En el páramo de la noche
cuando duermo indefenso
vienen a verme
todos los que ya no son.
Fantasmas del tiempo.
Espíritus de otras vidas.
Muertos que aún no descansan.
Y me hablan.
Y me preguntan cosas.
Y me explican imposibles.
Y antes de despertarme
cuando se agrieta la frontera
de los universos que nos separan
siempre, siempre, siempre se escapan.
Y menos mal!
ResponderEliminarBesitossssss
Los muertos son caprichosos, juegan con nosotros y desaparecen para volver cuando lo tengan a bien.
ResponderEliminarUn beso.
Cruzar ka frontera del páramo?
ResponderEliminarMuy inspiradora la entrada