Alguien mueve
el columpio vacío
y no hay nadie
en el parque otoñal.
Es noche cerrada.
La vida aquí no está.
Sólo estamos el tiempo y yo.
Y yo no muevo el columpio.
El tiempo jura que tampoco.
Quizás algún niño muerto
se deja caer por el parque
para recordar el pasado
antes de volver a nunca jamás.
Uiiii primera, después de tanto tiempo
ResponderEliminarEl niño, es el ángel que nos recuerda nuestra infancia en ese columpio vacío que a esta hora y con algo de frío nos hace estar reflexivos.
EliminarBesitos de luz otoñal, mi Toro poeta
Toro Salvaje...se disfruta todo...aunque sea eso que no todos pueden ver...abrazucos y chocolates :0) 2do lugar.
ResponderEliminarUn beso, Toro.
ResponderEliminar:)
Eliminar😯
ResponderEliminar😇
Ufff escalofrío...
ResponderEliminarUn beso estremecido.
Los niños saben darnos vida en sus columpios
ResponderEliminarCariños
ResponderEliminar:O
Ahora entiendo porqué se me han quedado las manos heladas... pero tengo el corazón palpitante. :P
Beso... nen Xavi...
Desde mi particular 'Nunca Jamàs X'.
:)
PD: Me encantán los columpios! :))
Esto no es un columpio, esto es la montaña rusa, por la mañana pasión desenfrenada sin respiro ni pausa, por la tarde el frio aire de los fantasmas del pasado.
ResponderEliminarA ver si era un hada, tipo Prozac chiquitita, la que estaba moviendo el columpio, mira que los grandotes os perdeis los pequeños detalles.
Ainsssssss...
Un beso cálido que compense.
Y quizá exista ese lugar intermedio, ese tránsito, difícil de cruzar…
ResponderEliminarBsoss, poeta!
¡Cuánta tristeza hay hoy en tus versos!
ResponderEliminarMima el niño que hay en ti, no lo dejes solo y abrázalo de mi parte.
Un beso.
Tu ya vives en tu parcela de Nunca Jamás, en ese mundo ya estás y es tu niño interior el que te balancea, ese que tuvo que madurar antes de tiempo.
ResponderEliminarEl Peter Pan, que solo quiere correr tras "Campanillas"
y le ayuden a recordar los polvos que le ayuden a volar siempre,por Nunca Jamás.
Besos de Campanillas.
Cuando un niño no tiene quien le columpie y quiere hacerlo, el instinto le indica como impulsarse. Lo hará y sin temor, se dará muy muy alto ... hasta superar el vértigo de la muerte y la barrera invisible de nunca jamás.
ResponderEliminarPara ese niño no hay imposibles, Toro.
El poema, precioso. Conmovedor.
Te doy ... un beso.
Es triste pero muy hermoso, poeta. Nos trasladas a tus instantes: yo he sentido frío y veo al niño pero sentado en un banco con las manos entre las piernas. Me encanta el último verso.
ResponderEliminarBesitosss
Muy bueno, realmente veo como se mece el columpio en una fría noche de otoño sin que se mueva una hoja.
ResponderEliminarSaludos.
Tú te dejas caer por el parque Xavi pero estás vivo y no estás muerto.
ResponderEliminarBesos.
uffffffff, prefiero que te rías de la RAE
ResponderEliminarPues yo creo que es el niño invisible del parque.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Los columpios vacíos infunden tristeza, los niños alegría...Me gustaría volver a ser niña...Quizás al fantasma también.
ResponderEliminarBesos
los niños fantasmas son lo peor!
ResponderEliminarEn la huerta colgado de dos grandes manzanos, había un columpio de cuerda con el tablón pintado de rojo. Cada cierto tiempo mi padre cambiaba las cuerdas y pintaba el tablón, si no llovía cada tarde al llegar del colegio, me sentaba en aquel columpio, año tras año.
ResponderEliminarRecuerdo una tarde de octubre, la última en que me senté, maldije el destino, maldije el columpio y a él por haberse marchado, tan joven, tan lleno de amor, tan pronto
Con el paso del tiempo se me hizo insoportable verlo allí, abandonado, a veces mecido por el viento, pensé en dejarlo morir, pero lentamente, solo y viejo, no como él.
Sin embargo, algo cambio, llegaron nuevas vidas que hicieron revivir ese columpio, y en cierta manera la memoria de su abuelo.
Hay objetos y lugares que nos abrazan la tristeza, nos traen recuerdos. Pero pienso que a la vez, nos hacen sentir vivos. Porque si duele es q aún late.
Un beso
Yo siempre digo lo mismo. el pasado es genial para dos cosas: crecer y crear. Todo lo demás es muerte, es decir, somos seres muertos en el pasado, de un minuto al otro estamos muertos y renacemos, y lo único que vale de él es descubrir la mierda de chips que nos metimos o nos metieron inconscientemente, tener los huevos de cambiarlos y decidirnos a vivir lo que nos quede en paz con nosotros mismos y dispuestos a no repetir la mismo, eso es vida. El resto es cansino.
ResponderEliminarYo de fantasmas ya he tenido bastante en mi vida, como sabes.
