16 de febrero de 2023

CASTILLOS Y PRINCESAS

Hubo un tiempo
en el que yo quería
llegar a ser inolvidable.
Era un adolescente soñador
que fantaseaba 
con la vida que me esperaba.
Cada día construía
hermosos castillos en el aire.
Los embellecía
con princesas del barrio
y en cada torreón
deslumbraba cualquiera de mis futuros.
No sé qué pasó.
Las princesas se fundieron en la niebla.
Y de todos aquellos futuros tan fascinantes
no queda ni el eco de los sueños que los contenían.
Sin castillos.
Sin princesas.
Y cada vez con menos y menos futuro...
Si hay otra vida quizá sueñe con ranas en una charca.

36 comentarios:

  1. Eres un Quijote al que adoran las Dulcineas del "Fogoso", un príncipe que fue rana, un san Jorge que mató al dragón, un mortal que no muere porque sus versos perduran a través de los tiempos, eres el inmortal Toro.

    Un beso que despierte al niño perdido y hallado en el blog.

    ResponderEliminar
  2. Con el calor que hace por aquí, la charca es lo más apetecible. ¡Me apunto!

    Imposible no recordarla (me encantaba de niña y lo hace todavía: https://youtu.be/CEJLCoghpp8

    Beso, Xavi

    ResponderEliminar
  3. Buenos días Torito. Así es la vida para la gran mayoría de los mortales, soñamos y soñamos y el tiempo va haciendo imposible esos sueños, las torres que vamos creando van cayendo con a lo largo del tiempo. Lo importante es que mientras soñamos nos fuimos construyendo a nosotros mismos con otros sueño. Porque según decía Calderón de la Barca, la vida es un sueño, y los sueños sueños son.
    Seguro que serás inolvidable para muchas personas.
    Torito, creo que al final todos somos un poco Quijotes.Muy Buenos poemas
    Abrazos y besos
    😘🌈🌹

    ResponderEliminar
  4. A lo mejor es lo más práctico.
    Lo de las ranas, digo.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Os teus poemas ficarão para sempre e quem os lê nunca te esquecerá.

    Todos nós temos sonhos que não passam disso mesmo e alguns, desgraçadamente, até se transformam em pesadelos.

    Te abraço, amigo mio.

    ResponderEliminar
  6. Ya lo dijo Calderón: "Toda la vida es sueño, y los sueños sueños son"
    SAludos.

    ResponderEliminar
  7. No...ni se te ocurra lo de las charcas, imagínate de aquí unos años escribiendo sobre renacuajos, mucho mejor recordar esto.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. La verdad es que siempre me pareciste un poquito Shrek, así que lo de la charca te va muy bien :P

    Es bonito ese poema de Quijote Salvaje, no recuerdo haberlo leído, pero es también para enmarcar: "no sé precisar cuántas Dulcineas atesoro en mis recuerdos" son tu maná esas Dulcineas, tan necesarias para ti; para poder sobrellevar gran parte de esta vida, aunque aquí entre nos, ¿Cuántas has convertido en "reales"? quizás a esas las recuerdes mejor ;)

    Un beso, si me prometes no convertirte en sapo jajaja

    ResponderEliminar
  9. Me gusta mucho tu Quijote salvaje! ; ) ¿sabes lo que pienso? a lo mejor todo es un tema de expectativas y extremos, ni soñar con princesas y castillos, ni pasarte la lado sapos y ranas jaja somos personas y eso te vas a encontrar, con nuestras luces y sobras, como tú.. solo que tú, entre que encienes y apagas, escribes un poema ; )

    Un beso XAVI!

    ResponderEliminar
  10. Lo de inolvidable conseguido, los castillos son tus poemas, y las princesas, somos toda esta corte de lectoras fieles.
    No digas que no te le arreglé bien!!
    jajajaja
    Besos

    ResponderEliminar
  11. bienvenida vida de adulto
    dormir, comer, cagar, trabajar y volver a dormir

    ResponderEliminar
  12. Lo de las ranas en una charca está bien, TS, pero antes tienes que seguir escribiendo (describiendo) como lo haces. No obstante, quizás debamos (a veces) ver si la niebla escampa y así nos deja ver los castillos y las princesas que, normalmente, están por todas partes, compañero.
    Feliz y poco nublado, día.

