Unos antiguos amigos de Justiniano
le han invitado a tomar una copa en un local
para celebrar el cumpleaños de uno de ellos
y una vez allí ha comprobado
que todas las chicas son muy simpáticas
además de que deben tener mucha calor
porque van muy ligeras de ropa
y al cabo de un rato una de ellas
que lleva un minivestido negro
muy atractiva y también muy decidida
que observa desde hace rato a Justiniano
al haber recibido sin duda un flechazo de Cupido
le ha preguntado si le gustaría hacer el amor
a lo que Justiniano después de mirarla bien
le ha dicho que no le importaría en absoluto
y ha sido nada más decir eso
que la chica lo ha llevado a una habitación discreta
en la parte más alejada y oscura del local
donde se ha desnudado en un santiamén
ha sacado la lengua fuera de la boca
y la ha empezado a mover en todas direcciones
a una velocidad endiablada
como si estuviera poseída
para seguidamente desnudar a Justiniano
y llevárselo de un tirón hacia la cama
donde se han dado unos buenos revolcones
hasta que Justiniano muy contento y satisfecho
le ha pedido el teléfono a la chica calurosa
y le ha preguntado ilusionado
si le gustaría ser su novia formal
pero la desagradecida en vez de contestarle que si
pretende que Justiniano le pague 300 euros
cosa que le ha dado mucha risa a Justiniano
ya que encima solo lleva el bonobús
lo que ha originado el terrible enfado de su futura novia
que ciertamente ahora no parece muy enamorada
y la aparición de un hombre con muy mala pinta
seguramente el padre de la chica caprichosa
al cual Justiniano le ha pedido la mano de su hija
pero por desgracia ella debe estar comprometida
o su familia llena de peligrosos desequilibrados
ya que la petición de mano ha acabado a golpes
y Justiniano con el corazón roto
para evitar males mayores
ha tenido que escapar a la carrera.