Hace mucho tiempo que callan olvidadas las viejas campanas de la iglesia del pueblo los jóvenes viven lejos los ancianos han muerto y ahora sólo el viento escucha conmovido sus polvorientos silencios.
Y con este texto has hecho que me acuerde de se viejo cuadro de Dalí llamado La Persistencia de la Memoria. Un abrazo, Toro: molas mucho cuando sacas esta faceta.
Ya nadie cree en su llamado de salvación de domingos a las siete -misa de pobres- o de domingos a las nueve - misa de ricos-, los pájaros negros de mal agüero acabaron con la credibilidad de antaño, de una salvación yendose directito al cielo con su sagrada intersección ante dios nuestro señor.
Me has hecho recordar a los veranos de mi infancia, en el pueblo de mi abuela. Creo que el cura, sigue tocando las campanas... No sé¡ hace años, que no voy por ahí.Muchos recuerdos,unos buenos y otros no tanto. Bss
El viento las llama, el viento las ronda, las acaricia, las acompaña...
Antigüamente, cuando tenían cierto tamaño, no era fácil hacerlas tañer... y menos hacerlo bien. Te jugabas el tipo... como te despistaras o no fueras diestro en su manejo.
...Por lo menos ya que cuelgan en las alturas,podran contemplar el ocaso de cada dia.....aunque suena triste,has descrito la soledad con gran desparpajo...
Pero sabes qué Torito? Muchos vuelven a los pueblos y puede que un día vuelvan a repicar. Los pueblos,la tierra y la vida sencilla es para mi la mejor alternativa en estos momentos.
Nostálgico y hermoso a la vez. Recuerdos de infancia se vienen a mi mente. Me gusta el sonido de las campanas, armonizan lugares sin importar el silencio que rodea.
No se que sería más desolador si que sonasen en medio de esa terrible soledad o que callasen. Quizás a veces el silencio sea más atronador que el sonido de una campana.
Al leerte me has hecho recordar a la época del pueblo... Las campanas podían decir tantas cosas con sus diversas formas de sonar... A veces sonido, otras es mejor escuchar el más absoluto de los silencios....
No sé si tú has tocado alguna vez una campana al vuelo... ¡es una pasada! Las de mi pueblo son muy grandes y era toda una hazaña, no sin peligros, claro está... pero cuando se es "Quinto" el orden y el concierto tienen sus propias medidas y escalas... ... bueno, paro, que me pongo nostálgico e "historietero"...
Tienes trazón en tu poema... los pueblos se están sumiendo en ese desolador destino...
Y con este texto has hecho que me acuerde de se viejo cuadro de Dalí llamado La Persistencia de la Memoria. Un abrazo, Toro: molas mucho cuando sacas esta faceta.
ResponderEliminarPobrecito... el viento.
ResponderEliminarUn beso.
Un saludo TORo, sa sabía que habías vuelto ya al pueblo, pásatelo bien con tu vida.
De regalo me pido el campanario de la iglesia y ya me encargaré yo de jubilar bien jubiladas a esas campanas.
ResponderEliminarUn beso.
Así estoy yo, en esta aldea que encontré perdida...solo escuchando el viento...Y SE ESTÁ DE AGUSTO...
ResponderEliminarVete tu a saber, yo miraría en el campanario, lo mismo las han robado para chatarra, que ya sabes como está la cosa... :)
ResponderEliminarSalud
Ya nadie cree en su llamado de salvación de domingos a las siete -misa de pobres- o de domingos a las nueve - misa de ricos-, los pájaros negros de mal agüero acabaron con la credibilidad de antaño, de una salvación yendose directito al cielo con su sagrada intersección ante dios nuestro señor.
ResponderEliminarEntonces, por quien doblan las campanas?
ResponderEliminarmuy bueno Toro
saludos
carlos
Suele suceder, cuando no hay renovación termina por llegar el olvido.
ResponderEliminarBesitos mi Torito.
Presagio de que las flores tendrán pétalos de hierro en la siguiente era...
ResponderEliminarAbrazos.
¡Cómo duele el silencio!
ResponderEliminar¡Cómo duele el silencio!
ResponderEliminarMe has hecho recordar a los veranos de mi infancia, en el pueblo de mi abuela.
ResponderEliminarCreo que el cura, sigue tocando las campanas...
No sé¡ hace años, que no voy por ahí.Muchos recuerdos,unos buenos y otros no tanto.
Bss
Me han gustado mucho esas campanas a pesar de lo tristes que suenan.
ResponderEliminarUn abrazo.
El viento. El que en ocasiones se conmueve. Salvaje.
ResponderEliminarY el silencio se acerca te lame el aliento y te lleva tan lejos que
ResponderEliminarvolveras en tus sueños...
gracias por tu bello comment
Precioso, me encantó.
ResponderEliminarNostálgico vivencial.
Besos Torito.
Si ese viento soplara como el cierzo de mi tierra, de vez en cuando las rescataría del olvido.
ResponderEliminarSaludos.
Hermoso y a la vez desolador
ResponderEliminarUn besito y buen finde
Algunos pueblos están habitados por fantasmas y ahora que volvian los vivos, tienen que volver a marcharse.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Es la visión desalentadora de la vida, en el que el tiempo pasa y todo permanece en el olvido.
ResponderEliminarBesos
ResponderEliminarEl viento las llama,
el viento las ronda,
las acaricia,
las acompaña...
Antigüamente, cuando tenían cierto tamaño, no era fácil hacerlas tañer... y menos hacerlo bien.
Te jugabas el tipo... como te despistaras o no fueras diestro en su manejo.
