Uuuyyyyy... eso es que el príncipe además de ser mago tenía hambre... Pobre rana... ya no croará más... Ohhh... Me gusta el príncipe encantador!! Muchos besinos Toro!!
Ay estos chicos... hervir y comer. Siempre huyendo de la elaboración... http://www.afuegolento.com/recetas/entrantes/varios/3757/ancas-de-rana-a-la-leonesa Imprescindible la guindilla. Besos de merienda-cena.
Ay, con lo que me gustan las ranitas. Pero a como están los precios vamos a tener que hacer magia para comer mariscos....pero sin ranitas, pobrecitas. Me adivinas el pensamiento?? Besossss Toro !
Con lo ricas que son las ranas lo que hizo fue pasar trabajo aunque si lo pienso este relato puede tener un trasfondo más complicado. En vista de que al marisco, almeja o como le llamen por ahí es asociado con el sexo femenino yo creo que este príncipe o es gay o ... le gustan los mariscos ajaajjaja. Estás hecho un metafórico Salvaje, un abrazote.
Si me lo permites en cuanto tenga un rato te leo desde el principio, pq realmente me tienes en ascuas,....., tenemos un príncipe glotón y ahora al parecer algo indigesto, una ranita loca, que lo descoloca y parece ser lo tiene muerto fame,... pero nada más..... Mañana nos cuentas si terminan juntos???? .... un abrazo fuerte.
Hola Toro, no sé yo que pensar de ese príncipe, de momento que está hambriento, está claro que también le afecta la crisis. Eres gracioso, me gustan tus letras siempre con una sonrisa aflorando en mi rostro. Gracias. Un abrazo.
Jajaja, vale, la convirtió en "camagón" (camarón, gambeta), jajaja...
Y como no tengo poemario, he tenido que buscar este poema entre tantos y tantos, menos mal que es corto, lo recordaba, y lo encontré muy pronto en google: Psicópata 31
Me gustaba tanto mi novia que me la comí.
Jajaja, Toro, jajaja...
Un beso de "camagón", jajaja...También tuve que buscar el término catalán de camarón. Mira, Toro, es un comentario muy corto (para variar, jajaja), pero me ha llevado uff de trabajo...jajaja
El Principe Encantador, no contaba con que las ranas igual que los fantasmas cobran fuerza en los rincones más oscuros, así que...Bon appétit. A partir de ahora nuestro Príncipe vivirá toda su vida croando... croack...croack............. Pobrecillo...jajaja, no hay que fiarse de las ranitas...tampoco de los Príncipes Encantadores.
Estuve sin conexión, Torito, espero me hayas extrañado... veo cambios en la diagramación, me gustan los recuadros y el toque de amarillo. Bon appétit para el príncipe, besos para vos.
Bueno , bueno , bueno Toro, !!!! me gusta el nuevo entorno de tu blog, tiene como más LUZ, me ha echo sonreír tu entrada eres "" encantador""". Un fuerte abrazo cielo.
Por qué las princesas no existen? O por miedo a que se convirtiera en una jajaja ay qué cruel me sentí, me retracto!!! La verdad es que reí al leerte, abrazooooos
Yo quiero un principe que no me besa pero conviera todos mis petalos en agua del mar con su mirada..., ¿ tienes tú un príncipe así, TORITO? , para prestarme?
;-) Hola Torito Guapo. Seguro se dio un gran banquete. Un pequeño placer comer marisco :-) Las chirlas, las almejas de mar me encantan. También las navajas y los percebes :-) estas sabrosones. Saludos y abrazos
Me gusta el cambio en el aspecto de tu blog. Si se me permite dar una opinión, este formato resulta mucho más agradable para leer. Enhorabuena por el cambio!!! Un saludo.
Y se me olvidó, jajaja, este príncipe no tiene ni idea, seguro que nunca ha probado las ancas de rana, es que este blog desde los tiempos de los rollitos de primavera ha decaído mucho en lo culinario. El príncipe terminará con gota, ya verás, marisco y más marisco...
