EL PERRITO DE NORMANDÍA

Nada más despertarme
he pensado
en un perrito abandonado
que corretea tristón
por las playas de Normandía.
Es de color blanco
y tiene en el lomo
algunas manchas negras.
No parece muy sano
y cojea mucho
de su pata trasera izquierda.
Exhibe un carácter
de perro desconfiado
al que la vida ha tratado mal.
Ni siendo
un cachorro
llegaron a quererlo.
Jamás le silbaron
con verdadero cariño.
Una fea cicatriz
cruza su ojo derecho
y no le permite ver bien.
Huye de los humanos
harto de soportar
malos tratos y vejaciones.
Y todos los días
ladra a las olas
hasta cansarse
y las acomete
asustado y enfadado
sin entender jamás
qué es lo que ocurre.
Yo tampoco sé lo que ocurre.
No he estado en Normandía.
Pero el perrito
ha venido
esta mañana
a mi cama
y me ha despertado.
Es un perro maravilloso
que necesita hoy mismo
ser rescatado
de mi loca cabeza
y que una mano amable
le acaricie el resto de su vida.