    ResponderEliminar
  13. Hola buenos días toro, todo será cuestión de darle un besito a esa rana con ojos salones y se convertirá en una bella princesa que te quera y te quitara de esta vida perra y te colmar a de atenciones con castillos de marfil, coches de lujo y dinero por doquier.(esto es un comentario con un poco de sarcasmo, ya que no eres el único que sueña con príncipes y castillos como es mi caso, ya somos dos)
    Me alegro de volver a pasar a leerte, ya que estoy en un tiempo de pausa.
    Besos de flor.

    ResponderEliminar
  14. Quizá las princesas hayan estado ultravaloradas e infravalorada la mujer, ¡no sé si me explico!
    Los dos poemas muy hermosos, Xavi!!
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  16. Lo mejor de la juventud no es tanto soñar como creer que eso sueños se pueden hacer realidad.
    De todas formas a ti aún te quedan chispas de soñador si sales tan quijotesco a la calle.

    ResponderEliminar
  17. Recuerdos de mi niñez "iba a las charcas y juntaba ranitas y los ponía en los bolsillos, regresaba feliz a mi casita y los largaba en el jardín"
    Es mejor jugar con las ranas que descubrir que los castillos y las princesas se desmoronan en esta realidad
    Abrazos

    ResponderEliminar

  18. Yo también era una adolescente soñadora..
    Y sí, tal vez nos hubiera ido mejor con las ranas y los sapos...

    Beso... Xavi.
    Y mi mano en tu mano... de charca en charca.

    🥀 🐾

    ResponderEliminar
  19. No has perdido la capacidad de soñar/imaginar, por eso escribes cómo escribes.
    Y adoro las ranas, ese prodigio saltarín💚
    Besos***

    ResponderEliminar
  20. «Yo sueño que estoy aquí,
    destas prisiones cargado;
    y soñé que en otro estado
    más lisonjero me vi.
    ¿Qué es la vida? Un frenesí.
    ¿Qué es la vida? Una ilusión,
    una sombra, una ficción,
    y el mayor bien es pequeño;
    que toda la vida es sueño,
    y los sueños, sueños son».

    ResponderEliminar
  21. Somnis i joventut, realitats i maduresa... vida, al capdavall.

    Petonets, Xavi.

    ResponderEliminar
  22. No pienses que los sueños se terminan de difuminar completamente. A veces, quedan señales de realidad.

    ResponderEliminar
  23. Es lo malo de esos castillos; se derrumban con facilidad en manos de una realidad sin escrúpulos…

    (Me identifico mucho con ese Quijote…)

    Abrazo enorme, poeta 💙

    ResponderEliminar
  24. Y si se cumple algún sueño nos suele decepcionar o deja de interesarnos.
    Pero mientras lo pasemos bien soñando, ¿por qué no? Es gratis y no molestamos a nadie.

    Besos

    ResponderEliminar
  25. Quienes hemos tenido siempre imaginación nos sentimos engañad@s doblemente.
    La vida real nada tiene que ver con aquella otra que sólo estaba en nuestra fantasía.
    :(
    Besos.

    ResponderEliminar
  26. Es lo que tienen los cuentos de castillos y princesas. Has bordado el poema del lateral, eh!! Genial, amigo. Besos

    ResponderEliminar
  27. Siempre hay que aprender. Nunca imaginé que los muchachos también tenían esas fantasías. Qué ternura! Tu decepción es igual a la nuestra... Cariños, te comprendo

    ResponderEliminar
  28. No tienes tu cuento ni ná...
    🤣

    💋🏰😈

    ResponderEliminar
  29. some dreams come true... however ...

    Have a wonderful day

    ResponderEliminar
  30. Menudo rollo volver a esto, la verdad.
    Aunque lo mismo las ranas en su charca tienen un mundo paralelo.
    Sea como sea, el poema me gustó.

    Bss.

    ResponderEliminar
  31. Las historias de príncipes y princesas son una broma pesada que nos gastaron en la infancia, como los Reyes Magos. En mi caso sé que mi familia lo hizo con todo su amor, pero el chasco era inevitable, no hay engaño que perdure en el tiempo, en algún momento todo acaba por salir a la luz.
    Si te estas deshaciendo de una idea ficticia, ánimo!! serán las ranas, o lo que sea, las que saldrán a la luz cuando desmontes la trama.

    Muchos besos Toro!!🌸

    ResponderEliminar
  32. Mucha rana por príncipe, y mucha reina arpía, Toro.

    Un beso

    ResponderEliminar
  33. Jaaaa estaba pensando en dragones escupidores de fuego, pero con lo de las ranas me ganaste

    ResponderEliminar
  34. Tal vez no sea buena idea lo de las ranas.
    Besos.

    ResponderEliminar