19 de mayo de 2020

CENTRIFUGAPOEMAS 42

Hay un desierto infinito
en el tiempo que ha desaparecido.
Antes de cruzarlo yo era otro.
Ahora no sé quién soy.
Y me aterra pensar en lo que seremos.
En la calle no sé distinguir a los muertos de los vivos.
Pero nadie está alegre
excepto los delincuentes
que disfrazados con mascarillas
ahora se ríen de las cámaras de seguridad.
De repente es como si todos hubiéramos envejecido.
Hasta los optimistas cuando nadie los ve
se van al espejo y con ojos arrepentidos dicen: "idiota, idiota, idiota".
No veo el amor por las calles.
Ni en las redes sociales.
Es como si nos hubieran arrancado el corazón.
Ahora somos robots de plástico barato
obedeciendo a un chip 
que cada día nos cambian en la televisión.
Obedecer es la bandera.
Y la sintonía de los noticiarios
el himno amargo de los esclavos que se creían Dioses.
De la dignidad y el honor no se sabe nada.
Supongo que fallecieron de pena
al contemplar lo que son en realidad los humanos.
Cuando voy por las calles maniatadas
contemplo el sinsentido de vivir en una cárcel infinita.
Y no digo nada.
A quién?
A los esclavos miedosos?
A los borregos que sólo saben obedecer?
A los que el miedo les impide pensar y deducir?
No.
Mejor me callo.
Y me refugio en la música de mis auriculares misántropos.
Pero miro.
Y veo.
Y busco un Dios alienígena donde refugiarme.
Pero me lo imagino con mascarilla y me da la risa.
Y lo imagino atracando a los difuntos resucitados que tienen más joyas.
Y me da más risa.
Y entonces me paro ante un escapare deslumbrante.
Y hablo con mi reflejo que asombrado me contempla en silencio.
Y le digo qué canción quieres escuchar ahora?
Y me dice: cualquiera de Amy Winehouse.
Y abro la app de Spotify y le pongo todo su repertorio.
Y ahora soy un negro vacilón y modernata que baila por las calles.
Y asusto a todos los hipocondríacos que respiran únicamente hacia dentro.
Y me voy al mar otra vez.
Y veo como se lesionan los descerebrados
por culpa de los consejos que han leído en Instagram.
Y Amy Winehouse al verlos le da risa y deja de cantar.
Y yo la comprendo porque parecen malos actores de cine cómico.
Pero no me hace gracia que no cante
porque sin su música me voy apagando
y le digo que no la denuncio porque está muerta.
Después sigo caminando atraído por los latidos de la vida oculta.
Y me escapo por un camino de suspiros y recuerdos.
En ese camino hay sueños y tiempos probables por nacer.
Hablo con unos cuantos árboles sobre cuándo volverá la liga.
Ellos me dicen que sólo han oído rumores.
Que hacia mediados de junio.
Agradecido les invito a tomar algo en una terraza inexistente.
Me lo agradecen pero dicen que están en Fase de Raíz
y que según las normas del ministerio de sanidad no podrán moverse
hasta que los árboles infectados
que hay en las ucis de los invernaderos se recuperen totalmente.
Estáis locos les digo y me voy sin despedirme.
Cada vez camina más gente hacia la playa.
Todos con la mirada perdida en un mundo que falleció.
Los voy esquivando mientras escucho Oques Grasses.
Es una especie de reggae en catalán.
Sus letras son divertidas y me provocan ganas de bailar.
De repente contemplo otro planeta.
No el de los telediarios.
No el de los periódicos.
No el de los hipocondríacos desequilibrados.
En la playa hay gente jugando a pala.
Y nadando.
Y en patinete.
Y en bicicleta.
Y perpetrando surf en un mar que parece una sopa.
Y bellezones haciendo yoga con bikinis microscópicos.
Y hace mucho sol.
Y calor.
Y hay gente tostándose en la arena.
Cientos.
Miles de personas.
Y el ilusionado mar es más azul que nunca.
Y pienso... dónde está la pandemia?
Y llego a la conclusión de que algo raro ha sucedido.
Algo les ha salido mal 
a los protagonistas de los telediarios.
Y pienso que se van a vengar.
No van a tolerar que la gente lo pase bien.
De esa gentuza me espero cualquier cosa.
Y ya tengo ganas de volver a casa.
Le lanzo un beso al mar.
Y una última mirada a las del yoga erótico
y doy media vuelta silbando una canción pegadiza.
Entonces me fijo en una farola triste que solloza en una esquina del paseo.
Me acerco y le digo si baila.
Me dice que no.
Que se le ha muerto la bombilla y que no tiene ganas de nada.
Que llevaban muchos meses juntas y que estaba naciendo el amor entre ellas.
Le doy el pésame y le digo que si necesita algo que me lo diga.
Ahora estoy triste.
Tras darle un abrazo me voy.
Se me han quitado las ganas de escuchar música.
Desconecto.
Me quitos los auriculares y miro el cielo.
Tan azul está que me dan ganas de zambullirme en él y nadar un buen rato.
En el cielo seguro que no hay virus.
Ni chiflados espiando desde los balcones.
Lo intento pero cada vez que salto vuelvo a caer.
No hay manera de nadar en el cielo.
Quizás en otra vida.
Quizás en otra planeta con habitantes más divertidos.
Quizás si nazco en un universo donde el amor y la alegría nos saluden cada día.