Besos.
¿y si fuera verdad que una mano generosa movía el columpio
ResponderEliminary el niño, detrás, se partía de risa?
Preguntaré. A ver
bss
Lo que vemos es el espejo de nuestra mente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es triste.
ResponderEliminarMi abrazo, Toro.
Prefiero pensar que el niño creció , y en columpio espera la próxima generación ...
ResponderEliminarUn abrazo ... De luz..
Pd. La luz también se columpia, sólo que al estar en todas partes no se la ve...
Ups! Me has sobrecogido. Descansa. Bss
ResponderEliminarPero...¿No le pregustaste al viento? Quizás fue él y no lo notaste.
ResponderEliminarSaludos Poeta.
¿Has probado a hacer películas de miedo? Pues prueba.
ResponderEliminarSaludos.
Quien sabe...
ResponderEliminarBesos
Y quién no te dice que el columpio se balanceaba porque en él se sentó e niño que hay en tí?ese niño que dejamos atrás porque nos imponen madurez y ya no podemos soñar?
ResponderEliminarTAl vez lo miremos con la cara de la oscuridad y sea todo lo contraio.
Porlo menos hoy quiero pensar en positivoBesucos
Gó
Perdona los errores ,pero mi teclado también dejó atrás su juventud(sonrisa)
ResponderEliminarGó
Sigue allí, solo y abandonado
ResponderEliminar¿No habrá sido el anhelo del pequeño ternero, puro y aún sin cuernos?... alguien me dijo que les gusta columpiarse.
ResponderEliminarTe abrazo a través del tiempo y la distancia, incansable poeta !!
Buenas noches, Xavi TORO SALVAJE:
ResponderEliminarComentario N.º 36
:(
Dejo un intento de haiku:
Triste columpio
la ventada a ratos
juega contigo.
Y música de la película:‘Descubriendo el país de Nunca Jamás’,
♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫ El parque ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫
:)
Abrazos
Hermoso y raro en su tristeza
ResponderEliminarAbrazos
O quizá, el viento...
ResponderEliminarSalud
el misterio mece
ResponderEliminarUna imagen melancólica pero muy bella.
ResponderEliminarCon luz de luna.
Besos
ResponderEliminarNunca se van, Toro; nunca lo hacen.
Van y vienen por la vida a su antojo y a veces ... nos dictan poemas, miradas y sueños.
Buenos días
Creo que casi todos tenemos una imagen de un columpio, unos vacio con él sin nadie y otros con el de un pequeño sonriente lleno de júbilo .Según en que momento tenemos la visión nuestro corazón se llena de añoranzas o se estremece con una sonrisa que nos llena la mirada de LUZ.
ResponderEliminarYo, particularmente me veo en él balanceándome , subiendo alto ....muy alto!!!
BUenos dias Toro
Besotes
El columpio que se aburría allí y empezó a moverse para ver si algún niño se animaba a ir al parque
ResponderEliminarBesos y ánimo, yo que pensaba que seguías con tu pasión matinal..
Pues si... un cierto escalofrío por el inquietante momento si que te da.
ResponderEliminarBesos :)
Quién no ha visto alguna vez balancearse el columpio de la infancia?
ResponderEliminarEs un adiós pasajero y aparente porque dentro llevamos ese país de nunca jamás al que, aunque sea por instantes, siempre volvemos...
;)
Besos
Si algo demuestra la decadencia de esta sociedad es la falta de niños y sus sonidos. Qué tristes esos columpios vacíos.
ResponderEliminarUn abrazo, Toro
Una visión triste del Otoño frío.
ResponderEliminarAcá casi Verano las niñas y niños llenan las plazas felices, ya han salido de vacaciones del colegio
La vida es mucho más linda con sol, con niños y sin colegio...como dice el poema.
Un abrazo grande ya te tocara el Verano por allá.
mar
Hola Torito. Tal vez era el aire que al ver la soledad de la noche con el columpio sin ningún niño disfrutando de él, lo movió para hacerse la ilusión de que en él había un niño. Tal vez eras tú ese niño en tiempos pasados cuando tu madre te columpiaba y tú reías y reías con la inocencia de un niño.
ResponderEliminarUn abrazo enormeeeeeeeeeeeeeee
Siempre un niño en el paisaje...abrazo fuerte***
ResponderEliminarCuando la ilusión se desvanece los sueños se esfuman...
ResponderEliminarPrecioso en su tristeza, Toro.
Besos.
Pobres niños fantasmas que regresan solitarios al mundo donde ya nada tiene razón de ser.
ResponderEliminarConmovedor poema. Y bueno.
Bss.
Tal vez el columpio se mueve sólo por el viento. Ni el tiempo, ni tú, ni un niño que se fue. Porque ese niño ya hombre puede que sea quien mira el columpio vacío, pero lo ves demasiado lejano para ello.
ResponderEliminarUn beso
Yo también tenía un columpio. Nos divertíamos tratando de agarrar a las palomas del tejado de mi casa.
ResponderEliminarCucurrucucuuuuuu paloma.
Profundo, tierno y triste a la vez. Todos los que nos columpiamos alguna vez tenemos nostalgia de ello. Abrazo
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