima de la cabra.
Un saludo, lóbrego amigo
¡que bien contado, Torito!... yo también los recuerdo, hace años ya que no se ven, al menos por aquí.
ResponderEliminarbicos,
Retrat encertat d´aquesta cultura.
ResponderEliminarPetons.
has pintado una maravilla para nuestros ojos, un fuerte abrazo por todo lo entregado.
ResponderEliminarEsmeralda quería una portada de 'Interviú'.
ResponderEliminarPero las monedas del sombrero resultaron ser de chocolate.
Un (b)eso...
Que recuerdos...Un saludo.
ResponderEliminarho veig^^m'agrada aquesta estampa, esper que sa mágia aquesta no mori mai...
ResponderEliminarQue lindo, parece un cuento antiguo. Me gustan las trompetas. Suenan lindo.
ResponderEliminarBesos mi señor Toro querido.
Eso es una corte y lo demás son tonterias
ResponderEliminarCarpe diem, querido Toro.
ResponderEliminarBesos.
Pues me ocurre como a tantos Toro que recuerdo a aquella cabrasubiendo escaleritas al ritmo de la música que gitano tocaba.
ResponderEliminarPasaban por medio de la Avenida en la que yo vivía.
Todavía de vez en cuando he vuelto a ver esa escena en pleno centro de Bilbao e ineludiblemente trae a mi memoria aquella otra calle, tan distinta a las de ahora.
En la que yo vivía, un barrio que entonces estaba muy alejado del centro, apenas había coches.
QUE RECUERDOS TAN NITIDOS TORO
Que sepas que aunque tarde, cuando por fin puedo dedicar un rato a visitaros no me pierdo ni una de tus entradas. Pero chico es que produces un montón... jajajaj
Un beso grande Toro
Retablo y estampa, me recuerda los fondos callejeros de dramas y cuentos costumbristas. Hoy los patriarcas no están en las calles, pero haberlos haylos, sí.
ResponderEliminarBesico, Toro
Estampas de nuestros pueblos, imágenes de otros tiempos. A veces es bueno no olvidar. Un abrazo.
ResponderEliminarLeyendo tus letras una imagen a acudido sin remedio. Una gitana, un oso, una guitarra, unas castañuelas y unos farolillos.
ResponderEliminarLa música salió de entre todos ellos, y una noche con luna y estrellas, al lado de una gran fogata.
Que estampa tan real!
Besos tiernos y dulces para ti.
** MARÍA **
Encandilados
ResponderEliminarsuelta monedas de oro
que raudas manos
convierten en coronas
de hojalata.
ostraaas, que recuerdo, joooer, me transportaste de un golpe a mi niñez... Recuerdo que cuando llegaban era un festival en la calle, eso si, la cabra siempre me dió mucha tristeza.
ResponderEliminarUn beso...Qettah
Ayyyyy, los de la cabra!! jajajajaja. Perdón, ya sé, pero jajajjaja. Es que me has recordado ese show que ya tenía olvidado. Viva Spanien, vaya tela.
ResponderEliminarJajajajajajaj. Una visión muy chic, inevitable que la cabra no venga a la mente :P
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