48 comentarios:

  1. De vez en cuando y en ocasiones nadas en el cielo...

    No lo niegues merlucito...

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Así, tal cual, es todo..
    Un saludo ( con distancia de seguridad)

    ResponderEliminar
  3. A una distancia de más de dos metros, te digo que no te reprimas y te zambuyas en ese cielo azul...
    Besitos Xavi.

    ResponderEliminar
  4. Quizás en otro planeta...
    Me ha encantado, me has hecho reír y ponerte triste al mismo tiempo.
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  5. Hola Torito. Si te apetece bailar con la farola pues baila. Aunque creo que son muy frías :-) :-)
    El mar te da vida y te da alas, se hace tu cómplice. Que envidia poder pasear contemplando el mar.
    Abrazossssssss

    ResponderEliminar
  6. En esos otros planetas tienen que estar acojonaos, pensando que pongamos nuestros ojos en ellos para cuando terminemos de cargarnos el nuestro.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Prefacio a una crisis epidemiológica y psicosis vírica.

    Con este poema deberían de dar inicio los estudios sobre el coronavirus.

    Un beso

    ResponderEliminar
  8. No hombre no, confiemos en que todo vaya a mejor (me abstengo de opinar)

    salud

    ResponderEliminar
  9. Estoy hasta el .... de la .... pandemia.

    Besoooooo

    ResponderEliminar
  10. Admiro tu imaginación ,¡¡¡Si tu supieras!!!.
    Besos
    Mar...

    ResponderEliminar
  11. He disfrutado mucho leyéndote y me has hecho pensar con las distintas fases por las que pasa tu "centrífugapoemas", son las mismas por las que pasó yo en cada minuto del día, sólo me falta poder mirar al mar.
    Y te juro, Toro, que eso cualitativa mente es MUCHO.

    ResponderEliminar
  12. Yo quiero mirar el mar...ahora
    Te aplaudo mas que nunca señor escritor
    Plaf plaf plaf
    Te abrazo
    Cuídate (Es un buen deseo de una desconocida)

    ResponderEliminar
  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  14. Hay amor en las calles, pero hay que llevar gafas amigo. Es broma.

    Un beso

    ResponderEliminar
  15. Un poema pesimista pero realista, yo creo que el amor sigue estando, pero hay que saber mirar.

    Besos al alma y que tengas un lindo día.

    ResponderEliminar
  16. Amor y alegría existen
    Probabilidades, frecuencias, lugares y coincidencias

    ResponderEliminar
  17. Es como vivir un día dentro de tu cabeza... y ver la realidad a través de tus ojos de Poeta.

    Yo me zambullo en ese cielo azul... y en ese horizonte donde sucumbe ante el perfil del mar... una que ya tiene experiencia :)

    Mil besitos azules y feliz tarde.

    ResponderEliminar
  18. Me encantan estos paseos por tu Barcelona, me traen muy buenos recuerdos.
    Tienes que ponerte uno de esos tanguitas minúsculos para nadar por el cielo, si no no funciona
    Besitosss

    ResponderEliminar
  19. Impresionante el poema.

    Yo también tengo algunas cosas pendientes ya para otra vida, asuntos que en ésta no serán posibles, pero en la próxima me ocuparé de que ocurran.

    Besos

    ResponderEliminar
  20. En el cielo no hay nada de eso que dices, pero danos tiempo, cada vez quedan menos rincones fuera de la pisada de nuestras botas...

    ResponderEliminar
  21. Tu farola y su amor frustrado con la bombilla me han seducido😍
    Besos***

    ResponderEliminar
  22. Te admiro, Toro. Tienes ese don especial de hacer poesía con la vida. Tu mirada es muy especial.

    Un beso grande, y agradecido.

    ResponderEliminar
  23. Pues tu paseo parece reflexivo y, de alguna menera, entretenido...

    Esa farola tuvo pocas luces al negarte el baile...

