Por las noches
salen los diablos muertos
a recorrer las calles
en magníficas y espectaculares procesiones.
Seres encapuchados llevan a hombros
a demonios que lucen túnicas repletas de purpurina.
Debajo de cada capucha hay una mujer
con los pies encadenados y llagas en la boca.
Tras las encapuchadas
miles de hombres sin lengua ni ojos
entonan una letanía que sólo pueden oír los muertos.
Es la Semana Santa perpetua de los ciegos infinitos.
Esa que nadie ve jamás.
Al frente de cada procesión
hay un demonio de tres metros
que no para de relamerse
admirando a las mujeres encapuchadas.
Relucientes tambores mudos
redoblan de punta a punta del universo.
Las procesiones del silencio tatuado.
Las procesiones del sexo rojo y ardiendo.
Las familias se ocultan.
No se abren las ventanas de las casas
cuando esas procesiones demoníacas
pasan bajo ellas todas y cada una de las noches.
Las familias están inquietas.
Algo en su alma se resquebraja.
No saben porqué.
Pero padecen.
No quieren mirar.
Las familias disimulan su miedo ancestral.
Hacen ver que no pasa nada.
Pero eso no les preocupa a los diablos muertos.
Ellos seguirán y seguirán saliendo cada noche de procesión.
Tienen la eternidad entera para ir apresando a todos los difuntos.
Y desde el comienzo de los tiempos no se les ha escapado ninguno.
Es más fácil mirar para otro lado ignorando la procesión latente.
ResponderEliminarMil besitos amigo Toro y muy feliz semana.
Parece una película de terror.
ResponderEliminarDa miedo.
Bs.
No se extinguen, se adaptan al medio como los insectos, no claudican jamás y tratan de convencer a la humanidad que lo hacen en ara del bien y la verdad.
ResponderEliminarUN beso.
Aras.
EliminarImpresionan las imágenes de tu poema.
ResponderEliminarEs muy visual y muy tétrico.
Pero no sé exactamente a qué te refieres.
Bueno, no importa. Luego lo vuelvo a leer a ver si lo entiendo.
Besos
Ya sé, va a ser la tuna...
ResponderEliminar:)
Leyéndote este post me pasa lo mismo que cuando pequeña con Alicia en el país de las maravillas o luego de adolescente con la Metamorfosis de Kafka: que me quedo pallá.
ResponderEliminarBesitos
Muy oscuro el poema de hoy, aunque he de reconocer que mi comprensión lectora es bastante mala...
ResponderEliminarUn beso
Esta entrada viene muy bien para Semana santa, aunque pensándolo bien, también pega ahora porque los curas se han inventado una procesión cada semana. Y esto es cierto, migo Toro.
ResponderEliminarEsta entrada viene muy bien para Semana santa, aunque pensándolo bien, también pega ahora porque los curas se han inventado una procesión cada semana. Y esto es cierto, migo Toro.
ResponderEliminarEsa procesión no tiene fin, ha de recoger a toda esa especie que no para de reproducirse.
ResponderEliminarSaludos.
cuando era niña recuerdo eso de las procesiones... con el paso del tiempo ya casi no hay...con el desmadre de los casos de abuso sexual y encubrimientos por parte de miembros de la iglesia la verdad es que ya muchos emigraron de los templos , yo de vez en cuando entro a algún templo , pero cuando no hay oficios ni celebraciones, prefiero el silencio y tú a tú sin intermediarios
ResponderEliminarbesos
He vuelto a leer tu post , si te soy sincera no me importaría encontrarme a un diablo vivo porque los diablos muertos me aburren un montón.
ResponderEliminarPero bueno, al menos que procesionen así ellos se aburran menos en sus vidas muertas.
Lo que sea , lo prefiero vivo, ángel o diablo.
La vida se encargará de matarlos y ya nos juntaremos todos en los cementerios...
Besos.
Un poco de escalofrío hoy,cariños.
ResponderEliminarCerrar las contraventanas y no mirar....eso lo hacemos muy bien por desgracia.
