Hay un loco dentro de mí
que escribe mi esquela
desde hace bastante tiempo.
Y no para de reír.
Yo no le veo la gracia
pero no puedo exorcizarlo.
Es demasiado poderoso.
El loco vive en un no espacio
que me es imposible descubrir.
No existe brújula alguna
que indique con certeza
el norte pacífico de las emociones.
Y mientras el loco
escribía mi despedida
han aparecido las nubes negras.
Han vuelto sin avisar.
Poderosas.
Implacables.
Dueñas del bien y del mal.
Y yo... solo y desarmado.
Y cuando he intentado buscar ayuda
no había nadie por supuesto
en cualquiera de los desiertos
que me incomunican desde hace tanto.
El loco ha visto las nubes negras
y se ha puesto a escribir más rápido.
Y silbaba feliz.
Yo me he levantado
y me he alejado por los pasillos sin dueño
en busca de un antídoto de carne y hueso
que me mintiera con algo de falsa felicidad.
Pero no he encontrado ninguno.
Sólo he visto gente disecada
haciendo ver que son muy importantes.
He visto más posible empatía
en cualquiera de los extintores rojos
que decoran helados los pasillos muertos.
He vuelto y las nubes negras seguían allí.
Inalterables.
El loco también.
Charlaban de imposibles y desesperaciones.
Y reían cada vez más fuerte.
No conocen la bondad.
Ni tampoco la compasión.
Yo me enternezco si veo una flor mustia
o una rama de árbol que se desgaja de la vida.
Pero ellos no.
Ellos son el sueño de cualquier diablo.
He intentado huir.
Y cuando se han despistado
me he escapado por un atajo del pasado.
Y las horas se han llenado de sonrisas y colores.
Y ha aparecido gente del tiempo de la luz.
Unos estaban muertos, otros todavía no
pero hemos pasado un rato hablando de todo y nada.
Y cuando parecía que el día se arreglaba
han irrumpido feroces las temibles nubes negras
en la patria que yo creía invulnerable de los recuerdos.
Y entonces ha sido cuando me he estremecido.
Y me he dado cuenta de que ya no me quedan refugios.
Ni en el pasado, ni en el presente, ni en el esquelético futuro.
Y el loco me radiografiaba por dentro y escribía ahora cantando.
Y me he escapado a la calle.
Y he visto muchos posibles antídotos
caminando por las calles grises de este invierno enfermizo.
Pero todos tenían cara de estar poseídos por las nubes negras.
Y entonces he seguido caminando mirando al suelo
intentando pasar lo más desapercibido posible
entre las hambrientas fauces de un mundo que ya no es.
Y mientras caminaba
escribía poemas en el aire
que instantes después me robaba el viento.
Unos poemas tenían lágrimas.
Algunos intentaban respirar y morían sin nacer.
Otros vestidos de tristeza se derrumbaban por el camino
y yo los recogía del suelo acariciando los restos de sus palabras.
Y temeroso de vez en cuando miraba al cielo
pero las nubes negras me perseguían por todo el camino
como si fueran las espantosas sombras
de las despiadadas palabras de una esquela con mi nombre
que el maldito loco proyectaba en un cielo huérfano de alma y corazón.
Qué necesarios son los extintores rojos que sólo se pueden usar en caso de emergencia, esa emergencia que cuando llega está lejos de los extintores rojos, rojos como el corazón que tu tienes.
ResponderEliminarMe entran ganas de abrazarte.
Un beso.
Esta serie debería de estar en una antología poética.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un poemazo.
ResponderEliminarEse final es magnífico,pero ufffffffffffff
Un beso cueva.
Me repito,pero es que con este relato y esas imágenes...saldría un corto de Cine.
ResponderEliminarDificil espantar ciertas nubes.
ResponderEliminarBesos.
Deja que esas nubes negras lluevan, que te lluevan. Perderán fuerza y desaparecerán.
ResponderEliminarTu poema ya es una lluvia.
Un beso
¡Lástima de todos esos poemas no nacidos! Pero la imagen es muy tierna.
ResponderEliminarEl loco y las nubes negras van juntos. Yo también los tengo y poco se puede hacer cuando toman el mando.
Este poema que sí has podido escribir me ha encantado.
Besos
De verdad que leer un poema centrifugado tuyo me quita el aliento, es como subirse en una montaña rusa, cuando crees recobrar el aliento te lo vuelve a quitar.
ResponderEliminarEn algun lugar recóndito están esos colores que buscas, esas risas que sabes que existen. Miremos esa radiogradía tuya, igual lo encontramos.
En algún lugar leí que el mundo es de los locos, quizás debamos serlo un poco todos, supongo que debe ser cuestión de supervivencia.
Feliz noche, besitos muasssssssss
Como si mismamente te hubiera poseído el alma de POe... me ha encantado, Poeta.
ResponderEliminarMil besitos para tus sueños.
Es que, para combatir esa situación ¿Cuáles son las armas y con que personas lo afronta uno? No creo que haya... :)
ResponderEliminarSalud
Centrífugas reflexiones. Tiempos locas para los locos. para lso demás también
ResponderEliminarUn beso, Toro y noche de luna en flor
Menuda confesión!!!