    Pienso que el comportamiento y las conclusiones que cada cual está teniendo y sacando de esta coyuntura, tomándolas como objeto de estudio, darían para algunos tratados psicológicos, sociológicos, pedagógicos y de alguna otra materia especializada... no sé muy bien cómo gestiona cada cual los datos, las informaciones, las situaciones y los espacios particulares y comunes... la variedad de opiniones puede tender al infinito... así que cada cual tendrá la suya, pero, algunas veces, o muchas, las opiniones ajenas clarifican las propias... nuestras conclusiones están tremendamente condicionadas por nuestras circunstancias y por nuestra idiosincrasia, y no es fácil casarlas todas en su sitio en el puzle de la vida en la que cohabitamos todos y cada uno... no sé, yo estoy confuso con todo esto... y tengo miedo del virus... sigo teniendo miedo... ¿soy hipocondriaco? probablemente sí, pero vale más prevenir que curar... y el comportamiento temerario que observo no me anima a pasear ni a pedir mayor apertura que la que van viendo los que tienen más datos que nosotros...

    Y el refrán "Vísteme despacio, que tengo prisa"... junto con el otro de que "las prisas son malas consejeras" nos dan algunas pistas sobre cómo proceder en aras a la obtención del mejor resultado...

    Abrazo

    ResponderEliminar
  24. Y qué hacemos Toro? Aguantar. Aún no he pisado la playa.
    Sabes que hace falta? Que esa vacuna que esta siendo probada y parece ser que va bien, sea gratuita para muchos, baratita para algunos y que haya suficiente para todos.

    Pasará.

    ResponderEliminar
  25. Tu también eras como yo, de pocas palabras.... jajajaja
    arriba ese ánimo, si pudiéramos nadar en el cielo...me iba contigo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  26. Lo importante permanecerá.

    Un beso, Toro.

    ResponderEliminar

  27. "La distancia impide un beso o un abrazo, pero jamás impide un sentimiento."
    "La distancia no olvida lo que el corazón recuerda."
    (Anónimos)

    Beso... con o sin mascarilla.
    Y mi mano en tu mano... desnuda.

    🥀

    ResponderEliminar
  28. Nacerás y te saludará el día.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  29. Com máscaras parecemos o personagem de "The Silence of the Lambs" , o que não me agrada nem um pouco.

    Besos

    ResponderEliminar
  30. Siempre llegas al punto con tus escritos....por todos esos estados de ánimo también paso...y pienso esto es realidad?? Un beso Lía.

    ResponderEliminar
  31. A mi me pasa lo mismo que a vos
    Me siento rara
    igual que vos.
    No pienso mucho
    me dejo ir
    y aqui vengo a contarte
    los dias sin mi

    ResponderEliminar
  32. Sabes que hoy te aplaudo de pie,plas,plas,plas.......cariños.

    ResponderEliminar
  33. Un poema realista que me encanto leer. Saludos amigo Toro.

    ResponderEliminar
  34. Todo es mas lindo con musica y si bailas mejor aun.
    Un beso Toro!!

    ResponderEliminar
  35. Nadar en el cielo es volar.

    Quizás en otra vida...

    ResponderEliminar
  36. Estava escoltant a Oques Grasses,mola.
    ; )

    He echado de menos en la descripción a los musculitos q se ponen por el hotel de la vela...
    :P

    Me quedo en el camino de sueños y tiempos probables por nacer.
    : )

    Un beso sus-pirado-r

    Te traeré una canción de cielo azul.

    ResponderEliminar
  37. Que suene Blue Skies...
    Hay muchas versiones q me gustan,un día las reuniré.
    Hoy : https://youtu.be/D-7vSmTxAno

    ResponderEliminar
  38. Precioso y desgarrador poema. Me ha sobrecogido y fascinado, a partes iguales.
    Somos los mismos, amigo, pero más tristes y envejecidos...

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  39. Dicen que con el Big Bang se crearon dos universos, en el otro todo está al revés, alomejor allí si se puede nadar en el cielo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  40. Si el viaje no es muy caro y tenés otro pasaje, avisame
    Abrazos!

    ResponderEliminar
  41. No, no te has callado. Lo has dicho todo y yo una vez más, te aplaudo.
    Me siento identificada con este gran poema.
    A mi me has hecho nadar por el cielo.
    Al menos tienes el mar. Aquí se lanzan a caminar por la calle de semáforo en semáforo.
    Ya no sé dónde meterme, en serio.

    Bss.

    ResponderEliminar
  42. Esto es maravilloso amigo. Triste y cierto. Total acuerdo en cada palabra. Solo que yo me escabullo y bajo mi barbijo cuando no hay nadie y abrazo a cada árbol que me dice que le gusto y estiro mis brazos junto a mi respiración hacia el cielo... cuando no hay nadie... y busco calles solitarias para caminar con pasos largos y rápidos porque las caminatas en casa y en la terraza siempre se topan con paredes lindantes. Gracias por exponer todo lo que siento. Te pido permiso para ponerlo en mi facebook. Puedo? Beso grandote

    ResponderEliminar