Recuerdo a militares borrachos
reír de forma preocupante
con los ojos vidriosos
y los uniformes arrugados
en el bar del "hogar del soldado".
Los galones subían y bajaban
a medida que los codos alcohólicos
apuntaban hacia el cielo
dejando los vasos temblorosos
caer la bebida en las gargantas patriotas.
Recuerdo como poco después
le propinaron patadas y puñetazos
a un soldado de servicio militar obligatorio
porque insistió sobre un tema muy urgente.
Suerte que a ningún ejército se le ocurrió invadirnos.
Qué gentuza más entrañable, si.
ResponderEliminarQué tristeza da todo!!!
Un beso
¡Suerte que no hubo invasiones!
ResponderEliminarBesos
Estas cosas hacen que hierva la sangre...
ResponderEliminarOdio la violencia.
No me extraña que recuerdes, eso no debe ser fácil olvidar.
Muchos besos, Toro.
ResponderEliminarPreocupante...
sigue siéndolo...
Beso... Xavi.
Uff¡
ResponderEliminarBesos amorosos para ti.
Y abrazo a tu corazón.
Qué espanto de bar y de escena!
ResponderEliminarMenos mal que ya no existe el servicio militar obligatorio.
Besos
Welcome to Mexico.
ResponderEliminarJK
soldados ... es cosa rara
ResponderEliminarantes de ser soldados son gentes comunes y ordinarias
luego las botas y el corte de pelo
son Transformers
besos
Sí, la verdad es que el nivel de nuestros cuerpos armados dejó durante largos años mucho que desear. Chusqueros en muchos casos, que sin saber ni hacer la O con un canuto, se venían arriba abusando de sus ascensos y galones.
ResponderEliminarUn recuerdo horrendo, Toro.
ResponderEliminarCreo que esto, por suerte, ha cambiado para mejor.
Un beso, Toro.
En la mili salía lo bueno y lo malo que cada uno llevaba dentro, no solo en los profesionales sino también en los soldados. Siempre me crisparon los veteranos que se vengaban en los nuevos de las novatadas que habían recibido cuando ellos lo habían sido.
ResponderEliminarSaludos.
Hay recuerdos que queman toda una vida.
ResponderEliminarUn beso.
Suerte que no se les ocurrió invadiros o invadirnos!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
No quiero hablar de militares....
ResponderEliminarAbrazo de luz
Son educados para ciertos sentires
ResponderEliminarNo se puede pedir perasl al olmo
Cariños
Malos recuerdos que nunca nos deben acompañar a la cama, hay que correr ante ellos un muy, pero que muy, tupido velo.
ResponderEliminarCurioso lo que hacen un uniforme y unos galones...Besos***
ResponderEliminarSi, lo hicieron los Romanos, los moros, y hasta Napoleón, antes o después salieron con el rabo entre piernas de la península...
ResponderEliminarSalud
Una de las cosas de las que más me he alegrado es que mi hijo se librara de la mili!
ResponderEliminarBesitos
Pues menos mal, Toro. Las historias de la mili darían para libros enormes.
ResponderEliminarUn beso y feliz jueves
A veces se agradece ser amnésico absoluto
ResponderEliminarPor lo menos no hace uno mala sangre
Los recuerdos de borrachuzos siempre son peculiares
ResponderEliminarBesitos ;)
Las historias de la pm, dan para muchos desastres y para saber lo absurdo que es todo, en ese mundo cerrado.
ResponderEliminarSaludos.
Buen día...ha sido un placer leer tus últimos escritos
ResponderEliminarAbrazos
Me ha causado indignación. Sólo espero que el soldado haya recibido muchos abrazos desde entonces, y que los borrachos hayan tenido alguna vez un asomo de lucidez suficiente para arrepentirse.
ResponderEliminar"Los codos borrachos", "las gargantas patriotas", el movimiento de los galones y los vasos... es magnífico.
Escalofrío.
ResponderEliminarBbbbrrrrrrr,abrazo.
ResponderEliminarUna de tantas.
ResponderEliminarHistorias de la puta mili.
Nos invaden otras cosas o ejércitos de otras cosas, soldados de los de antes no.
ResponderEliminarPero existen otras guerras , que no sé con qué tipo de ármas o defensas ( si es aque hay alguna) podremos combatir en el combate diario de la vida...
Besos.
Feos recuerdos.
ResponderEliminarUn beso.
Puag! Es que no puedo. En esto valgo más por lo que callo.
ResponderEliminarBeso.
Pues estando en el país del buenismo y lo políticamente correcto, les habrían recibido con todo el arsenal amontonado, una sonrisa y una bandera de bienvenida.
ResponderEliminarHas reflejado una realidad, no creas. Cosas así me contaba mi primo de la mili.
Bss.
Acá en 1982 un nefasto militar borracho (y su gabinete) decidió recuperar las Islas Malvinas Argentinas iniciando la no menos nefasta Guerra contra los ingleses.
ResponderEliminarHoy están vivos los recuerdos de mi abuela, sí un guardia civil y paisanos sin atavíos de gala hacían bien su trabajo. Al día siguiente había cuatro niños más huérfanos de un desaparecido.
ResponderEliminarUn beso.
Pues eso, recuerdos que más de uno los tendrá muy presentes.
ResponderEliminarBsoss, mi querido Toro.
Aquí si, los soldados están por todas partes "cuidándonos".
ResponderEliminarUn beso