Aburrido.
Voy por las calles
mirando escaparates.
Nada me interesa.
Además apenas quedan tiendas.
Ahora todo son:
Uñas.
Tatuajes.
Depilaciones.
Y otros
antros de belleza
para ranas y sapos.
Tiendas absurdas
para engañar a alguien
hasta que la verdad asome
en forma de raíces o piel agonizando.
Sigo caminando.
Cada vez más aburrido.
Escaparates absurdos
que no me dicen nada.
Si hubiera escaparates de ataúdes
quizá me quedaría un rato mirándolos.
Y posiblemente
entraría a probarme uno.
A mí me queda bien el azul marino.
Y también el naranja.
Igual que hay gente que prueba colchones
ante la mirada libidinosa del vendedor depravado
yo podría probarme unos cuantos ataúdes
aunque ya aviso que deberían ser de gran tamaño.
En relidad
lo que más me gustaría
es probarlos sin el vendedor
y cuando llegaran clientes nuevos
con el fin de dar emoción a sus vidas
hacerme el muerto y de repente gritar como un cosaco.
jajjaja las cosas que se te ocurren. Un ataúd naranja sería la envidia del cementerio.
ResponderEliminarBesitosssss
La noia e la ripetitività della vita, inducono la mente a fantasie diverse...
ResponderEliminarBuon venerdì e un saluto
Vas a tener que probar ataúdes en Noruega, aquí el tallaje es pequeño. De paso le pones unos remos y te paseas por los fiordos.
ResponderEliminarUn beso.
Me gusta tu humor.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña!
Imagino tu enorme humanidad, recostada con beatífico semblante, emergiendo de golpe, con un traje azul marino con chaleco naranja fosforito, diciéndoles a algún compungido cliente, lo que le espera en un futuro próximo.
ResponderEliminarSaludos.
Es verdad, todos los escaparates son tiendas de culto a la belleza o de frutas... ya no hay librerías, ni papelerías...
ResponderEliminarUn ataud naranja?? Curioso... Abrazos
Juro que te he visto: ataúd enorme, azul marino con forro de seda naranja!!
ResponderEliminarMe falta tu atuendo: capa de seda azul?😆
Coincido contigo, no es placentero mirar escaparates, descubren un mundo sin alma...
Besos***