Pasé parte de mi juventud tras la celosía de un convento. Mi lúcido ateísmo no se vio alterado por la vida conventual y mis pies se movieron en múltiples ocasiones al son de la música del charlestón.
Durante siglos las mujeres que no querían que las casaran, las usaran para procrear, que deseaban estudiar, escribir, ser libres, se iban a un convento, bien como monjas o como beatas. Tenían poder e influencia. Se dieron cuenta y las acusaban de herejía, brujería...Bailar es símbolo de libertad.
Jajjaja
ResponderEliminarHan cambiado el hábito por el vestido de flappers y las cruces por los collares largos de perlas...
A bailar!
💋💃🏽
Bueno, todo vale para pasar un buen rato. Y porque no?
ResponderEliminarBesos Toro
Mammma Mia...
ResponderEliminarRezaré por su corazón desesperado esta noche..
Salutti
S
Mueven el esqueleto y se lo pasan bien...
ResponderEliminarBesos.
jajjaja seguro!
ResponderEliminarQue divertido!!
ResponderEliminarVoy a ir de novicia.
Muchos besos
Y muchas cosas más que ni imaginas... ja, ja...
ResponderEliminarUn beso secreto.
ResponderEliminarSorrevolution en marcha... 🙃🙂
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano...
🥀
¡Con hábitos y a lo loco!
ResponderEliminarLa práctica religiosa debe ser alegre e incluir diversión... y no pudiendo salir fuera a bailar, han de bailar dentro... aunque el charlestón ...
Abrazo
Bailar nunca hizo mal a nadie... Jejje.
ResponderEliminarNo me sorprendería y me encanta la idea.
ResponderEliminarBesos
PD. ¿Sabías que en una ocasión, después de hacer un reportaje en un convento, estaba firmemente convencida de dejar todo y hacerme monja de clausura?
Ya te digo... lo pasamos de muerte, Poeta. Un día haremos la actividad de puertas abiertas, quedas invitado :)
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti y tu febrero.
Vaya un recuerdo
ResponderEliminara mi tia abuela Pilar
que lo bailaba.
Saludos.
Es una manera de orar😊
ResponderEliminarBesos***
En el claustro han puesto sillas de tijera, para que el arzobispo y sus acólitos no se perdieran detalle.
ResponderEliminarSaludos.
De Gregorio al que obedecen a Charles, que las posee. Aire nuevo por las rendijas del convento.
ResponderEliminarPasé parte de mi juventud tras la celosía de un convento. Mi lúcido ateísmo no se vio alterado por la vida conventual y mis pies se movieron en múltiples ocasiones al son de la música del charlestón.
ResponderEliminarUn beso.
Jjajaaj me las estoy imaginando jajaaj qué bueno.
ResponderEliminarBesos.
Las tengo tanto cariño.
ResponderEliminarA las que he conocido.
Sabias.
¿Sabes bailar charlestón?
:)
Un beso, Toro.
* Les tengo.
EliminarLaísmo, jaja ...
Y qué mas harán jajajajaja
ResponderEliminarBesos, Toro
Y hacen bien.
ResponderEliminarBesos
También pueden rezar maitines a ritmo de charlestón.
ResponderEliminarBesos, Xavi
Y a lo loco. :-)
ResponderEliminarUn beso
Yo además swing y lindyhop
ResponderEliminarQuizá haya una monja en mi
Te iba decir lo mismo que Dalia.
ResponderEliminarMuy simpáticas las monjas de tu guayku :)
Besos
Seguramente el vino de consagrar jugó un importante papel en tan merecido festejo.
ResponderEliminarAbrazo.
Que modernas! 😉
ResponderEliminar... y las más jóvenes reggaeton
ResponderEliminarJajajajaja, muy bueno. La modernidad llegó a los conventos de clausura :-)
ResponderEliminarAbrazossssssssssss
¡¡Bien por ellas!!!
ResponderEliminarAbrazos
Y bailan...
ResponderEliminarAbrazos
Jajajaja
ResponderEliminarMe encanta.
Y fuman??? ;)
Bss!!!
Eso está muy bien. Si estuviera allí bailaría con ellas un rock.
ResponderEliminarAl margen del Haikú proclamo:
Lo proclamo me encantó. Esa proclama es como una serenata a la luz de la luna. Ojalá haya respuesta afirmativa. Besos
Durante siglos las mujeres que no querían que las casaran, las usaran para procrear, que deseaban estudiar, escribir, ser libres, se iban a un convento, bien como monjas o como beatas. Tenían poder e influencia. Se dieron cuenta y las acusaban de herejía, brujería...Bailar es símbolo de libertad.
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