Qué noche
tan desangelada.
El cielo aburrido
llueve poco y sin ganas.
En los balcones
las luces
de mil colores
se encienden y se apagan
como si tuvieran ataques epilépticos.
Dentro de las casas
las familias de futuros cadáveres
hacen planes para las próximas fiestas.
Apostaría
a que ríen
y son felices.
Por la calle desierta
pisando charcos y hojas sucias
caminamos exiliados
de cualquier celebración
la soledad, el silencio y mi corazón.
Madremía, por si yo estaba bien, vienes tú y lo arreglas, eso sí con mucha belleza, que una cosa no quita la otra.
ResponderEliminarUn abrazo
Imagina qué pensarán los "sin hogar". Me parte el alma
ResponderEliminarUn achuchón
Hermoso y triste poema. Siento la proximidad de la Navidad del mismo modo.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que la mayoría no se ríe haciendo planes para las fiestas...
ResponderEliminarAyer había una mujer a mi lado quejándose de la falta de educación de alguno de sus invitados.
Alto nivel de estrés en la gente...
Besos***