La vida
es un camino
lleno de sorpresas.
En la mía
poco a poco
apareció la nada.
Esa nada me preocupaba.
Esa nada feroz.
Esa nada helada.
Esa nada
que fue devorando
mis sueños y esperanzas.
Al principio la odié.
Después empecé a aceptarla.
Y ahora es amiga, novia y hada.
Me gusta cuando me mira.
Me gusta cuando sonríe y calla.
Me gusta cuando pasea conmigo.
Me gusta cuando acaricia mi corazón
y con su hermosa sencillez besa mi alma.
La nada: amiga, novia y hada. Qué lindo.
ResponderEliminarYo aún estoy en la fase de negación pero me consuela saber que llegará la fase de aceptación de mi nado.
Besitos, bonito, buen día!
Bueno hay quien opinaria que eso que describes se parece a estar en paz ...
ResponderEliminarBesos***
Me gustan esos versos tuyos, y mucho.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña.
Abraza la vida, es lo más valioso que tienes
ResponderEliminarCuida ese bebé mágico qu crece en las entrañas de tu hada.
Un besazo.
Que lindooooooooooooooooo se siente leerte asi,me encanto!! besosssssssss
ResponderEliminarHay nadas que todo lo llenan, y todos que todo lo vacían. ;)
ResponderEliminarUn abrazo! :)
Esa nada existe, y te arropa, te peina y te acuna, te dice que un día, al filo del alba, será una pátina de nueva mirada.
ResponderEliminarUn beso
Desde luego que parece encantadora tu hada Nada.
ResponderEliminarBesos
Excelente tu poema, Toro. Estoy convencido de que la tan cacareada felicidad solo es posible cuando nos aceptamos tal como somos, con nuestros aciertos y nuestros errores, con nuestra alegría y nuestra tristeza, con nuestro todo y también con nuestra NADA.
ResponderEliminarSaludos.
Ves haciendo sitio al nadito.
ResponderEliminarSaludos.
La nada asusta cuando te crees que todo importa. Cuando todo te empieza a dar igual es justamente esa fiel aliada de la que hablas. La nada, como todo, es tan buena o mala como tú quieras verla.
ResponderEliminarAo nada, a esse teu nada, chamo eu solidão ... e também a vivo!
ResponderEliminarBesos.
Este poema da un giro de 180 grados a lo que nos tienes acostumbrados y me gusta mucho.
ResponderEliminar¡Enhorabuena poeta!
Fuerte abrazo.
Cuesta aceptar la nada... Besos
ResponderEliminarDe vegades no ens queda d'altra que acceptar-la, gairebé como tot el que hem acceptat abans... quan t'hi acostumes, ho és tot. ;-)
ResponderEliminarPetonets, Xavi.
Hola, Toro.
ResponderEliminarA veces, no sentimos ni para bien, ni para mal; es como si algo dentro de nosotros quedará expectante, seco. Es como un mecanismo de defensa, y hasta que lo aceptamos, aguardamos relegados en nuestro propio sentir.
Un beso.
Un poema diferente a lo que estoy acostumbrada a leerte, siempre con interés. Interesante.
ResponderEliminarUn beso.
Un sueño perfecto
ResponderEliminarTen cuidado con las hadas, que se te quedan embarazadas.
ResponderEliminarSaludos.
Hermosos los dos poemas...quedó embarazada...hermoso
ResponderEliminarAbrazos
Me han gustado mucho los dos poemas 👏👏
ResponderEliminarBesos.
Es lo máximo y cuando ya la ves así es realmente maravillosa. Nada te puede faltar teniéndola a ella.
ResponderEliminarBesos de anís.
Pues para ser nada...
ResponderEliminarEste poema es un delicado baile entre la melancolía y la aceptación. La Nada, personificada como una compañera silente, se desliza junto al narrador por los recovecos del alma. A medida que el tiempo avanza, la relación con la Nada cambia: de odio inicial a aceptación y, finalmente, a una extraña amistad. La Nada, con su hermosa sencillez, besa el alma del narrador y le ofrece una paz inusual en su abrazo sin forma. Es un recordatorio de que incluso en la ausencia, podemos encontrar belleza y consuelo.
ResponderEliminarEste poema es un delicado baile entre la melancolía y la aceptación. La Nada, personificada como una compañera silente, se desliza junto al narrador por los recovecos del alma. A medida que el tiempo avanza, la relación con la Nada cambia: de odio inicial a aceptación y, finalmente, a una extraña amistad. La Nada, con su hermosa sencillez, besa el alma del narrador y le ofrece una paz inusual en su abrazo sin forma. Es un recordatorio de que incluso en la ausencia, podemos encontrar belleza y consuelo.
ResponderEliminar¿Se borró mi comentario?
ResponderEliminarNunca hay nada. A ve es es solo el ruido del viento o el canto de un pájaro.
ResponderEliminarSólo tú puedes hacer de esta historia un final feliz.
ResponderEliminarLa nada también es paz porque no hay expectativas, solo fluidez. No es fácil llegar a ese estado.
ResponderEliminarEl poema es magnífico.
Bss.
Está muy desprestigiada en vida, pero tarde o temprano... allá nos espera
ResponderEliminarPara nada!
ResponderEliminarEsa es una trepa.
Tú…tienes más que n’hada…
Ves?
ResponderEliminarhttps://youtu.be/30IePC8c99g?si=6aQRuu60Dy01RMC2
; )
Es lo q tiene el maracatú…
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