Seis de la mañana.
Bicicleta.
Vuelvo a mi niñez.
Vuelvo a donde fui.
Ahí están
los viejos edificios
y un cofre de recuerdos.
Mis emociones
pedalean suspirando
por las calles
del tiempo que ya se fue.
Todos duermen aún.
Todos no...
Los árboles me saludan.
Yo también.
Bajo de la bicicleta
ante el más grande de todos.
Lo toco con las manos y con el corazón.
Lo recuerdo.
Me recuerda.
Los dos nos emocionamos.
Le digo adiós
y pedaleando
por el túnel del tiempo
vuelvo con el alma herida al mundo de hoy.
Me pareció sentir el tacto de ese tronco en la palma de tu mano. Puedo imaginarlo. Como también la emoción que, sólo intuyo, lleva días contigo.
ResponderEliminarMe conmueves cuando visitas tu niñez
Beso
Qué alegría ver bonitos recuerdos que te saludan.
ResponderEliminarBesos.
Qué preciosidad!! Melancólica pero llena de poesía! Abrazo, replicante***
ResponderEliminarQUé bonito!
ResponderEliminarDicen que abrazar un árbol reconforta mucho.
ResponderEliminarSaludos.
Saltarse la distancia y meterse de lleno en el pasado ...
ResponderEliminarY que todo siga igual.
Parece un bonito sueño.
Qué bien cuentas lo que me sucedió esta mañana...
ResponderEliminar:)
Tú eres, junto con tus versos, un hermoso y frondoso arce bajo el que cobijarme en momentos de desesperanza y dolor.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Muy lindo poema Torito, me gusta tocar los árboles, me recargo de energía.
ResponderEliminarBesos al alma y que tengas un maravilloso día.
Imaginación te sobra para volver allí cuando quieras.
ResponderEliminarSaludos.
Es un poema emotivo, hermoso el árbol.
ResponderEliminarAbrazos.
Un poema precioso y muy madrugador ;)
ResponderEliminarBesos
Pero que te quiten lo bailao.
ResponderEliminarUn beso
Toroindurain madrugador y tierno.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/tsbhgyZzw_0
💋🚴🏻♀️
Una bocanada llena de emociones. La realidad nos invita a seguir en pasos cortos pero no quedos.
ResponderEliminarun beso.
Herida pero sentida
ResponderEliminarQué buen ratito, es de esas melancolías bonitas. Yo sólo puedo mirar fotos :/
ResponderEliminarBesitosss
A veces necesitamos, a pesar de la añoranza, hacer esos viajes para recargarnos de energía, en un mundo que nos la quita día a día…
ResponderEliminarAbrazo grande, querido poeta.
Hermoso encuentro con el árbol querido Toro...
ResponderEliminarMe he puesto a silbar "verano azul" así sin darme cuenta...
ResponderEliminarbesos, niño.
Siempre se regresa donde se fue feliz... y ese lugar siempre nos recuerda. Al menos eso... antes de regresar.
ResponderEliminarMil besitos con cariño, POeta.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPedalea, Torito, pedalea...señal que sigues en la ruta!
ResponderEliminarBesos y saluda de mi parte a tus árboles y edificios!
Lo hago a veces buscando las sensaciones.
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ResponderEliminarUna bicicleta mágica...
Igual que tu poema.
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano...
🥀
Esa niñez que nos devuelve el amor a la vida.
ResponderEliminarTu relación con los árboles es profunda, y me gusta.
Besos, Toro.
Es bueno darse esos paseos de vez en cuando. Dan VIDA.
ResponderEliminarSeñor escritor...si por esas casualidades, en esos grandes paseos, ve a mi gran chivato amarillo, le deja un saludo mío
ResponderEliminarEn un árbol...así como muy perezoso y tiene flores amarillas
Gracias
Abrazos y se me cuida señor poeta
Me ha encantado el cofre de los recuerdos!!!
ResponderEliminarBesos
Abrazar los árboles tiene unos beneficios muy saludables. Me dijeron una vez que, en una meditación, visulizar que abrazas un árbol está relacionado con la figura paterna. No sé...
ResponderEliminarBesitos y abrazoa de eucaliptos
Un cofre de ternura.
ResponderEliminar:)
Precioso.
Un beso, Toro.
Muy lindo recuerdo yo tambien por las tardes andaba mucho en bicicleta una linda forma de sentir la brisa en la cara era maravilloso.
ResponderEliminarBesos a ese niño Toro!
Esa bella emoción de recordarse los dos.... Saludos amigo Toro.
ResponderEliminarHola Torito. Pues al menos el árbol seguro se transmitió su fuerza y entereza. Creo que hoy día son los único que no sufren. Tal vez sí porque incluso nos hemos olvidado de que están ahí, ya que no nos podemos parar bajo ellos porque está prohibido. Aunque un abrazo no llamará la atención.
ResponderEliminarLo más importante es que volviste por un instante a la tu niñez feliz.
Abrazossssssss. Cuídate mucho
Me has hecho imaginarte, con la bici por las calles vacías, abrazando al árbol y dejándolo a tus espaldas...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Que lindo Torito!!
ResponderEliminarHe ido en ese paseo en bici con el protagonista del poema y he vuelto cargada de nostalgia.
ResponderEliminarMagistral poema.
BSS y... Gracias :)
Emocionante paseo y recuerdo, aún hoy sigo tocando árboles y ramas que lloran de algún sauce que ahora está sin disciplinar. Su tacto es frío, parece que ellos también necesitarán del tacto humano. Genial paseo, gracias. Besos
ResponderEliminar¿Dónde venden esos cofres, Toro?
ResponderEliminarFijate si hay uno que me devuelva a mi niñez, despertandome solo a las 7 de la mañana para encender la TV en silencio sin que nadie se entere, antes de las 10 que pasaban a buscarme para jugar en la calle
Abrazos Toro Poeta de la Nostalgia!
Vivimos en un presente continuo; somos lo vivido, por eso, para saber quiénes somos, convien recordarlo todo...
ResponderEliminarLos árboles son superiores a nosotros en naturaleza, los más longevos, testigos del tiempo por cientos de años, por milenios...
En "Cartas a un joven poeta", Rilke le aconseja que cuando no sepa sobre qué escribir que acuda a su infancia, que es siempre fuente de inspiración.
ResponderEliminarReencuentros naturales.
ResponderEliminarMua!