ResponderEliminarSaludos.
Pesadilla !
ResponderEliminarY sin embargo no te quedas inmóvil que ya es algo. Tal vez exista una ( esa o aquella ) esquina mágica por la que escabullirse. Sigue moviéndote mientras puedas y sostén esa ventaja.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsos pasillos me han helado la sangre.Besos***
ResponderEliminarDesesperante...
ResponderEliminarEl final me encanta, la imagen de los poemas en el aire que se borran que lloran se derrumban... hermoso y desolador
Te abrazo! Besos!
Magnífico lamento y helador poema...
ResponderEliminar¡Tremendo...!!!
No te me vengas abajo, Xavi.
Mi beso.
Siempre.
Sopla versos Torito que las alejen.
ResponderEliminarRequetemuack
refugios sí que hay, otra cosa es que sean de tu agrado... a veces, por no decir siempre, rechazamos las manos que nos ofrecen...
ResponderEliminarBss
las nubes siempre terminan disipándose , el viento las corretea
ResponderEliminary el sol las evapora ;)
"Yo me enternezco si veo una flor mustia
o una rama de árbol que se desgaja de la vida."
por eso y por mucho más es que te leo
besitos
¡REDONDO!
ResponderEliminarSi que es un poema centrifugado....hasta me he mareado un poco! ;)
ResponderEliminarSe alejarán esas nubes negras.
ResponderEliminarY cuánta ternura.
:)
Un beso, Toro.
Sombras y nubes negras....cuántos dias así!!
ResponderEliminarMe dijeron en una ocasión que me tome el permiso de llamar a alguien cuando esas nubes aparezcan,porque no lo hago,pero es cierto que siempre hay alguien que escucha,que amansa ,que puede incluso soplar las sombras
Intenta hacerlo.Yo no sé si no acudir a una amistad o familiar es orgullo,pero dejémoslo arrinconado y vayamos a ellos,aunque sea sólo unos segundos,unos minutos
Besucos de cercanía
Gó
Un frío lamento tu poema Toro.....me hubiera gustado leer esos poemas que lloran, un placer recorrer tus letras bajo esas nubes negras que persiguen...Saludos.
ResponderEliminarLlevo varios días con esas mismas sombras... y desde el silencio oigo las voces de esos locos que nos habitan.
ResponderEliminarEl poema es un encadenamiento de sensaciones en estado puro, al borde del acantilado, besando falaces realidades, e intentando mantener el equilibrio.
Me fascina cuando versas desde las tripas dejándote el corazón en cada tecla.
A veces hay sombras que entre sí, sin necesidad de palabras, logran en algún punto del universo conectarse.
Te beso.
Voy a buscar recreo por otros pasillos.
ResponderEliminarBeso toro.
Este mundo exento de tanto es un lienzo de nubes negras; sordo, mudo y ciego…
ResponderEliminarAbrazo enorme, poeta.
besos animalito,
ResponderEliminarLa imaginación al poder. Eres lo más.
ResponderEliminarbesicos
Es el retrato del mundo actual
ResponderEliminarAbrazos
Jo, qué miedo! Yo es que las esquelas no las miro nunca, de niña me daban grima. Y mi abuela no se olvidaba un día...había que leerselas...Bien, y esos posibles antídotos donde andan?
ResponderEliminarEse loco escribe poesía densa y oscura, que es una delicia. Es inoportuno, pues suele aparecer con esas nubes negras, y no hay manera de echarle. Sí, a veces ensombrece la luz del recuerdo.
ResponderEliminarAhí afuera abunda la hipocresía y el fraude personal.
Pero a pesar de todo, viva tu/la Poesía, que nos redime.
Bss.
También me gusta escribir esquelas
ResponderEliminarEl loco es muy sabio
Smmuckmuck!
Son los estados del alma los más duros de roer... es difícil encontrar un lugar para SER en esta vida de nubes, tormentas y tormentos... a veces uno está en casa haciéndose preguntas cargadas de porqués y siente la necesidad de salir a la calle a buscar respuestas (o distracción), pero, después de interrogar a la realidad (todo lo que nos rodea), volvemos a casa con más dudas que certezas... y las nuebes de la razón y del corazón amenazan tormenta de tristeza y melancolía... supongo que hay que aprender a mojarse con cuidadado y a secarse con esmero... y después creer en el Sol del día siguiente y esperarle con sombrero...
ResponderEliminarAbrazo
Pero esas nubes negras te traen sentimiento...
ResponderEliminarMuchos besos.
ResponderEliminarUn día de estos me voy a liar a ost... con esas dichosas nubes negras!!
Hasta el moño me tienen!
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano... bajo cualquier situación meteorológica.
XL
PD: El poema... es muy bueno.
"No existe brújula alguna
ResponderEliminarque indique con certeza
el norte pacífico de las emociones"
Para ti no hace falta brújula, las encuentras en cualquier rincón y las transformas en poesía. Beso
No te mueras nunca.
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