¡Buena tarde, Toro! Jajaja... (me muero de risa).....
Toro, me muero de risa, pero bien, eh, sabes cuánto valoro todo lo que dejas; fatal desde el punto de vista culinario, fatal, Toro, pero... nadie es perfecto...jajaja...
Para remediarlo, te dejaré la receta de las ancas de rana, ¡de rechupete! Lo hago por tu salud, para que no te indigestes de "camagones" o de otro marisco, no sé... mejor combinar, no desechar... bueno, tú verás, Toro...
por favor: TORO, díme que es un escenario peligro( sin coma), de uno de tus poemas anteriores. a) escenario peligroso b), el escenario no es peligroso c) ninguna de las anteriores
Besos. ( personalmente yo creo que es la opción a)
Llegué navegando hacia estas aguas, desde un lugar muy remoto.Y he tenido el gusto de leerte. Me encanta tu estilo poéticoirónico (si se me permite inventar la palabra). Tus versos, me shockearon. Por ahí, alcancé a leer un comentario sobre un poema a un psicópata. Muy bien pintado tu príncipe psicópata. Primero te seduce, luego te va moldeando a su antojo y para el postre...te destruye. Ante personajes así, es mejor salir corriendo y dejar que se coman a sí mismos y se intoxiquen. =). Te dejo un saludo desde el sur del planeta.
Creo que tu príncipe más que encantador es un... ¡zampabollos! o mejor dicho un ¡zampamarisco! y encima clasista... ja jaja que no le vale comerse una rana.. solo si se vuelve marisco .. pero habrase visto que sibarita... bueeeno seré generosa con él, a lo mejor solo come langostas con cáscara porque tiene deficiencia de calcio en los huesos... es por eso ¿verdad? ;-)
Uuuyyyyy... eso es que el príncipe además de ser mago tenía hambre...
ResponderEliminarPobre rana... ya no croará más... Ohhh...
Me gusta el príncipe encantador!!
Muchos besinos Toro!!
Bien por el principe! ¿Como iba a dejarse engañar por una rana?
ResponderEliminarBeso
Este cuento es cruel con las ranas!
ResponderEliminar¿Qué le han hecho las ranas al príncipe?
Croac, croac.
Especifica, ¿almeja, mejillón o qué?
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Mientras estuviera en buen estado!!!! es por que depende de que charca esta bastante contaminada haber si la palma por habérsela comido!!!
ResponderEliminarBesos
jajajaja... excelente cambio al encantamiento.
ResponderEliminarun abrazo
CArlos
juasssssssssssssssssssss.
ResponderEliminarabrazos
Nahhhh, ese es Ferran Adriá deconstruyendo un cocido madrileño.
ResponderEliminarUy qué bonito has dejado tu blog, me gusta el nuevo look, te felicito por este cambio.
ResponderEliminarJjajaaj pero qué cosas hizo el príncipe.
Un beso.
Es príncipe pero no tonto ... como para arriesgarse
ResponderEliminarbesos
ResponderEliminarAy estos chicos... hervir y comer. Siempre huyendo de la elaboración...
http://www.afuegolento.com/recetas/entrantes/varios/3757/ancas-de-rana-a-la-leonesa
Imprescindible la guindilla.
Besos de merienda-cena.
jajajajaj, me has saco del aturdimiento en el que estaba, :), muchas gracias TORo, de verdad, Me encanta...
ResponderEliminar:)
Y ya puestos..., ¿ por qué la convirtion en marisco?. no le gustaban las ranas o qué.
ResponderEliminar¿ es que era un príncipe mágico con " poderes magicos..."
Xavi, yo quiero uno así, para que me convierta el café del desayuno en infusión.
Aunque después no me la beba yo...
:)
Besos.
Ay, con lo que me gustan las ranitas. Pero a como están los precios vamos a tener que hacer magia para comer mariscos....pero sin ranitas, pobrecitas.
