13 de febrero de 2020

LA CATEDRAL INVISIBLE

Este silencio
de ahora mismo
es digno de una catedral.
Una catedral
de sueños y tiempos.
Una catedral
de adioses y soledad.
Una catedral
de infinitos poemas
y terribles desengaños.
De esa catedral invisible
que me acoge en su regazo
yo soy el obispo
yo soy el beato
yo soy el que limpia
yo soy el crucificado
yo soy la vela del difunto
yo soy el niño bautizado
yo soy la absolución
yo soy el pecado
yo soy el apóstol
yo soy el diablo
yo soy la vida y la muerte
yo soy el alma sin descanso.

40 comentarios:

  1. Y la luz de colores que atraviesa la vidriera
    Buen día Reverendísimo

    ResponderEliminar
  2. Esa catedral invisible, que seguramente evoca las vidrieras y el espacio amplio, es donde acabamos por ir cuando necesitamos reposo.

    Un beso, poeta

    ResponderEliminar
  3. Qué manera de acaparar. Me pido ser el monaguillo, que te lo has dejado, porque el difunto no me apetece.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Silencio catedralicio, estimado, apreciado, puro gozo para la catedral interior.

    ResponderEliminar
  5. Yo oro por vos, mi señor.

    Me postro a sus plantas.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. No cabe duda que la Catedral es uno mismo... reflexionando en silencio.

    Abrazo poeta.

    ResponderEliminar
  7. La marca de luz sobre la lápida del suelo en el pasillo central.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. El observador y lo observado...
    Hermoso poema Torito!

    ResponderEliminar
  9. Aquí estoy a dejarte un abrazo...
    Besos

    ResponderEliminar
  10. Tú Xavi y yo por ejemplo, somos humanos como todos. Con el deber de ser nosotros mismos y tenemos que conservar nuestro interior, sin que nos arañen demasiado los que desean dejarnos sin respiración. Te dejo mucho cariñito.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  11. No cabe más *ser* que una docena catedralicia *siendo*
    Callémonos y oigámoste, Toro!

    ResponderEliminar
  12. Hoy pesa tu Poema, Poeta... Todo un templo erigido para el Alma.

    Mil besitos con cariño.

    ResponderEliminar
  13. Hay momentos que es necesario ese silencio de Catedral, deseo que lo puedas disfrutar, ese momento de paz y tranquilidad que todos necesitamos en nuestro dia.
    Ahora cuando vaya a la catedral te voy a encontrar en todos los que nombraste.
    Un beso!!

    ResponderEliminar
  14. Te leo desde el Café del Nuncio...será?

    Un beso confesado.

    ResponderEliminar
  15. Y yo te miro desde el confesionario...shhhhhhh....
    Un beso

    ResponderEliminar
  16. Impone ese silencio tan monumental.


    Besos

    ResponderEliminar
  17. Vamos a dejar el pasillo de la nave central para los poemas. Desde ahí, ningún impedimmento para llegar desde / hasta las capillas que mencionas : la de Los Sueños, Los Tiempos, Los Adioses, La Soledad y Los Desengaños.

    ResponderEliminar
  18. Maese, tengo una magnífica referencia para imaginarte en esta composición de hoy.

    ResponderEliminar
  19. Qué imponente debía de ser ese silencio que te inspiró esta especie de oración.

    ResponderEliminar
  20. Ya veo que tú lo guisas y tú te lo comes.
    El silencio te puede estar diciendo muchas cosas, igual sacas algo bueno de lo que te diga ;)
    Besos Toro

    ResponderEliminar
  21. Tú eres la música de ese templo.
    Besos***

    ResponderEliminar
  22. Menos mal que era invisible el silencio...

    Mil besos, Torito.

    ResponderEliminar
  23. Has aprovechado el silencio para marcarte todos esos personajes, no está mal, jejeje
    Besos

    ResponderEliminar
  24. Lo eres todo, qué presión!
    😉
    No ser nada está muy bien... se vive más tranquilo.

    ResponderEliminar

  25. "Catedral
    de infinitos poemas...
    alma sin descanso."

    Pero siempre un alma hermosa.

    Beso... Xavi.
    Y mi mano en tu mano...

    🥀

    ResponderEliminar
  26. Me gusta mucho.
    Y ese regazo.
    :)

    Un beso, Toro.

    ResponderEliminar
  27. Padrecito ¿puedo recoger las limosnas?



    👼🕊️🕊️

    ResponderEliminar
  28. En esa catedral me hago creyente, sin dudarlo. Y no se me ocurriría cuestionar mi fe.
    ¿También eres dios?

    ;)

    Beso

    ResponderEliminar
  29. Es una catedral muy peculiar de todos modos
    Abrazos

    ResponderEliminar
  30. En ese silencio, eres tu amigo Toro. Un placer leerte. Saludos.

    ResponderEliminar
  31. Madre mía Torito, estas pluriempleado :-)
    Muy original el poema.
    Abrazossssssssss

    ResponderEliminar
  32. Torito, el poema de la derecha no estoy de acuerdo. Joooooooo, lo pones muy negro. Alguien más sonreirá no sólo el farmacéutico :-)
    En mi pueblo sonríe todo el mundo :-) :-) :-)
    Es cierto que llegar a mayores como que uno ya no vale nada. Nadie mira la experiencia y lo que se puede aprender de ellos porque están licenciados en vivencias.
    Abrazosssssssssssssss :-) :-)

    ResponderEliminar
  33. UY, como brasas los dos poemas. Tanta verdad tan bien dicha. Besossss Toro !!!

    ResponderEliminar
  34. a veces un poco de silencio es lo que necesitamos ,besos

    ResponderEliminar
  35. Qué poema... Inmenso.
    Este, de antología.
    Conmueve y se queda.
    Te felicito.

    Bss.

    ResponderEliminar
  36. Y yo que estaba a punto de convertirme al mormonismo. Prefiero el Torismo Invisible

    ResponderEliminar
  37. Muy bueno, tus pensamientos vuelan y por fortuna nosotros los podemos ver y disfrutar. Abrazo

    ResponderEliminar