EL AIRE QUE ME QUEDA

Del viento astuto
y de la madrugada
he aprendido a vivir
a espaldas de la luz
tatuado entre la nada
y ahora libre y lejos
como una nube
que vuela plácida
hacia ninguna meta
son mis días
mí único tesoro
son mis días
un camino sin retorno
son mis días
el aire que me queda
y ahora que me sé
como nunca me supe
y ahora que la sangre
aún ruge en mis venas
y ahora que por fin
hago ningún caso
a los ladridos esclavos
de la envidia traicionera
ahora sigo caminando
lejos de todo
y lejos de todos
más tranquilo que nunca
por la senda de mi conciencia.