ResponderEliminarMe adivinas el pensamiento?? Besossss Toro !
Tú tan ingenioso y sorprendete como siempre, Toro.
ResponderEliminarTe regalo mi "n" de "sorprendente" para tu próximo poema.
EliminarCuida de ella.
Ya sabes que cuido con extremo cariño todas tus letras.
EliminarNo te preocupes.
Tú vive.
Yo me hago cargo de ellas.
Con lo ricas que son las ranas lo que hizo fue pasar trabajo aunque si lo pienso este relato puede tener un trasfondo más complicado. En vista de que al marisco, almeja o como le llamen por ahí es asociado con el sexo femenino yo creo que este príncipe o es gay o ... le gustan los mariscos ajaajjaja. Estás hecho un metafórico Salvaje, un abrazote.
ResponderEliminarAl precio que está el marisco....
ResponderEliminarBss
Al borde de las lágrimas me has llevado con esta romántica y tierna versión mediterránea del cuento.
ResponderEliminarBesos
¿Esto qué es? ¿Un haiku de falso wok japonés?
ResponderEliminarNo.
EliminarEs una borrachera lo que tienes.
Mañana lo verás todo mejor.
Anda, descansa.
jajajaaj pero no sabes , que no puedes comer marisco ya que padeces de gota , jajajaj muy bueno besos de Flor .
ResponderEliminarjajaja...Con esto no habíamos contado!!
ResponderEliminarMe sorprendes mucho.
Besos
ResponderEliminarDebería tener cuidado con qué se lleva a la boca... y dónde ha estado antes... lo que se meta a la boca...
:P
Beso... colorín, colorado... :)
jeje
ResponderEliminarme engañaron, pensé que ellas besaban y los príncipes se desteñían en la primera lluvia.
tan ricos que son los mariscos, que ironía.
Besos Animalito,
Pd.: me recuerdas aun?
Que si te recuerdo?
ResponderEliminarPero como me haces esa pregunta...
Claro, Cecy.
Muakkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
Si me lo permites en cuanto tenga un rato te leo desde el principio, pq realmente me tienes en ascuas,....., tenemos un príncipe glotón y ahora al parecer algo indigesto, una ranita loca, que lo descoloca y parece ser lo tiene muerto fame,... pero nada más..... Mañana nos cuentas si terminan juntos???? .... un abrazo fuerte.
ResponderEliminarJjajjaja qué bueno!
ResponderEliminarY qué suerte...
Yo una vez besé a un príncipe y se convirtió en hombre!
El susto que me llevé...
:P
Muackkkk❤️
Ha sabido escoger muy bien el prícipe.
ResponderEliminarBesos..
Va de besos, de versos y de historias que terminan.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Quiero arder en una hoguera.
ResponderEliminarHola Toro, no sé yo que pensar de ese príncipe, de momento que está hambriento, está claro que también le afecta la crisis. Eres gracioso, me gustan tus letras siempre con una sonrisa aflorando en mi rostro. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarNo está mal el cambio.
ResponderEliminarSaludos
Jajaja, vale, la convirtió en "camagón" (camarón, gambeta), jajaja...
ResponderEliminarY como no tengo poemario, he tenido que buscar este poema entre tantos y tantos, menos mal que es corto, lo recordaba, y lo encontré muy pronto en google: Psicópata 31
Me gustaba
tanto mi novia
que me la comí.
Jajaja, Toro, jajaja...
Un beso de "camagón", jajaja...También tuve que buscar el término catalán de camarón. Mira, Toro, es un comentario muy corto (para variar, jajaja), pero me ha llevado uff de trabajo...jajaja
Hizo bien, que el marisco está muy caro. me has arrancado una carcajada. Gracias.
ResponderEliminarYo he besado a alguno que resulto ser un sapo-a secas-
ResponderEliminarA ti te beso sin ningun reparo ( y sin acentos, desde el movil por muerte del pc ;)***
jajajaja!!!!!!!!!!.... no creía en príncipes.....y después de esto confirmo lo que pensaba......NO EXISTEN...................
