Los sitios que conocí ya no existen.
Todo es diferente.
No tengo recuerdos de lo nuevo.
La gente no se acuerda de mí.
El viento me roza y no me saluda.
La lluvia no me acaricia como antes.
Tengo sospechas preocupantes.
Voy por las calles de mi barrio
y a veces creo estar en París, Londres o Roma.
Las conversaciones que oigo son en mil idiomas.
Los taxistas son pakis o chinos.
En eso la cosa ha mejorado muchísimo.
Las noches son trampas de luz y plástico.
En los antros nocturnos
hay cola en los lavabos
para irse por unas horas de la tierra.
Yo no tomo drogas.
Pero empiezo a ver cosas muy raras.
La gente entra triste al lavabo y sale contenta.
No hay que ser muy listo...
Los camareros parecen fantasmas
de un universo que se ha caído del tiempo.
Me sirven whisky luciendo sonrisas descosidas.
No digo nada.
A veces pienso que los camareros son de trapo
y que en cualquier momento
se encenderán las luces y el público aplaudirá.
Pero eso jamás ocurre.
El espejo se ha cansado de mí
y hay días en que no le da la gana de reflejarme.
O me miro y no me encuentro.
Y luego oigo reír al espejo.
Está loco.
O estoy loco yo?
Los sitios que frecuento callan cuando llego.
Incluso hay días
en que las paredes
se apartan a mi paso.
Como si yo les diera algo de miedo.
Cuando camino las baldosas cuchichean.
Y algunas me señalan con descaro.
Y lo peor de todo.
Mi sombra hace mucho que ha desaparecido.
Será que nadie se atreve a decírmelo?
No me extrañaria
que un día de estos
rebuscando entre los papeles
encontrara traspapelado el certificado de mi muerte.
Cancela el certificado de tu muerte en la Juan Carlos I.
ResponderEliminarEres un crack.
Un beso.
Tampoco es tan malo no tener sombra.
ResponderEliminarBesos.
Y pensándolo bien , tampoco que las paredes ( o muros) se aparten a tu paso.
ResponderEliminarSerá que te quieren dejar libre.
Es cierto, a veces, vemos el mundo desde fuera y todo nos resulta extraño y ajeno.
ResponderEliminarPero de momento, No te ha tocado aún, Toro. Yo te leo y, o bien, los dos estamos al otro lado, o seguimos de este lado.
Un beso que te llegue.
El tiempo lo cambia todo, por eso pasa lo que dices en tu entrada, tan sacártisca como siempre.
ResponderEliminarDisculpa que no haya correspondido a tu visita antes, he estado un poco mal y no me he puesto en el ordenador para nada.
Besos, feliz semana.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminaryo te recomendaría que dieras un paseo, quedó buena tarde.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bueno. Sobre todo el final.
ResponderEliminarSaludos.
Ufffff que angustia me ha dado este poema.
ResponderEliminarAunque es genial.
Un beso
Hago mio tu poema, esas sensaciones son familiares...Todo es diferente y nosotros también, vamos cambiando, a penas no damos cuenta,pero nuestro fichero lo guarda todo, es ley de vida toro, pero es cierto que hay cambios horribles.
ResponderEliminarBesos.
Vamos muriendo un poco cada día...
ResponderEliminarSaludos.
Inquietante, como si todo fuera un decorado de cartón.
ResponderEliminarA veces he tenido esa misma sensación.
Besos
Así me siento yo también ...Besos***
ResponderEliminarPiensa que tú eres ese espejo donde él se refleja... siempre bajo tu sombra está.
ResponderEliminarMuy reflexivo tu poema, amigo Toro.
Mil besitos para tu tarde, poeta.
¿Y esos que se han olvidado de ti, te han conocido realmente en todas tus facetas? Con la que muestras por aquí es imposible olvidarte. Mírame a mí que no me resisto a leerte a pesar de los años que yo no escribo. A tu espejo hay que revisarlo bien, probablemente tendrías que atravesarlo… ;-)
ResponderEliminarComo siempre me enganchan tus poemas y tú.
Te dejo unos cuantos besos, Torito, tan salvaje y tan tierno.
El único "diferente" que me dolería : el de mi pequeña infancia. Sería un shock emocional enfrentar ( y reemplazar ) aquellos recuerdos sagrados con imágenes actualizadas.
