El sol recién nacido
sale rojo del mar
y también un poco tímido.
Le saludo admirado como un niño.
Bosteza unos minutos
y se levanta en un suspiro.
Entonces se viste de amarillo mágico
y se va decidido a patrullar por el cielo.
Le aplauden las olas frías y oscurecidas.
Y los edificios sombríos
de la ciudad que todavía duerme
le sonríen amables
con mil reflejos de sus cristales.
Todo es tan puro.
Todo es tan hermoso.
En ese momento me siento el rey del mundo.
Un rato después vuelvo a casa
con un cosecha de endorfinas y la ropa bien sudada.
Además el sol cada vez es más vigoroso y pronto quemará.
Igual que tantas otras cosas la dicha no suele durar mucho.
Qué chulooo
ResponderEliminarLuego, bajo una sombrilla, tampoco se porta mal
Ya te lo he dicho pero insisto, admiro tu voluntad para hacer tantas cosas que deberíamos hacer todos. Ver amanecer, ver atardecer. Poco más nos llevaremos.
Gracias por compartirlo, rey
Besitossss
Tú sí que eres un sol del amanecer.
ResponderEliminarPreciosos los dos poemas.
Aquí están instaladas la nubes.
Un beso.
Esos momentos son tan valiosos precisamente por efímeros. Y porque no cualquiera es capaz de apreciarlos y captarlos de esta manera. Eso es un privilegio.
ResponderEliminarBesos.
Exquisito, excelente.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña.
Estoy de acuerdo, la dicha no dura nada !!! Besos
ResponderEliminarDecía la poeta argentina Alejandra Pizarnik: "No es más que un sol,
ResponderEliminarpero los hombres lo miran y después cantan."
¡ Y eso que no te conocía!
Un abrazo.
«Qué poco dura la dicha en casa del pobre», decía mi sabia abuela.
ResponderEliminarSaludos.
No sólo es hermoso, sino maravillosamente significativo.
ResponderEliminarQue no deje de amanecer(nos) la vida, más allá de las noches frías…
Un abrazo grade, poeta 💙
Salir de la noche da energia, el sol sonrie.... pero el mundo es duro: durante el dia uno tan solo enfrenta peligros o mejor "desafios" a cada segundo. y asi hasta que oscurece y uno duerme. Y vuelve a comenzar el ciclo.
ResponderEliminarÉs la teva "pastilleta" per seguir cada dia, amb ganes de que sigui un nou matí i veure'l néixer un altre cop.
ResponderEliminarMaquíssims els dos.
Petonets, Xavi.
Un momento mágico que tu lo haces más todavía.
ResponderEliminarSaludos Toro
Qué bonito es ver desperezarse así al sol.
ResponderEliminarLa dicha no sura mucho, pero nos carga las pilas.
Saludos.
No dura, no. Pero qué bonito presente nos has dejado, :)
ResponderEliminarTransmite fugacidad, añoranza, muy bello.
Besos.
Me cuesta horrores madrugar tanto, pero lo pintas tan apetecible que tal vez lo pruebe...
ResponderEliminarBesos***
Bonitos, para reflexionar...
ResponderEliminarBesos.
Mas neste caso pode ser renovada no dia seguinte, amigo mio...
ResponderEliminarBeso
Por eso hay que aprovechar lo que dure y tú sabes hacerlo.
ResponderEliminarYa... Torito, pero que te quiten lo bailao...
ResponderEliminarAunque dure poco esa dicha, ya nadie te puede arrebatar lo vivido.
Un poema muy bello.
Las musas estaban a tu lado, junto a las olas.
Besos.
La vida esta llena de momentos, por eso es tan importante apreciarlos y disfrutarlos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
M’han dit que de vegades el sol és així,
ResponderEliminarm’ho han dit amics i passavolants
que ho xerren amb els dits
entre un got de vi tant brillant com la seva llum.
Però el sol que jo conec no és tant infant,
és un sol més madur
que ens cau a les espatlles a plom
ens crema la pell,
ens fa plorar per damunt de les celles
i dóna al cos una olor bruta.
El sol que jo conec em fa amagar a l’ombra
i m’ofega sense poder respirar,
jo també m’estimo el sol,
però segur que ho faria més,
si jo també el tingués vora la mar.
El sol que jo conec,
em fa amagar entre l’ombra
dels grans arbres de la plana
per on agosarat s’hi passeja un rierol
que plora aigua fresca.
El sol que jo conec,
fa que desitgi entrar al glaçó del rierol.
El sol que jo conec,
m’estima però és un pare dur i sever
que no regala res.
Si jo també el tingués vora la mar...
Ese momento de la salida del sol es mágico, sobre todo en la playa.
ResponderEliminarHoy a reflexionar amigo,abrazo.
ResponderEliminarLa dicha dura lo que dura el recuerdo de esa dicha.
ResponderEliminarUn abrazo.
2o. Es una dicha despertar antes que el sol.
ResponderEliminarBesos.
El Sol da, el Sol quita. Es el astro rey en toda regla.
ResponderEliminarVa un abrazo, Toro.
Pues sin que te quema, disfruta del sol, Toro.
ResponderEliminarUn beso
El poema es una delicia.
ResponderEliminarHe visto la salida del sol, el mar, los edificios. Y me has hecho sentir ese momento.
Luego es como dices en el cierre, pero ese momento nada ni nadie lo puede arrebatar. Ojalá ahí siempre :)
Bss.
Un momento precioso que has podido disfrutar.
ResponderEliminarBesos
Describiste mis domingos a la perfección, por ahí se dice que de lo bueno, poco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Somos nosotros los que patrullamos por su cielo, en realidad xd dando vueltas y a lo loco, debe pensar (con razón) que en este planeta estamos fatal de la cabeza.
ResponderEliminarMe gusta el sol cuando está rojo…cuando sale y cuando se esconde (aún más).
ResponderEliminarA veces un rato es mucho…
Disfrutalo. Te lo digo yo desde los 5 grados, la lluvia, el gris otoño... y otras tantas pestes que tienen más que ver con la política y lo social
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