ResponderEliminarUn besazo......
Boa ideia ao preço a que está o marisco !! rrssss
ResponderEliminarbeso
No hay nada como ser práctico.
ResponderEliminarBesos.
Yo quiero ser principe. Un abrazo
ResponderEliminarPrincipe... Azul mar.
ResponderEliminarGracias por sacarme una sonrisa!
Mi abraz✳
El Principe Encantador, no contaba con que las ranas igual que los fantasmas cobran fuerza en los rincones más oscuros, así que...Bon appétit.
ResponderEliminarA partir de ahora nuestro Príncipe vivirá toda su vida croando...
croack...croack.............
Pobrecillo...jajaja, no hay que fiarse de las ranitas...tampoco de los Príncipes Encantadores.
Un beso, dos...
Estuve sin conexión, Torito, espero me hayas extrañado... veo cambios en la diagramación, me gustan los recuadros y el toque de amarillo.
ResponderEliminarBon appétit para el príncipe, besos para vos.
Entonces en vez de Principe era Mago...
ResponderEliminar:)
cortito y al pie !
ResponderEliminarBocadillo!!
(el amor nutre!)
P.D me gusta como se ve el blog!
Muy simpático! Me has arrancado una carcajada.
ResponderEliminarGenial
Fácil, muy fácil.
ResponderEliminarGracias por tu humor y inteligência.
Abrazo.
Jaja, muy práctico este principe.
ResponderEliminarBesos
La joven besó al sapo, se convirtió en rana y felices los dos vivieron en la charca.
ResponderEliminarSaludos Toro
Casi mejor que en princesa porque salen caras a la larga...
ResponderEliminarBueno , bueno , bueno Toro, !!!! me gusta el nuevo entorno de tu blog, tiene como más LUZ, me ha echo sonreír tu entrada eres "" encantador""".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo cielo.
Por qué las princesas no existen? O por miedo a que se convirtiera en una jajaja ay qué cruel me sentí, me retracto!!! La verdad es que reí al leerte, abrazooooos
ResponderEliminarMe quedo con este final de cuento.
ResponderEliminarsaludos.
Claro así puede cambiar la tan manida historia.
ResponderEliminarSaludos
mira Xavi ...
ResponderEliminartu erotismo es perverso jajaja
un beso loco
Así se puede uno poner las botas comiendo marisco sin que le cueste un duro.
ResponderEliminarPues sí que era mágico, casi siempre se convierten en princesa. ¡Qué capacidad! La convirtió en marisco. (carcajadas)
ResponderEliminarBesos Torito.
¡Eh vivido engañada!, pensé que las princesas eran las que besaban ranas.
ResponderEliminarCruel desengaño.
Beso Torito.
es lo que sucede con todo encantador...
ResponderEliminarbesos!
jajaja.
ResponderEliminarUN BRINDIS POR EL EVENTO!!!!
Guapito ,pues ojo con el marisco que sale del Mar...
ResponderEliminarbesos con sabor a marisco y como te gusten...cogeras un empacho.
Bunom, pues por los menos se llené el estémago el Principe, deberian de contratarlo en los comedore sociales, a tanderían a más personas...
ResponderEliminar:)
Sólamente habría que buscar ranas.
A mi no me importaría buscerle una cuantas.., quiero ver de cerca como hace magia.
ResponderEliminarSi ya lo decía yo, quien tiene una rana tiene un tesoro...
ResponderEliminarBesos, príncipe
jajaja vaya cachondeo Torito...
ResponderEliminarYo quiero un principe que no me besa pero conviera todos mis petalos en agua del mar con su mirada..., ¿ tienes tú un príncipe así, TORITO? , para prestarme?
ResponderEliminar:)
Y te pongo aquí el tf de la sirena guapa...
Un cuento muy bonito, TORO, con final feliz, enhorabuena.
ResponderEliminarBesos y feliz semana.
