Sábado.
De buena mañana
salgo de casa
y practico terror aeróbico
con la bicicleta
por barrios
donde la gente bien
no asomaría la cabeza
ni en mil vidas que tuvieran.
A mí me gustan
esos barrios
donde todo es posible.
Si voy a primera hora
casi de madrugada
hay un barrio
que es pura Asia.
A veces me dan ganas
de bajar de la bicicleta
y confraternizar con ellos
pero no sé si sería bien recibido.
Y además no tengo túnica.
Ni gorrito que vaya a juego.
Kufi creo que se llama.
Bueno, quizás un día me compro uno
y también una esterilla
para lo de orar hacia la Meca
y la bicicleta y yo nos convertimos al Islam.
Eso sí, cuando llegue el Ramadán nos damos de baja.
Más tarde
ese mismo barrio
es latinoamerica
pero sin bachatas
ni salsa
ni cumbia
ni nada por el estilo
y un par de horas más tarde
en el mismo barrio
aparece gente que me mira mal
y yo no les he hecho nada
y el barrio se transforma de repente
en un parque temático de infinitas posibilidades.
La diversión
y la adrenalina
están aseguradas
a partir de ese maravilloso momento.
En cualquier momento
la vida te puede cambiar para siempre.
En esos barrios las cosas me quieren.
Los árboles son simpáticos
y las fuentes sonríen descaradas cuando paso.
Pero nadie me trata mejor que las aceras.
Las aceras
cuando me ven llegar
ya tienen todas las baldosas a punto.
Y paso una vez.
Y otra.
Y otra.
Y algunas baldosas bailan
otras chillan
otras se hacen las interesantes
y otras más picaronas
me susurran cosas que mejor me callo.
En el amor
y en la guerra
hay que ser un caballero.
Siempre.
El terror aeróbico
es una modalidad deportiva
que consiste en pedalear sin descanso
esquivando gaviotas que escarban en la basura
botellas rotas hijas de las juergas nocturnas
y traficantes con cara de haber dormido bastante mal.
El bonus extra
es si un día por error
atropellas a alguien que será vengado
por el código de honor que rige en su familia
desde que el mundo es mundo
aunque le causes un mínimo roce en la bolsa del pan.
Ahí la bicicleta se queda corta.
Ahí necesitas un cohete supersónico
y la protección máxima de todos los ángeles celestiales.
Y aún así estás muerto.
El terror aeróbico es bueno para el corazón
porque los latidos
se disparan (nunca mejor dicho)
por una infinidad de motivos casi inimaginables.
Además el sol allí se porta mejor.
Tiene miedo y sus rayos no queman, sencillamente acarician.
Y las sombras son eróticas.
Se contonean con unos golpes de cadera que me roban el aire.
Y pedalada a pedalada
mi corazón va y viene asombrado
por los caminos del tiempo que se va y no se va.
Es la magia invencible del terror aeróbico.
Cuando ya estoy cansado
vuelvo hacia mi barrio por el carril bici.
Pedaleando con la espalda recta
y con la mirada todavía disfrutando de lo que ha visto.
Y serio.
Muy formal.
Como un niño que ha roto un vidrio
y teme que sus padres lo castiguen sin salir el domingo.
Poco a poco las calles van cambiando de fisonomía.
Y los barrios se esterilizan.
Están llenos de gente correcta y extraordinariamente civilizada.
Bueno, eso se creen ellos.
A mí me parecen esclavos tontos y ciegos con ridículas pretensiones.
En mi barrio las cosas no me miran bien.
Las aceras están disecadas.
Las fuentes se creen descendientes de la nobleza.
Los árboles no dan sombra si no pagas el impuesto correspondiente.
Y si atropellas a un vecino enseguida esgrimen pólizas de seguros
y hablan de denuncias, y de ir a jucio y de no sé cuántas tonterías más.
En mi barrio los poemas bostezan aburridos cada vez que amanecen en él.
Precioso vídeo dibujas con palabras. No hay soledad. Surcas barrios como pirata en su goleta.
ResponderEliminarEntran ganas de acompañarte. A mí tampoco me gustan los barrios ricos de las ciudades, sus habitantes tiene rostro de hastío acartonado y el color y las sonrisas se esfuman por los desagües.
Maravilloso poema.
Un beso.
Aventuras a limites extremos, a veces caminar entre extraños es mejor que aguantar miradas inquisitivas de extraños conocidos. Un abrazo.
ResponderEliminarSalir del propio barrio sienta bien, un poquito más de libertad, con unos metros más de soga atada al cuello, siempre es de agradecer.
ResponderEliminarBesos.
Celebro que hayas podido distrarte un poco.
Coge una bici y pasea, pedalea y paladea el sabor de los barriso con encanto y solera.
ResponderEliminarUn beso, Toro
Cada barrio, y cada persona, es un mundo diferente.