Siempre me ha gustado escucharlas...
Un beso... :)
ResponderEliminarPD: Coincido en lo que te dice tu primer comentarista.
Muy bueno, siento la soledad de esa iglesia.
ResponderEliminar...Por lo menos ya que cuelgan en las alturas,podran contemplar el ocaso de cada dia.....aunque suena triste,has descrito la soledad con gran desparpajo...
ResponderEliminarbesos Toro :*
Polvorientos silencios...impresionas,eh...
ResponderEliminarDejo una canción acompañante :
http://youtu.be/KOWa1EExzh8
Y un beso.
; )
Pero sabes qué Torito?
ResponderEliminarMuchos vuelven a los pueblos y puede que un día vuelvan a repicar.
Los pueblos,la tierra y la vida sencilla es para mi la mejor alternativa en estos momentos.
Besos repicantes
Una escena desoladora, los recuerdos ya no se ven igual….el tiempo todo lo cambia.
ResponderEliminarCariños…
Es el tañer de lo que fue...
ResponderEliminarBesos.
Una pena... con lo bonito que es el repicar de las campanas!!!
ResponderEliminarEs que tiene muy buen oído...
ResponderEliminaryo soy de ciudad, no conozco eso de viajar al pueblo por vacaciones..... y es muy triste esos pueblos casi abandonados, verdad??
ResponderEliminarAdoro el encuentro con ellas...............
ResponderEliminarBesos
Los viejos y el viento se entienden, las campanas han de estar felices.
ResponderEliminarBesos
Como en Macondo... ;)
ResponderEliminarBesos, Torito.
Me encanta como has terminado, aunque sea una imagen triste.
ResponderEliminarTriste hoy,abrazo
ResponderEliminarBuenas noches, TORO SALVAJE:
ResponderEliminarComentario N.º 37
Ahora para escuchar su sonido hay que recurrir a la música.
Después de leer tu poema, se me ha ocurrido preparar una entrada en mi blog FLASES.
Dos abrazos.
P.D.: Estupendo el enlace con la canción de Ella Fitzgerald.
Conozco un sitio asi...
ResponderEliminarBesos***
En nueve versos todo un relato. Precioso. Besos. Feliz día del amigo que es mañana domingo, hoy para ti.
ResponderEliminarUy que poema tan profundo. Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminar:( kiss
ResponderEliminarBreve pero conciso poema que expresa la soledad en los pueblos.
ResponderEliminarBesos,
hermoso!
ResponderEliminarme hizo canturrear Pueblo blanco de Serrat... después de mucho tiempo de olvidado...
besos,
Las mueve el aire a su antojo. Las mueve a notas tristes: lamentos...
ResponderEliminarAbrazos
Tão terno, tão simples e certo...
ResponderEliminarAbrazos
Siempre recuerdo el sonido de las campanas de mi pueblo, a veces alegre repiqueteo, a veces, lento lamento...
ResponderEliminarsiempre llamada.
Muy emotivo
Cuántos pueblos han quedado sólo con sus "fantasmas".
ResponderEliminarLo peor es que esos jóvenes que viven lejos vuelven con aires de haber sido siempre de "capital".
Ufff bueno, a lo mejor desvarío pero me ha encantado esta entrada.
Un beso enorme de fresa, Toro.
Las campanas para quien las trabaja!
ResponderEliminarYo puedo soportar ya que se borre un cometario cada vez que lo escribo¡¡¡¡¡
ResponderEliminarque harta estoyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy¡
AHORA ME CALLO YO¡
Y las cmapanas que hagan los que les de la gana que ya estoy harta.
Feliz tarde, TORo melancólico pintado de azul...
Que tocan a arrebato
ResponderEliminarcuando bajo la torre
las mozas pasan,
con sus pieles de alabastro.
Tranquilito el lugar.
Lo despertamos?.
Un beso.
Nostálgico y hermoso a la vez. Recuerdos de infancia se vienen a mi mente.
ResponderEliminarMe gusta el sonido de las campanas, armonizan lugares sin importar el silencio que rodea.
Besitos de luz mi toro bello
El silencio, muchas veces, dice más que cualquier palabra...
ResponderEliminar
ResponderEliminarBonita entrada.
Ese silencio que brindaste como cierre se llenó de estruendo en los campanarios de mi memoria.
Un beso
Cuantas cosas han cambiado...
ResponderEliminarBonito texto, besos
No se que sería más desolador si que sonasen en medio de esa terrible soledad o que callasen.
ResponderEliminarQuizás a veces el silencio sea más atronador que el sonido de una campana.
Al leerte me has hecho recordar a la época del pueblo... Las campanas podían decir tantas cosas con sus diversas formas de sonar... A veces sonido, otras es mejor escuchar el más absoluto de los silencios....
ResponderEliminarY más besinos...
Tan desolador...
ResponderEliminarEl viento a veces, las golpea y tañen tristes.
Bss
No sé si tú has tocado alguna vez una campana al vuelo... ¡es una pasada! Las de mi pueblo son muy grandes y era toda una hazaña, no sin peligros, claro está... pero cuando se es "Quinto" el orden y el concierto tienen sus propias medidas y escalas...
ResponderEliminar... bueno, paro, que me pongo nostálgico e "historietero"...
Tienes trazón en tu poema... los pueblos se están sumiendo en ese desolador destino...
Saludos.
Sencillamente magistrales.
ResponderEliminar¡Como me han gsutado!
Besazo
El silencio canta
ResponderEliminaren los helados campanarios
pero tu magnífica poesía
convulsiona el alma.
Besos Toro Salvaje