;-) Hola Torito Guapo. Seguro se dio un gran banquete. Un pequeño placer comer marisco :-) Las chirlas, las almejas de mar me encantan. También las navajas y los percebes :-) estas sabrosones.
ResponderEliminarSaludos y abrazos
La vaca, lamió al sapo y se convitió en Toro y fueron felices para siempre :)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusta el cambio en el aspecto de tu blog. Si se me permite dar una opinión, este formato resulta mucho más agradable para leer. Enhorabuena por el cambio!!! Un saludo.
ResponderEliminarY se me olvidó, jajaja, este príncipe no tiene ni idea, seguro que nunca ha probado las ancas de rana, es que este blog desde los tiempos de los rollitos de primavera ha decaído mucho en lo culinario. El príncipe terminará con gota, ya verás, marisco y más marisco...
ResponderEliminar¡Buena tarde, Toro! Jajaja... (me muero de risa).....
Toro, me muero de risa, pero bien, eh, sabes cuánto valoro todo lo que dejas; fatal desde el punto de vista culinario, fatal, Toro, pero... nadie es perfecto...jajaja...
EliminarPara remediarlo, te dejaré la receta de las ancas de rana, ¡de rechupete! Lo hago por tu salud, para que no te indigestes de "camagones" o de otro marisco, no sé... mejor combinar, no desechar... bueno, tú verás, Toro...
Un beso, Toro.
Buen provecho para el príncipe.
ResponderEliminarUn beso.
Y, en estos momentos le suenan los intestinos...
ResponderEliminarBesos sin sal.
ResponderEliminarpor favor:
ResponderEliminarTORO, díme que es un escenario peligro( sin coma), de uno de tus poemas anteriores.
a) escenario peligroso
b), el escenario no es peligroso
c) ninguna de las anteriores
Besos. ( personalmente yo creo que es la opción a)
Saludos.
Un nuevo aíre al cuento...
ResponderEliminarUn abrazo toro.
Llegué navegando hacia estas aguas, desde un lugar muy remoto.Y he tenido el gusto de leerte. Me encanta tu estilo poéticoirónico (si se me permite inventar la palabra). Tus versos, me shockearon. Por ahí, alcancé a leer un comentario sobre un poema a un psicópata. Muy bien pintado tu príncipe psicópata. Primero te seduce, luego te va moldeando a su antojo y para el postre...te destruye. Ante personajes así, es mejor salir corriendo y dejar que se coman a sí mismos y se intoxiquen. =). Te dejo un saludo desde el sur del planeta.
ResponderEliminar¿No le gustan las ancas de rana?
ResponderEliminarUn anís y un beso.
Creo que tu príncipe más que encantador es un... ¡zampabollos! o mejor dicho un ¡zampamarisco! y encima clasista... ja jaja que no le vale comerse una rana.. solo si se vuelve marisco .. pero habrase visto que sibarita... bueeeno seré generosa con él, a lo mejor solo come langostas con cáscara porque tiene deficiencia de calcio en los huesos... es por eso ¿verdad? ;-)
ResponderEliminarUn beso graande mi querido principito! ;))
Por cierto, lo olvidaba, meeencanta tu blog ordenado en cajitas ;))
EliminarVeo sombras y algo de diseño?
ResponderEliminarUn príncipe que echa fuego por la boca como un dragón, como un fogón con su cacerola.
Creí que había dejado comentario en este post.
ResponderEliminarSaludos Torito.
Mmmm... una versión diferente pero no menos sabrosa!
ResponderEliminarjajaja me encantan las historias de ranas (o sapos) y besos de los que se espera que sucedan cosas....! ;)
ResponderEliminarYo me la habría comido también, aunque con más gusto si se hubiera convertido en helado de chocolate, jajaja.
ResponderEliminarMuchos besos, príncipe.
:D
ResponderEliminarSin más!!!
Bss
No le gustaban las ancas, jajjajaja hombre práctico este princepe.
ResponderEliminarUn beso
tRamos