Nublado.
Frío.
Desapacible.
La ciudad está oscura.
Ha vuelto el Dios Gris.
Alabado seas, oh Señor
de las Magníficas Tinieblas.
El sol está castigado.
Por abusón.
Hoy ni come ni cena.
Y mañana lo mismo
hasta que pida perdón.
Por fin los corazones rotos
podemos salir a la calle
y disfrutar de una tristeza sin igual.
Miro las nubes y me las comería a besos.
Fecha y hora de publicación.
ResponderEliminarUn buen final para disipar la tristeza y toda el agua de las nubes para hidratarse. Abrazo con calor solar.
ResponderEliminarMe encanto eso de: Alabado seas, oh Señor de las Magnificas Tinieblas.... saludos desde mi oscuridad
ResponderEliminarLos que nacimos
ResponderEliminarbajo la sombra de la noche invernal
de las heladas
en épocas de fríos y pieles congeladas
late bajo nuestra aparente corteza inmóvil
un nudo de fuegos, chimeneas y mantas
y una piel acostumbrada a curtirse
para sobrevivir a las durezas de la vida
y las heladas
bajo los congelados rios
aguardamos adormecidos
entre nuestros brazos
las semillas aladas
una impenitente primavera