Son las diez de la mañana.
Viajo en tranvía.
Ventana gigante.
El día
es fresco
pero azulísimo.
El sol dora la ciudad.
La vida apetece.
De repente sube una hiena.
Una hiena con arrugas infinitas.
Se sienta frente a mí.
Tienes unos ochenta años
y la mirada sucia y egoísta.
La acompaña un perro mártir
que sienta a su lado
en un asiento reservado a humanos.
Culo de perro sobre el tapizado
donde durante todo el día
han de sentarse infinidad de personas.
Se lo recrimino.
Se arruga más todavía
como si estuviera endemoniada.
Farfulla argumentos delirantes.
Además de hiena es una maleducada.
El perro baja la cabeza avergonzado.
La miro fijamente.
La hiena asoma feroz en sus pupilas.
La hiena ríe macabra por dentro.
Se baja del tranvía
y se aleja caminando monstruosa.
Por donde ella pasa brotan las sombras.
Ahora se estila eso, en las sillas de los bares también lo he visto. Menuda cochinada. Estuviste muy bien y muy valiente en recriminárselo.
ResponderEliminarBesitossss
La vida apetece.
ResponderEliminarEspecialmente cuando sabemos
que a las hienas
les quedan tres días
y sus víctimas mártires
serán liberadas.
Un beso,
Precioso.
No me gusta que maltraten los animales, pero no soporto ver los viejos en los asilos, los niños en las guarderías y los perros y gatos en las camas.
ResponderEliminarUn beso.
Gosto imenso de animais, mas não são mais do que animais.
ResponderEliminarMeu semelhante é o ser humano.
Beso.
Hienas en el tranvía, perros, gente que apoya los pies en los asientos, habría para escribir un libro.
ResponderEliminarBesos***
Tengo un perrito, se llama Trébol, regalo de mis hijos cuando murio mi Milu. El tiene su cama, no le permito subirse a la mía. Soy de Natura y de todos sus seres, no soporto el maltrato a niños, mayores ni animales, los que no se pueden degender, peo cada uno tiene su sitio. Respeto y tolerancia.
ResponderEliminarMi trébol, es el hijo que ya no puedo tener, así lo siento, pero el tiene que obedecer mis órdenes, me mira con esa carita de entenderlo todo y me hace caso, y yo me lo como.
Pero esa hiena tiene mucho de malo.
Feliz día Toro.
Un abrazo
El can avergonzado demuestra que algunos animales tiene mejor educación que ciertas personas.
ResponderEliminarPor otra parte, ella debería ir a vacunarse contra la rabia, bien le vendría.
Un abrazo Xavi.
Mejor el perro sintió vergüenza. Esto refrenda mi aversión a sentarme en lugares públicos.
ResponderEliminarEl respeto hacia los demás parece que escasea.
Besos.
Si, hay ancianas que son seres de maldad pura, quizas a cierta edad desarrollan mas capacidades para incomodar a los demas. El perro en realidad puede ser el marido, al cual hechizo y convirtio en animal.
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