ResponderEliminarMe paro a leer los mensajes que hablan de ti...cuando llego a mi espacio
ResponderEliminarno se que poner...se me ha olvidado, has contagiado mi pensamiento que también huye por esa esquina de mi.
cosa que yo no hago de ti porque estoy muy a gustito aquí contigo Toro. besicos dulces pa ti.
es una pasada este poema, he caminado por esos clubs de tu verso tomado
ResponderEliminargracias
besos
Creaste un mundo literario que te refleja, amas los árboles, los pájaros, la lluvia, las sonrisas tiernas, las personas francas y cabales. Hiciste que adorásemos a la mujer que ondea en tus versos, el olor de la tierra mojada en verano, tu mar nos da vida, tu Barcelona más íntima nos puebla, esa que tu sientes desde un corazón pleno de afectos. Sí, respiro tu poesía y a través de ella también detesto ese mundo corrupto que tu detestas. He de confesar que en ocasiones fijo mi vista en tu avatar negro y descubro una poesía que me emociona, que lleva mi vida por milenios de poesía para ser esencial y moderna. Eres tan grande que no cabes en el espejo. Eres íntegro, por eso el mundo se aleja, teme que pidas responsabilidades.
ResponderEliminarUn beso, POETA.
Pienso igual que tú, está claro que esta ya no es nuestra época.
ResponderEliminarNo, tiene que ser otra cosa, porque tú muerto no estás.
ResponderEliminarPero sea lo que sea, el poema es fantástico, onírico e inquietante.
ResponderEliminarHago mías las palabras de 'Ilduara'...
Ningún espejo puede contener(te) tu corazón, tus versos latidos...
Son demasiado grandes... inabarcables.
Beso... sin espejo.
XL
Como diría mi abuela ¡Jesús María!
ResponderEliminarYo te siento muy vivo y no miento. Los espejos sí.
Bésame!
Fantástico Toro! Me ha encantado. Un alfiler, pinchas y descubres si hay vida. 😜
ResponderEliminarNo creo que nadie se haya olvidado de ti... Si puede ser que tú te hayas olvidado de todos :)
ResponderEliminarEstás muy vivo y deseo que pronto pasen todos estos baches.
Un beso grande, grande.
El otro día te dije que vinieras al infierno, que acá está tu sombra, no lo recuerdas?😈
ResponderEliminar☀😚😚😚😈😍🐦besoss
Mejor es hablar de vida... :)
ResponderEliminarSalud
Que sepa que está usted vivito y coleando. Para que conste en la blogosfera a once de abril de 2018.
ResponderEliminarBesitos
Nuestro yo que recordamos, en el marco de una edad más o menos de adultos, va quedando atrás. Tu final es magnífico, Toro.
ResponderEliminarUn beso
La vida evoluciona y se transforma, aveces no te recuerdan, otras veces... otras si :)
ResponderEliminarBesos
Y aún así hay sombras, que pese a todo, no languidecen...
ResponderEliminarTe beso, TS.
Ay! pues a mí me encanta este poema!
ResponderEliminares como la vida misma, -la vida de ahora-, nada que ver con la antes...ya ves el tiempo pasa rápido, todo cambio, incluso nosotros...
El cambio es continuo.
ResponderEliminarPor eso, como el sabio en el que se estará convirtiendo, no deje de contarnos a los que venimos detrás como eran las cosas antes. Enriquezca.
Un saludo.
¿De verdad?
ResponderEliminarPues mira, Toro, mientras sigas escribiendo así, de muerto nada, monada ...
Un poema magnífico y espléndido.
:)
Un beso, Toro¡feo!
♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ Para el poeta de los poetas ♪ ♫ ♪ ♫ ♪ ♫ ♪
Eliminar:)
Me aúno a tu sospecha…
ResponderEliminarGRANDE…
Un abrazo, también grande!!
Mientras el viento roce tu mejilla
ResponderEliminarjamás acabarán estos Inmensos Versos.
Mi beso.
Puede ser que hace mucho te moriste y tú ni en cuenta. Suele suceder a mi ya me pasó tres veces.
ResponderEliminarBesos ToroInmortal.
Tan solo conozco un refugio capaz de acogernos, la naturaleza en ella no existe maldad, ni falsos pensamientos te adentras y sientes que encajas perfectamente en un mundo exento de artificio.
ResponderEliminarTan solo conozco un refugio capaz de acogernos, la naturaleza en ella no existe maldad, ni falsos pensamientos te adentras y sientes que encajas perfectamente en un mundo exento de artificio.
ResponderEliminarInquietante como poco.
ResponderEliminarTurbador más bien.
Y me ha encantado.
Un abrazo.
Eso de las paredes apartándose es brutal.
ResponderEliminarEl poema en sí mismo es una pasada pues creo que en algún momento nos pasa.
Y es que todo acaba siendo un artificio caducado.
Bss.
Un gran poema, Toro.
ResponderEliminarBesosss
Profundo, yo diría hondo como un pozo en el que nos gusta revolcarnos para luego emerger un poco más limpios. Se sabe que lo que nos rodea no es lo que queremos, por eso la musa ayuda a limpiar la porquería. Beso
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