ResponderEliminarTus últimos poemas son impresionantes.
Un beso, Toro
Toda mentira contiene una verdad
ResponderEliminary toda verdad contiene una mentira.
Los diablos muertos existen, es cierto
pero también lo es su pequeña mentira:
aunque la proyección de los miedos
que les profesan a su paso los haga más fuertes,
... en el fondo, no son invencibles
(shhh ni eternos)
Los demonios se prestan a todo. Ahora que está tan chungo encontrar curro, pues eso.
ResponderEliminarMe apunto a demonía
Una letanía que sólo pueden oír los muertos.
ResponderEliminarSi las familias temerosas no quiern mirar, cómo saben que bajo sus ventanas...
Es que la escuchan ?
Una buena pesadilla has escrito. Espero que no me pase factura esta lectura, Toro :-(
A por mí no vienen. No me cuentan nada nunca. Mira que los llamé!
ResponderEliminarUff por un momento he sentido escalofríos, es cierto, hay muertos vivientes. Nadie está entonces a salvo.
ResponderEliminarte beso Toro.
pd. que bueno eres. sigue siempre tu mismo.
Uffff a ver quién se duerme ahora!
ResponderEliminarEse final...
Un beso asustado.
ResponderEliminarUn poema endiablado...
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano...
XL
Yo creo que se lo pasan de miedo, nunca mejor dicho :)
ResponderEliminarSalud
Siempre es grato leerte amigo Toro ... No me gustan las procesiones....prefiero los rituales....saludos
ResponderEliminarHay muchos temas endemoniados que salen en manada y en procesión...a mi entender este poema da para muchos temas endemoniados...Muy bueno.
ResponderEliminarFeliz martes toro.
Un abrazo
Semana santa en Octubre, donde mujeres, y hombres, son muertos vivientes.
ResponderEliminarUn beso
Abrazos para ti.
ResponderEliminarBesos
:)
ResponderEliminarY mi mano en tu mano :(
y mi piel en tus huesos.
Y Si nunca vio al diablo
que le diera
sus besos
Totalmente de acuerdo contigo y con el comentario de Tracy, ya no sabe que más inventarse el clero, la cosa es que llevan 2018 años de runnn runnnn...
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
tremendo espectáculo, patrocinado supongo¿?
ResponderEliminara mí me aburre bastante, pero supongo que tendrá un objeto, fundamento de hecho y de derecho¿? no. Pero debe ser entretenido
ResponderEliminarMenos mal que no lo leí a noche! 👿👿👿
ResponderEliminarBesos
Realmente da miedo leerlo porque es muy tétrico. Me recuerda mucho a las semanas santas de antaño. Me daban miedo, sentía horror al mirar a los encapuchados morados y blancos. Hoy día creo que no hay que tener miedo a los muertos, ellos no hacen daño. Sí los vivos. Pero tampoco se puede vivir con miedos porque si no, no vivimos. Hay que tener precaución no miedo de nadie.
ResponderEliminarEsto en un corto con tus palabras e imágenes, sería la leche.
un abrazo
Espeluznante Toro. Me has puesto los pelos como las púas de Espinete.
ResponderEliminarBesicos muchos.
El miedo es el arma más poderosa para el hambriento de poder…
ResponderEliminarBsoss intensos, mi querido poeta.
Estos diablos más que muertos, lo que me parece es que son tontos.
ResponderEliminar:)
Un beso, Toro.
ya es jallowin?
ResponderEliminarbesos
Ya estamos en el infierno. No sé para qué vienen a buscarnos.
ResponderEliminarUn beso
Esa eterna procesión que no cesará hasta que el planeta reviente.
ResponderEliminarCuánta verdad en este poema. Nadie dice, nadie se atreve, se cierran las ventanas... pero ahí están. Lo sabemos y lo saben.
Apluado. Bss.
Da miedito 😖 Besos***
ResponderEliminarEs inquietante esta poesía...
ResponderEliminarDa miedo. Pero es indudable su valor.
Muchos besos.
Lárgome de aquí no vaya a ser el diablo mayor y me lleven.
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