JUSTINIANO 120

A Justiniano le han prohibido
asistir a las reuniones de vecinos
del edificio donde vive
según le ha dicho muy serio
el administrador de la finca
que le ha citado en su despacho
porque hay muchísimas quejas
relativas a su comportamiento
y sobre todo a esa costumbre
de que cada vez 
que habla un vecino
proponiendo alguna idea
que no gusta a Justiniano
éste le señala con el dedo
imitando con precisión
el cacareo de una gallina
hasta que el vecino se calla
pero Justiniano le dice al administrador
que todo eso es mentira
y que él no tiene ese comportamiento
que son invenciones de los vecinos
fruto de sus mentes enfermas
pero como el administrador insiste
y persiste en sus acusaciones
Justiniano se ha levantado de la silla
con el ánimo muy ofendido
y señalando al administrador
con el dedo acusador
ha estado cacareando a su alrededor
hasta que el administrador se ha callado.