Mis poemas son emociones.
En mis poemas
no hay apenas naturaleza.
Por ejemplo
no hay viejos robles rojizos.
Pues aquí pongo uno.
Y otro.
Y otro.
Y cinco más.
Y diez robles frondosos.
Y más lejos cien robles hermosos.
Y también pongo castaños.
Castaños enormes.
Cientos y cientos de castaños.
Y pajaritos trinando en mil ramas.
Y pongo también un riachuelo
donde a todas horas canta mágica el agua.
Y también muchas plantas.
Y un arco iris terrenal de flores.
Y unas ardillas simpáticas y juguetonas.
Venga.
Pues ya está.
Ya podéis ir a pasear un rato por mi bosque.
Eso sí, al que tire un papel le arranco la cabeza.
Ooooooh qué maravilla de paseo. De verdad que se respira
ResponderEliminarDiosa te cuide la imaginación
Besitosssssss
Voy donde los castaños!!!
ResponderEliminarBesos!!!
Tu bosque me recuerda un bosque que conozco en el que las ardillas corretean tras las nueces, avellanas y castañas. Un bosque familiar en el que me evado cuando la tristeza me invade y necesito soledad.
ResponderEliminarAcudiré al tuyo que se muestra apetecible.
Un beso.
Pues un lujo pasear por tu bosque, y ahora que comienza el otoño debe ser un festival de colores. Y sí, hay que cuidar mucho ese bosque y todos. Abrazos
ResponderEliminarOhh, qué bonito paseo te ha quedado, un poco descolocados los árboles pero genial. Estaba esperando una traca final pero no. El aviso final es tu firma.
ResponderEliminarLos veo, los veo.. muchas gracias, ¿puedes poner, por favor, un riachuelo?.. y un zorro, sí, eso, un zorro rojo, ¿puedes?
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