UNA BUENA PELEA

Me pesan los días
los horizontes
y los futuros
estoy hartísimo
de tristezas
de la vida gris
y de la desesperanza
yo creo que necesito
una buena pelea
en un bar cutre
y hundir la cabeza
de un par de clientes
en la freidora de patatas
y acabar detenido
y darle una merecida paliza
a mi abogado de oficio
cuando venga con el cuentecito
de "quiero que me expliques la verdad"
y luego decirle al juez
que no tiene cojones
de ingresarme en la cárcel
y después llegar a la cárcel
empujando a los funcionarios
mientras grito a los cuatro vientos
que las madres de los presos
son más putas que las gallinas
y en el reconocimiento médico
arrancarle media nariz al doctor
de un mordisco inolvidable
y escupirla por la ventana
y nada más acabar todo esto
pedir un permiso extraordinario
por buen comportamiento
para volver al bar cutre
y reírme de los cara quemadas.