ResponderEliminarAbrazos.
Te puede parcer una tonteria, pero me subi a tu bici, y me fui contigo, creo que... igual, me confundo... perdon, si asi fuera... te gusta llegar al limite, o ¿no?, a mi si
ResponderEliminarun abrazo
Un paseo precioso por la Rue del percebe😊
ResponderEliminarBesos***
Ha sido imaginarte con el kufi...y entrarme la risa...jajjajajaja
ResponderEliminarUn beso gamberro😎
Una frase que leí hoy y que voy a aplicarla al poema: La vida es un 10% de lo que te sucede y un 90% de cómo reaccionas (Irving Berlin. Compositor bielorruso)
ResponderEliminarAsí tus versos nos hacen reaccionar como en secuencias y tus reacciones añaden metraje a este documento visual.
Fíjate lo que puede dar de si un simple paseo.
EliminarQué buen paseo te has dado!!
ResponderEliminarHas hecho un viaje sin salir de tu ciudad.
Besos, caballero Toro Salvaje
Muy bueno, cómo todos tus centrífugapoemas.
ResponderEliminarFeliz sábado.
Las baldosas de las veredas...a veces son traicioneras y vengativas, justo cuando vas caminando con un hermoso vestido primaveral...te salpican agua sucia en las piernas
ResponderEliminarPor lo demás me gustan los árboles que se inclinan y te saludan
Abrazos
Terror aeróbico... qué bueno.
ResponderEliminarA ver si las baldosas no se apartan porque no pueden.
:)
Me ha gustado el paseo.
Besos.
Hasta en los barrios hay clasismo... ya ves, Poeta.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti y feliz sábado.
Es que hay barrios y barrios.
ResponderEliminarBesitos.
Es verdad. Iba la cosa tan ricamente, hasta que has llegado a tu barrio y el poema ha dicho "hasta aquí hemos llegado".
ResponderEliminarSaludos.
Qué bueno saberte bien!!, bostezan los poemas, pero están vivos y ya andan en bici. Besos Xavi, aquí encerraditos
ResponderEliminarA seguir pedaleando por barrios que te inspiran!
ResponderEliminarBesos Torito.
Y ahí estás tú, Toro Salvaje, para despertar poemas como éste que brillen con tan buena armonía.
ResponderEliminarGracias
Saludos
Segue pedalando por esses bairros e contando depois o que te inspiram.
ResponderEliminarBesos, amigo mio
Es increíble cuantas ciudades, cuántos mundos, caben en una sola... No es posible conocerla si no se conocen todos.
ResponderEliminarBeso
Me encantan estos cetrifgopoemas porque son centrifugomentes.
ResponderEliminarQué bonito.
ResponderEliminarUn beso, Toro.
ResponderEliminarLeerte hoy ha sido como asistir a la proyección de un documental...
No iba en esa bicicleta, pero es como si hubiera ido pedaleando a tu lado...
Fascinante!
Ay... si esas aceras hablaran o hablasen...
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano...
🥀
Bonito paseo por tus letras amigo Toro. Saludos.
ResponderEliminarPorque lo tienes muy visto, pero tu barrio es muy chulo
ResponderEliminarQué divertido hoy! :)
Besitosss
Ayer di un paseo en bicicleta sin encontrarme a nadie, creía ya que con este nuevo terror ya no volvería a pasear en bicicleta. Pero aún hay barrios en los que no te encuentras a nadie,..
ResponderEliminarEse deporte, terror aeróbico sobre bicicleta, te lleva por parajes interculturales... parece entretenido...
ResponderEliminarPues, ve mas seguido, porque te ha quedado tan lindo que me escape con la mía para mirarte.
ResponderEliminarBesos animalito.
Buen poema!!!
ResponderEliminarAbrazos
Hola Torito. Que bueno es escaparse de vez en cuando a otros barrios donde todos incluso los árboles y las baldosas de las aceras te dan la bien venida y bailan a tu paso. Hay barrios más pobres que al pasar por ellos la alegría vuelve en el momento.
ResponderEliminarAbrazosssssssssssss
Qué bueno nada mejor que la tracción a sangre, sin gastos solo una traspirada y felicidad... Buen paseo y buena descripción. Me salpicaste con las baldosas flojas, igual que aquí. Beso
ResponderEliminarVoy a practicar el terror aeróbico, me has convencido.
ResponderEliminarA la vuelta no sé si me espera un poema, pero desde luego, habrá merecido la pena.
Eres único y se agradece.
Bss.
Yo también estoy descubriendo cosas de mi ciudad, sobre todo de mi barrio, que no conocía. Pero a pie, no en bicicleta. Aunque creo que a partir de ahora la bici se convertirá en uno de los medios de transporte más importantes en las ciudades
ResponderEliminarVe con mi bendición
ResponderEliminarY no corras 😂
Bravo !!! Besosss toro !!!
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